No nos llevará a la Luna pero esto es lo que podría hacer una NASA española

El Gobierno anuncia la creación de una agencia espacial española
El Gobierno anuncia la creación de una agencia espacial española

El director del Gabinete del Presidente, Iván Redondo, anunció ayer tarde la decisión del Gobierno de crear una agencia espacial española dentro de las directrices de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que el Ejecutivo está desarrollando y que prevé entrar en vigor en los próximos meses. Aunque sabemos que en la última década los diferentes gobiernos han contemplado, e incluso avanzado, en diversos proyectos, el reciente comunicado representa una verdadera sorpresa para todos los amantes del espacio, que llevamos pidiendo un organismo espacial propio desde hace muchos años.

El anuncio del Gobierno se enmarca claramente en un plan de seguridad global pero, a pesar de este carácter evidentemente defensivo, una agencia espacial propia puede solucionar muchos problemas legislativos y burocráticos, ayudará e impulsará sectores empresariales que ya son clave (y que aún lo serán más en el futuro) y, por supuesto, desempeñar infinidad de tareas científicas y climáticas vitales.

Impulsar el sector aeroespacial

Seamos claros: en España crear y mantener una empresa para cualquier asunto relacionado con el espacio en estos momentos representa una locura administrativa digna de Kafka. Las competencias relacionadas con el campo aeroespacial se encuentran divididas en mil departamentos y las funciones corresponden a tantos Ministerios que es casi una broma. Para hacer un simple trámite, cualquier inocente españolito que decida aventurarse abriendo una empresa en este sector, deberá armarse de paciencia infinita y llamar a las puertas de ministerios tan dispares como el de Economía y Competitividad, el ministerio de Industria, el ministerio de Fomento, sin olvidarnos del ministerio de Defensa. En muchos casos el trámite necesario ni siquiera existe, en otras ocasiones tendrá incluso que inventar un procedimiento alternativo y durante estos terminará gastando más dinero en abogados que en ciencia espacial…

Pongamos un ejemplo real. Raúl Torres, CEO de la compañía española PLD SPACE, me contaba hace unos años en una entrevista sus penalidades de ventanilla en ventanilla durante la pesadilla burocrática que duró más de tres años, solo para obtener las licencias necesarias para inaugurar la empresa… No hablamos de desarrollar un cohete y mucho menos de lanzarlo, tres largos años de papeleo solo para empezar la empresa.

El anuncio del gobierno de crear una agencia espacial propia debe tener un primer paso claro: reunir en un solo lugar todos los trámites, licencias y papeleo burocrático que, a día de hoy, se encuentra disperso en infinitas ventanillas. Lo que nos lleva a otro punto crucial: la agencia espacial puede servir de muy poco si no se aprueba (de una vez por todas) la tan esperada Ley española del espacio. A pesar de que, desde hace ya veinte años, todos y cada uno de los partidos políticos que han llegado al gobierno han prometido promulgar una ley del espacio… aún seguimos esperando.

“Cuando una empresa quiere apostar en España por innovación aeroespacial se encuentra con demasiadas lagunas e inseguridad jurídica. Lo que termina ocurriendo es que se va con su dinero a otro país que lo ponga más fácil”, me contaba allá por el lejano 2015, el abogado Rafael Harillo, especializado en derecho aeroespacial.

La importancia de la ciencia espacial

Cuando pensamos en una agencia espacial, con la NASA como ejemplo más conocido, nos llega a la mente la idea de regresar a la Luna, conquistar Marte o explorar planetas de nuestro sistema solar. La realidad es que las tareas espaciales más importantes se desarrollan a tan solo unos centenares de kilómetros sobre nuestras cabezas. Una agencia espacial española no va a contar con los recursos suficientes para realizar proyectos de gran envergadura, para eso ya tenemos la Agencia Espacial Europea (ESA) de la que somos socios desde hace años, sin embargo sí que puede realizar proyectos menos caros pero de gran importancia.

Bienvenidos a la era de los mini y nano satélites donde las oportunidades que se abren son infinitas en multitud de campos como las telecomunicaciones, seguridad y defensa, vigilancia forestal, geoposicionamiento, meteorología, estudios climáticos, y otros mil etcéteras.

Mucha gente sigue pensando en el espacio como en un gasto superfluo para viajes imposibles a las estrellas, ignorando que el mundo en el que vive depende y necesita toda la infraestructura espacial. Las mil aplicaciones de tu móvil, tu navegador GPS, los coches con piloto automático, la manera en que te comunicas o te diviertes es ya imposible de imaginar sin el espacio… España tiene ahora un organismo que mira hacia el cielo y ahora solo falta que tenga un buen presupuesto, que esté bien organizado y que sea capaz de ayudar a la sociedad.

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