La Covid presiona al fútbol portugués

Lisboa, 15 sep (EFE).- El fútbol portugués lucha contrarreloj por arrancar la nueva temporada este fin de semana y, mientras la Covid-19 sigue sumando positivos entre los diferentes clubes, la Liga trabaja para que los aficionados puedan regresar a corto plazo a los estadios, hecho que, de momento, no autoriza el Gobierno luso.

El mes de septiembre ha acelerado el número de positivos en Portugal y el fútbol no ha sido una excepción. Clubes como el Sporting de Portugal, Vitória de Guimarães o Gil Vicente han notificado jugadores contagiados en los últimos días, que deberán permanecer en cuarentena dos semanas, hasta que sus test den negativos.

Las pruebas previas a cada encuentro son las que ahora marcarán el futuro de cada partido, jornada a jornada.

La primera división de la Liga lusa arranca este viernes, 18 de septiembre, con los encuentros entre Famalicao-Benfica y Vitória de Guimarães-Belenenses.

El Vitória de Guimarães confirmaba este lunes el positivo de uno de sus fichajes, el angoleño Nelson da Luz, por lo que el resto de la plantilla estará muy pendiente de los test a los que se someterán antes del próximo partido.

La pandemia ha cambiado el espectáculo del fútbol en Portugal, donde los partidos son a puerta cerrada desde que regresaran las competiciones el pasado junio para concluir la temporada.

Ha habido varios intentos para volver a contar con público en las gradas y tanto clubes como la Liga lusa presionan a las autoridades para que coloquen al fútbol en el mismo escalón que otros eventos como los toros, el cine, el teatro o la música, donde sí se permite la presencia de espectadores.

Sin embargo, el primer ministro de Portugal, António Costa, permanece inflexible y en los últimos días elevó el tono para defender los partidos de fútbol a puerta cerrada, ya que "nuestro comportamiento en el cine es muy diferente a nuestro comportamiento en el fútbol", manifestó.

La viabilidad del fútbol se complica sin la presencia de la afición, aunque, tras el parón entre marzo y junio de las principales ligas mundiales, todos entendieron que sin los derechos televisivos apenas pueden sobrevivir los clubes y se acabaría pinchando la burbuja futbolística.

Si en las últimas semanas la Liga había intensificado el debate para que las autoridades sanitarias permitieran un regreso gradual de los aficionados a los estadios, ahora el foco se centra en cuántos jugadores con test negativo debe tener cada club para que se disputen los encuentros.

Es el caso del partido en el que, a priori, se medirán el Sporting de Portugal y el Gil Vicente el próximo sábado.

Todo el Gil Vicente -jugadores y técnicos- está aislado porque 15 miembros (10 de ellos jugadores) han dado positivo, mientras el Sporting notificó 8 positivos, de los que 7 son jugadores.

En las últimas horas, el presidente de la Liga, Pedro Proença, se mostró optimista con el arranque liguero previsto para el viernes, tras reunirse con el secretario de Estado de Salud, António Sales, y con el secretario de Estado de Deporte, João Paulo Rebelo.

"Si el cuadro epidemiológico lo permite, comenzaremos la Liga", afirmó Proença, que no desiste de la presencia de público en próximas jornadas.

La Liga habría presentado incluso a la Dirección General de Salud (DGS) un plan para la vuelta gradual de los aficionados a los estadios que podría comenzar a partir de la cuarta jornada con la presencia de 5.000 espectadores en el clásico entre Sporting y Oporto del 18 de octubre, según publica hoy el diario deportivo "Record".

Mientas tanto, las autoridades portuguesas no cambian el discurso sobre el regreso de los aficionados a los estadios. "Todo dependerá de la evolución epidemiológica", insiste António Sales.

Portugal suma 64.596 positivos y 1.871 fallecidos desde que comenzó la pandemia.

Carlos García

(c) Agencia EFE