El crudo testimonio de los pasajeros del crucero que chocó contra un iceberg: “Fue aterrador”

El sábado pasado se produjo un accidente con un crucero que llamó la atención del mundo y asustó fuertemente a todos los pasajeros. A pesar de que no hubo heridos y que todo terminó sin ninguna complicación, sin dudas se vivió un mal momento a bordo del barco. En las horas siguientes, se conocieron fuertes testimonios de quienes vivieron la dramática escena del choque.

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El crucero que sufrió el choque fue el Norwegian Sun, a cargo de la compañía Norwegian Cruise Line. El impacto se produjo contra un iceberg en la zona de Alaska. Después del golpe, expertos realizaron una revisión de la nave y determinaron que estaba en condiciones de regresar a Seattle, de donde había partido, para ser reparada completamente.

En el medio, casi 3000 personas iban a bordo del barco y tuvieron que transitar la situación. Los testimonios de distintos pasajeros describieron con detalle cómo fue el impacto y el ambiente que se vivió dentro del crucero. “El barco se detuvo por completo por el impacto. Fue una experiencia aterradora”, manifestó la pasajera Alicia Amador a Juneau Empire. Según comentó, en primera instancia se escuchó un “gran ruido” y a continuación se notó el golpe en el movimiento de la nave. Con respecto a la longitud del iceberg, aseguró que tenía el “tamaño de un camión”.

El impacto sorprendió a los pasajeros en distintas situaciones. Mientras que muchos observaron la inminente situación y pudieron incluso capturar videos del momento, otros se encontraban inmersos en sus actividades. Este fue el caso de Jennifer Lopez, otra pasajera, que trotaba en la pista de atletismo del crucero cuando ocurrió el accidente. “Fue un golpe muy duro”, expresó a Fox Weather. Con respecto al choque en sí, sus sensaciones fueron contundentes: “Parece que cortamos el iceberg por la mitad”.

Aparentemente y según describieron autoridades de la empresa involucrada, el problema se produjo porque el crucero se vio afectado por una densa niebla en la zona. Sin embargo, el pasajero Jason Newman lo desmintió al afirmar que la niebla ya se había despejado cuando ocurrió el accidente. “El barco tenía una vibración fuerte. Se pudo sentir el golpe”, describió a KTOO.

En esa misma línea, recordó que el capitán no se hizo presente hasta varias horas después, cuando confirmó a todos los pasajeros que efectivamente habían chocado contra un iceberg. Después del impacto, la ciudad de Juneau, la más cercana al lugar, fue la elegida para frenar el barco y realizar la revisión correspondiente.

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Según el testimonio de Newman, se les permitió a los pasajeros descender allí durante cinco horas. A pesar de que ya se había cancelado el resto del viaje, no los habilitaron para quedarse allí y separarse a quienes lo deseaban. Durante las primeras horas del lunes, los pasajeros debieron volver al barco y aguardar allí hasta la salida a Seattle. Muchos de ellos, incluidos quien contó la situación, habían armado planes en Juneau cuando descubrieron que iban a bajar y debieron suspenderlos. Quienes estaban a cargo del crucero esgrimieron que no consiguieron el permiso de las autoridades para regresar al lugar de origen sin los pasajeros.