Confiesa su crimen a un cura en Palermo y este le insta a ir a comisaría: encuentran el cuerpo y le detienen

Hace cinco años, en Sicilia, se perdió la pista de Ruxandra Vesco, mujer de origen rumano y 33 años de edad. Su esposo denunció su desaparición, pero nada se había sabido de ella desde entonces. Hasta que esta semana, instado por su confesor, un vecino de Palermo se presentó en comisaría para declararse culpable de haberla asfixiado y tirado su cuerpo a un barranco en un monte cercano, según informa el diario La Stampa.

Le confesó el crimen al párroco y este le dijo que si quería el perdón divino debía acudir a las autoridades. (Foto: Getty Images)
Le confesó el crimen al párroco y este le dijo que si quería el perdón divino debía acudir a las autoridades. (Foto: Getty Images)

La pista de Alexandra, como era conocida la desaparecida, se perdió en octubre de 2015. Fue entonces cuando Damiano Torrente, de 46 años, la estranguló y se deshizo el cuerpo. El móvil del crimen aún se desconoce. Según ha declarado ante los agentes de policía que le tomaron declaración y el fiscal Felice De Benedittis, la fallecida le habría puesto, dijo, en algún tipo de apuro con su mujer. Más allá de ese comentario, no ha aclarado nada.

El citado diario ha publicado que el autor confeso del crimen cuenta con antecedentes por acoso a un hombre también de nacionalidad rumana. Por ello fue condenado a arresto debido a su comportamiento agresivo y acabó en prisión. Hace unos meses, y a través de su abogado, Alessandro Musso, llegó a un acuerdo. Se declaró culpable del delito y hacía poco que había vuelto a la calle, aunque su libertad se produjo en medio del confinamiento por el coronavirus.

Una vez fuera de prisión, ya fuese por los remordimientos o el cargo de conciencia por lo que hizo hace cinco años, comenzó a frecuentar la compañía de un párroco, al que acabó por confesar su crimen. Este le instó a acudir a comisaría y contar lo sucedido si realmente quería la absolución divina, porque para obtener el perdón hay que empezar por reparar el daño. “Si quieres el perdón de Dios, debes presentarte antes las autoridades”, le dijo.

Y eso fue lo que hizo Torrente. Se personó en una comisaría de Palermo y contó que era el responsable de la desaparición y muerte de Vesco dando indicaciones bastante precisas a los agentes de dónde podían encontrar su cuerpo. Y allí, en un barranco del monte Pellegrino, los investigadores hallaron varios restos óseos que habrían estado cubiertos por una bolsa o un saco de plástico de color negro.

El lugar en el que se encontraba no era de fácil acceso y si no llega a ser por los datos facilitados por el ahora detenido de nuevo y enviado a prisión a la espera de juicio no habrían dado con los restos de la mujer, cuya desaparición se denunció en Alcamo, en la provincia de Trapani.

A la espera de que las conclusiones de la investigación y de aclarar cuál fue el motivo por el cual este vecino de Palermo asesinó a su víctima, en La Stampa señalan el hecho de que la mujer había sido acusada en varias ocasiones de estafadora.

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