Crece el escándalo tras la denuncia de contaminación petrolera en el sur argentino

A fines del 2018, Greenpeace y organizaciones mapuches de Neuquén, Patagonia Argentina, denunciaron la presencia de un enorme vertedero de residuos petroleros en Vaca Muerta, una de las reservas hidrocarburíferas más grandes y ricas del mundo.

En las imágenes difundidas se pueden ver los desechos tóxicos que habrían sido depositados directamente sobre el suelo sin ningún tipo de tratamiento o impermeabilización. Los ambientalistas advirtieron que esto podría afectar a las poblaciones cercanas, a los trabajadores y a las napas de agua y radicaron una denuncia penal por esta aparente irregularidad.

La noticia no tuvo mayor trascendencia debido a que se conoció cerca de las fiestas de fin de año. No obstante se inició una investigación para tratar de constatar si esos hechos eran realmente como habían denunciado los ecologistas y las comunidades mapuches que viven en esa región.

El basurero petrolero denunciado, ubicado a pocos kilómetros de Añelo –pueblo que se convirtió en el ícono urbano de Vaca Muerta-, es un lugar donde se secan y tratan los lodos de perforación que son descartados durante el proceso de extracción de petróleo y gas no convencionales.

Pasaron poco más de tres semanas de aquel episodio cuando ahora se conoce un nuevo escándalo relacionado con supuestos focos de contaminación.

DENUNCIA POR ABUSOS POLICIALES

Un fotoperiodista alemán que llegó a Neuquén para realizar un documental sobre la explotación no convencional de hidrocarburos en la formación de Vaca Muerta, denunció abusos de parte de la Policía y de haber sufrido el secuestro del material que había logrado para su informe.

Stefan Borghardt, de 28 años, aseguró que se encontraba tomando imágenes de piletones de la empresa Treater Neuquén SA utilizados para el tratamiento de residuos de hidrocarburos, cuando fue detenido por la Policía y luego golpeado.

El hecho generó un escándalo político tan grande que las autoridades neuquinas iniciaron una investigación para determinar qué responsabilidades tuvo la fuerza en este incidente.

Borghardt hizo pública la denuncia de lo que había ocurrido a través de las redes sociales que luego tuvo un fuerte impacto en los medios de comunicación de toda la Argentina.

Dijo que estaba sacando fotos en un derrame cuando lo sorprendió “un supervisor de la zona en una camioneta blanca”, ahí lo llevó a la entrada del predio y “habló con un jefe que llamó a la Policía”. A partir de ese momento ocurrieron los hechos más graves en la Comisaría 10 de Añelo, la localidad cabecera de Vaca Muerta.

RELATO ESTREMECEDOR

“Cuando llegamos a la comisaría, entramos por la puerta trasera, me llevaron hasta la barra de atención y me quitaron las esposas. Me hicieron dejar todas mis pertenencias arriba de la barra y revisaron mis bolsillos y la mochila. Todavía ahí me negaron usar mi teléfono. Mientras la mujer policía labraba el acta de mis pertenencias, escrita a mano en un cuaderno, un oficial que parecía ser un superior me hacía más preguntas y me decía, haciendo gestos con un destornillador eléctrico en la mano, que ya se iban a enterar de la verdad”, indicó el fotoperiodista.

“Llegamos al calabozo y yo me encontré rodeado por unos cinco a siete oficiales, no me acuerdo bien, fue todo muy turbio y atemorizante para mí. Varios (al menos tres) me pegaron, me patearon y me insultaron. Un policía que me maltrataba con una escoba desde lejos, me dijo que él odiaba a los alemanes, a todos los alemanes”.

“Yo durante todo ese proceso tenía las manos levantadas y pedía que no me lastimaran. Me dijeron que si me decían que firmara, tenía que firmar, y que no funcionaban las cosas como yo me las imaginaba. Después tuve que quitarme los cordones de los zapatos y un policía me dijo que me apurara porque sino me ayudaba él, y sacó una navaja del bolsillo”, detalló.

Los abogados que representan a Borghardt anticiparon que realizarán una demanda penal contra los agentes de seguridad privada de la empresa Treater y contra la Policía de Neuquén, y buscarán que se penalice también a los funcionarios del gobierno neuquino en el caso de que sean responsables de avalar este tipo de actuaciones de los agentes por fuera de la ley.

APARENTE ENCUBRIMIENTO POLÍTICO

“No se trata sólo de un exceso policial, que es intolerable, hay una actitud de la policía de la Provincia protegiendo a una empresa que está siendo investigada por contaminación ambiental que involucra a altísimos funcionarios de la Provincia. No es un caso policial aislado, sino que tiene un contexto”, señaló en conferencia de prensa Emanuel Guagliardo, el abogado que tomó la representación de Borghardt.

El abogado destacó: “Nos llama la atención el silencio de las autoridades políticas de la provincia en este caso”.

Antes de ser detenido y de que le confiscaran sus equipos, el fotoperiodista alcanzó a tomar unas imágenes con su teléfono celular que se reproducen en esta crónica.