Crece la tensión en Guyana en la recta final del recuento de los comicios generales

San Juan, 5 mar (EFE).- La impaciencia y tensión crecen en Guyana a la espera de los resultados de las elecciones celebradas el pasado lunes en ese país suramericano, mientras la información disponible apunta a que el opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP), con Irfaan Ali a la cabeza, lleva ventaja para imponerse en los comicios.

Medios locales indican este jueves que la coalición Una Asociación para la Unidad Nacional + Alianza para el Cambio (APNU + AFC), que lidera el hasta ahora presidente David Granger, está perdiendo las elecciones contra el PPP tras más del 80 % de los votos escrutados.

Las noticias que llegan de Georgetown señalan que los observadores de las elecciones internacionales, en su mayoría estadounidenses, están siendo amenazados por simpatizantes de la coalición para que abandonen el territorio a riesgo de ser arrestados.

Las elecciones de Guyana están siendo seguidas muy de cerca porque la formación que se imponga tendrá la gestión de las inmensas reservas de petróleo del país suramericano, confirmadas en 2016.

La compañía Exxon comenzó la explotación comercial de un enorme descubrimiento de petróleo frente a la costa de Guyana que se espera que haga crecer la producción a 52.000 barriles por día a más de 750.000 para 2025.

RESULTADOS PARCIALES EN UN AMBIENTE DE TENSIÓN Y DENUNCIAS

La filtración de resultados indica que el PPP habría obtenido 34 escaños frente a los 30 del PNU + AFC, mientras que el partido Asamblea Nacional de Guyana obtendría 1 escaño.

Según la constitución del país suramericano, la formación con más votos es la responsable de elegir automáticamente al presidente, que en este caso sería el designado por el PPP, Irfaan Ali.

La coalición PNU + AFC, que controla la Comisión Electoral (GECOM, en inglés), se negaría a completar el recuento oficial del 20 % restante del voto que se corresponde con los 2.300 centros de votación del país, cada uno de los cuales contó e informó hace 4 días de los resultados, según detallan medios del país suramericano.

El director de Elecciones designado por el Gobierno, Keith Lowenfield, habría intentado descartar los resultados certificados de 500 centros de votación y sustituirlos en su lugar por unos datos propios que agregan decenas de miles de votos al APNU + AFC.

Bajo una fuerte presión de la comunidad internacional, la GECOM ordenó a Lowenfield que desistiera de su intención.

La prensa local señala que el Gobierno está amenazando a los observadores internacionales con arrestos y violencia, lo que incluiría, incluso, una amenaza de bomba en la sede de la GECOM que ha incrementado todavía más el caos.

La Policía llegó a entrar en las oficinas de la GECOM por amenaza, con arrestos y la deportación de los observadores internacionales.

La PNU + AFC estaría promoviendo en barrios marginales de Georgetown supuestos ataques a las oficinas de la GECOM, lo que provocó que Policía antidisturbios se desplegara en la zona.

UN FUTURO EN JUEGO

Guyana, hasta ahora uno de los países más pobres de Suramérica, ha crecido en importancia desde el hallazgo de petróleo, un factor que crea todavía más tensión entre los partidos políticos, que se organizan respecto a los distintos grupos éticos, principalmente descendientes de personas llegadas al país del subcontinente indio los siglos XIX y XX, y por otro lado africanos.

Las elecciones ocurren después de que Granger convocara los comicios forzado tras la presentación con éxito de una moción de no confianza en su contra en diciembre de 2018 -con 33 votos a favor y 32 en contra- por parte del PPP con Irfaan Ali como alternativa.

La moción, la primera en salir adelante en la historia de Guyana, fue presentada por el PPP por una supuesta mala gestión de los recursos petroleros y los acuerdos alcanzados con Exxon Mobil.

Aunque Granger debía celebrar elecciones en el plazo de 90 días tras el éxito de moción, varias reclamaciones ante los tribunales retrasaron el proceso.

(c) Agencia EFE