Cracovia, la bella ciudad de Polonia

Cracovia es una de las ciudades más grandes, antiguas e importantes de Polonia. Situada en las márgenes del río Vístula. Durante siglos se cruzaron culturas, religiones, y conserva el elegante conjunto arquitectónico que se encuentra en el Casco Histórico. Fue la capital de Polonia desde 1138 a 1596 y su arquitectura es uno de los tesoros más preciosos en el mundo.

Cracovia tradicionalmente ha sido uno de los centros económicos, científicos, culturales y artísticos del país. Actualmente, Cracovia es un centro muy importante del turismo local e internacional, con más de ocho millones de turistas al año. El centro histórico de Cracovia fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. También fue Capital Europea de la Cultura en el año 2000.

Caminando por el Centro Histórico de la ciudad vieja se conservan más de 300 casas antiguas, iglesias, conventos y palacios. La universidad, la más antigua del país, data de 1364 y Nicolás Copérnico, el astrónomo polaco cuyo principio de que la Tierra gira alrededor del Sol constituye la base de la astronomía moderna, estudió en esta universidad de 1491 a 1494.

La iglesia de San Pedro y San Pablo es una iglesia católica de estilo barroco y se encuentra en la calle Grodzka. Fue construida entre 1597 y 1619. Es la iglesia de mayor tamaño del centro de Cracovia considerando el número de fieles que puede acoger, por ello se emplea frecuentemente para realizar conciertos de música clásica. Destacan las estatuas que representan a las 12 apóstoles situadas delante de la fachada principal, y la decoración con estucos del ábside.

Todavía se pueden ver monumentos arquitectónicos extraordinarios tales como la Catedral de Wawel, el Castillo Real, la Iglesia de Santa María, el atractivo edificio de Sukiennice (Lonja de los Paños), la Puerta de San Florián, el Fuerte Barbacana y la Sinagoga Vieja. Como en siglos pasados ahora los visitantes pueden seguir el Camino Real que empieza por la Barbacana y termina en la Colina de Wawel, la Acrópolis polaca.

La fortaleza Barbacana se construyó entre 1498-1499 durante el reino del Rey Juan Olbrach para reforzar la defensa de los accesos a la Puerta de San Florián. Es una construcción redonda de ladrillos con 130 puntos de tiro y siete torrecillas de observación. La entrada a la fortaleza se hacía a través de un puente elevadizo por encima de un profundo foso de 8 metros de ancho.

Desde aquí pasamos por la Puerta de San Florián, una construcción del siglo XV. A través de esta puerta pasaban los cortejos reales, así como las delegaciones extranjeras camino al Castillo Real de Wawel. La puerta se cerraba durante la noche con una reja de madera suspendida sobre cadenas de metal que se bajaba al anochecer.

El castillo de Wawel y la colina Wawel constituyen el lugar histórico y cultural más importante de Polonia. Durante siglos fue la residencia de los reyes de Polonia y símbolo del estado polaco. En la actualidad es uno de los mejores museos de arte del país. Fundado en 1930, el museo comprende diez departamentos responsables de colecciones de cuadros (incluida una importante colección de pinturas italianas del Renacimiento), grabados, esculturas, textiles (entre ellos la colección de tapices de Segismundo II Augusto), orfebrería, armas, armaduras, cerámica, porcelana Meissen y muebles.

En la parte de atrás del Castillo se visita la espectacular Catedral de Wawel, su nombre completo es Catedral Basílica de San Estanislao y San Wenceslao, el santuario nacional polaco, una basílica gótica que alberga muchas obras y objetos de arte de diferentes estilos y provenientes de diferentes épocas. También las tumbas reales, de obispos y sarcófagos de reyes polacos. Desde 1561 hasta 1629 la iglesia fue tomada oficial por los protestantes pero en 1662 pasó a los jesuitas, que en los siglos XVII y XVIII, le agregan los suntuosos muebles y decoraciones barrocas que todavía caracterizan el interior. Con la expulsión gradual de los jesuitas de la Silesia prusiana, la iglesia fue secularizada en 1772, cuando las autoridades prusianas lo convirtieron en un granero.

La iglesia fue profundamente reformada entre 1893 y 1895 pero perdió muchas de sus características arquitectónicas originales. El 25 de marzo de 2004, con la bula Multos fructus, el Papa Juan Pablo II, establece la Diócesis católica de Świdnica, y el edificio se convirtió en la catedral.

Siguiendo el recorrido llegamos al barrio judío (Kazimierz) localizado a unas pocas cuadras del Castillo. Fue fundado como ciudad en 1335 por el Rey Kazimierz el Grande y en la actualidad resalta la herencia judía con esplendidas sinagogas. Aquí se puede visitar la Sinagoga Vieja (Stara Synagoga) que se construyó a finales del siglo XIV en los estilos arquitectónicos gótico alemán y bohemio. La Sinagoga Vieja (Stara Synagoga) es la sinagoga más antigua que se conserva en Polonia. La estructura fue reconstruida en 1570 por el arquitecto italiano Mateo Gucci, quien le añadió una estética renacentista, y posteriormente fue renovada varias veces a lo largo de principios del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes se apoderaron del edificio y lo utilizaron como almacén, tiempo durante el cual se destruyeron los muebles y el techo. Hoy, la sinagoga reconstruida alberga un museo de historia y cultura judía; la colección incluye artículos ceremoniales judíos, cortinas de arca, adornos de la Torá y disfraces navideños y artículos de artesanía, así como una exhibición permanente sobre la vida familiar y privada llamada “Tradición y Cultura de los Judíos Polacos”.

Al final del recorrido y muy cerca de la Sinagoga Vieja, en la calle Szeroka No. 12, (12 Szeroka Street) se encuentra la casa donde nació Helena Rubinstein, la primera dama de los cosméticos, y que hoy es el Hotel-Restaurante Rubinstein. Al estallar la Primera Guerra Mundial, el matrimonio se mudó a Nueva York y ella abrió un salón de cosméticos en 1915, el precursor de una cadena que se extendió por todo el país.

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