Cristina Kirchner pone trabas en el Senado a la ley del conocimiento

"Le hizo la cruz al proyecto porque beneficia a Mercado Libre", dicen en el oficialismo sobre la iniciativa, que lleva más de 70 días cajoneada en dos comisiones

"Cristina le hizo la cruz al proyecto porque beneficia a Mercado Libre". La frase se escucha en varios despachos oficialistas y explica la razón por la cual la reforma de la ley de economía del conocimiento lleva más de 70 días cajoneada en dos comisiones del Senado.

La demora llamó la atención de las empresas del sector y de la oposición de la Cámara alta, que desde hace varias semanas vienen reclamando para que las comisiones de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión y de Presupuesto y Hacienda retomen el debate de la iniciativa.

Conducidas por los senadores oficialistas Alfredo Luenzo (Chubut) y Carlos Caserio (Córdoba), ambas comisiones celebraron hace un mes un plenario en el que se habló de modificar lo aprobado por la Cámara baja, pero en el que los senadores del Frente de Todos también dijeron que querían buscar un rápido consenso para avanzar con el proyecto.

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Sin embargo, desde entonces la iniciativa salió del radar oficialista. Desapareció de las agendas de ambas comisiones, que, no obstante, volvieron a reunirse con posterioridad para discutir temas de menor envergadura económica, como la crisis de la productora Polka en la Comisión de Medios, que preside Luenzo.

¿Qué pasó?, preguntó LA NACION a miembros de la bancada oficialista que suelen tener acceso a lo que se discute en la mesa de decisiones del Senado. "Cristina pasó. Está molesta porque dice que la idea del proyecto era beneficiar a las pequeñas y medianas empresas del sector, pero terminaron haciendo una ley en la que terminan ganando firmas como Mercado Libre", confió a este diario un senador oficialista.

La molestia de la vicepresidenta llega al extremo de que no quiere saber nada con la iniciativa. Se sabe en una encerrona legislativa en la que, como sea, terminará pagando el costo político.

Sin posibilidades de conseguir un acuerdo con la oposición en el Senado por la mala relación política con Juntos por el Cambio, se suma que los cambios difícilmente reúnan consenso en el Congreso.

Cristina Kirchner es consciente de que cualquier modificación al proyecto podría ser revertida en la Cámara de Diputados. Esto es así porque la iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados por 242 votos a favor y solo dos, de la izquierda, en contra. Esa mayoría tan abrumadora fue la que permitió que todos los involucrados en el debate del proyecto dieran por supuesto que su discusión en la Cámara alta sería un mero trámite.

Apoyos y reclamos

Mucho más si se toma en cuenta que la iniciativa contaba con el impulso del gobierno de Alberto Fernández y que su tratamiento en la Cámara de Diputados se destrabó luego de que el ministro de la Producción, Matías Kulfas, llegara a un acuerdo con los bloques políticos, pero por sobre todo con las empresas que desarrollan tecnología relacionada con el conocimiento y la digitalización.

Uno de los que vienen haciendo punta en el reclamo por el debate del proyecto es Esteban Bullrich (Pro-Buenos Aires), que desde hace un mes pide por el tratamiento de la iniciativa cada vez que se le presenta la ocasión. "Por la tozudez del oficialismo seguimos sin tratar iniciativas importantes para la reactivación económica, como la nueva ley del conocimiento", se quejó el senador, ya cansado del silencio oficialista ante sus insistentes pedidos.

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Desde la Casa Rosada aseguran desde hace varias semanas que el proyecto va a salir del Senado. Sin embargo, el tiempo pasa, Cristina Kirchner resiste y todavía no da señales a sus senadores de cuál será el camino a seguir. Por el contrario, la moratoria impositiva, acusada de favorecer al empresario oficialista Cristóbal López, avanzó sin trabas en el Senado.