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Covid: Directores de centros privados de salud reclaman poder completar la vacunación del personal

El personal de salud tuvo prioridad en la vacunación, pero todavía no alcanzó a todos
Salud BAP

La vacunación contra Covid-19 en los centros privados con internación, de atención ambulatoria o diagnóstico del país alcanza recién al 38% del personal necesario para atender las consultas más allá de la enfermedad por el nuevo coronavirus, de acuerdo con una declaración de los directores médicos de esas instituciones.

Una encuesta hecha la semana pasada en 62 instituciones representadas en la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (Adecra-Cedim) ubicó en poco menos del 40% la cobertura de sus planteles con por lo menos una dosis y todavía en menos la cantidad que pudo completar las dos dosis desde que arrancó la campaña de vacunación, en diciembre pasado.

“A la fecha, es bajo el porcentaje total de los planteles de servicios de salud en centros privados que recibieron al menos una dosis de vacuna. Y la proporción que recibió una segunda dosis es del 24%”, resumió a través de un comunicado la comisión de directores médicos que llevó adelante la encuesta con datos relevados hasta el miércoles de la semana pasada. “El porcentaje de vacunación promedio en los centros del sector en la ciudad de Buenos Aires es del 37%, en el Gran Buenos Aires es del 32% y en el interior del país es del 51%”, se agregó.

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La principal queja apunta a que el plan estratégico de vacunación para Covid-19 que trazó el Ministerio de Salud de la Nación había ubicado en primer lugar al personal de salud, seguido luego de los adultos mayores y, recién entonces, otras profesiones o tareas con alto riesgo de exposición al contagio. Con el retraso en la llegada de dosis, también se fue reacomodando aquel plan inicial, salteando etapas y poniendo en espera a algunos de los grupos priorizados.

“Si el promedio de la cobertura es del 38%, significa que hay una gran proporción de personal de apoyo imprescindible aún sin inmunizar, como los cirujanos, los kinesiólogos, los traumatólogos o el personal administrativo, entre otros, que integran un universo sin el cual se resiente la capacidad operativa del sistema de atención y diagnóstico. No entendemos que se haya abierto el acceso a la vacunación a otras profesiones que deberían tener el segundo turno, luego de completar la vacunación del personal de salud”, dijo Gerardo Bozovich, coordinador de la Comisión de Directores Médicos de Adecra-Cedim y director del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT).

La cámara que nuclea a los responsables médicos de los sanatorios, las clínicas y los centros de atención ambulatoria y de diagnóstico de enfermedades que llegan a demandar alta complejidad ya había difundido en diciembre pasado un informe sobre la recuperación “extremadamente lenta” de la atención de enfermedades no Covid-19, tras la caída de un 75% en abril pasado con las restricciones impuestas debido a la pandemia.

El plan nacional de vacunación incluye a seis grupos prioritarios
Mauro V. Rizzi


El plan nacional de vacunación incluye a seis grupos prioritarios (Mauro V. Rizzi/)

Esa recuperación, de acuerdo con la entidad, “se normalizó recién a partir de diciembre en la mayoría de los servicios” en los centros privados.

En cifras

La cobertura del personal de los centros privados con alguna de las vacunas para Covid-19 disponibles en el país varía de acuerdo con el área de trabajo, como también sucede en los otros subsectores del sistema sanitario.

Demetrio Thalasselis es cardiólogo y director médico de Leben Salud, un grupo integrado por cinco centros de atención de alta complejidad y diagnóstico por imágenes de Neuquén y Río Negro. Es una de las entidades que participó del relevamiento de Adecra-Cedim con más de 900 profesionales, administrativos, enfermeros, técnicos y personal auxiliar. “Hasta el viernes pasado, había recibido por lo menos una dosis el 30% de la nómina, con el personal de salud en un 50% de acuerdo con el nivel de exposición –dijo en diálogo con LA NACION–. En las unidades de terapia, casi el 100% del equipo recibió la vacuna”.

El relevamiento de Adecra-Cedim indica, como era de esperar, que la cobertura entre médicos y enfermeros de las unidades de terapia intensiva (UTI) y de internación general es mayor que en otros puestos: el 72% en las UTI y el 57% en las salas de cuidados generales.

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“Estas cifras no brindan tranquilidad, ya que el funcionamiento de las instituciones de salud es imposible contando solo con médicos y enfermeras”, sostuvieron los directores al presentar los resultados.

El 89% de las instituciones relevadas son con internación y el 11% restante, sin internación. Nueve solicitaron no difundir el nombre.

“Necesitamos que se refuerce el acceso a vacunar a los planteles de salud –continuó Bozovich en diálogo con LA NACION–. Tenemos un 10% que no concurre por ser población excluida por factores de riesgo y necesitamos recuperarlos para reforzar la atención. Esta semana fallecieron dos profesionales [por María Rosa Fullone y Carlos Sereday] y todos tenemos personal internado en estado delicado. Esto produce una baja en la capacidad asistencial que debemos recuperar porque no solo estamos atendiendo Covid-19, sino también el resto de las patologías que están con una demanda contenida. Hoy, estamos notando la presión de los pacientes por acceder a la atención de las enfermedades no transmisibles y crónicas”.

Es en ese contexto que Adecra-Cedim hizo la encuesta para respaldar su reclamo de acceso a más dosis antes de que empiece la temporada de frío. “Necesitamos sumar la vacunación de los planteles al resto de las medidas de protección como un elemento más para reducir los riesgos”, agregó Bozovich, que también extendió ese pedido a las instituciones para que “asuman el compromiso de remitir al personal a los centros de vacunación” y, al personal, de vacunarse.

Las dosis de Sputnik V fueron las primeras en ser aplicadas en la Argentina y las recibieron trabajadores de la salud
Hernán Zenteno


Las dosis de Sputnik V fueron las primeras en ser aplicadas en la Argentina y las recibieron trabajadores de la salud (Hernán Zenteno/)

“Hay pocos casos de objeción en el sector privado y, como con el resto de la población, la reticencia está disminuyendo a medida que pasa el tiempo –indicó–. Al inicio de la campaña hubo reserva y precaución frente a la necesidad de contar con más transparencia en la comunicación. En los equipos de salud hay muchos agentes capacitados para interpretar los resultados de los ensayos clínicos. Ahora, con más población vacunada en el mundo, también contamos con más información a varios meses de iniciada la inmunización.”

El 24% de los centros privados va recibiendo dosis para vacunar a su personal a medida que llegan los envíos de la Nación a las provincias, mientras que el resto deriva a sus trabajadores a los hospitales o los centros extrahospitalarios que coordina el sistema público de salud de cada jurisdicción.

La autorización para vacunar depende de varios requisitos, como el tamaño de la dotación, si se posee vacunatorio, si se puede garantizar la logística de las dosis con la custodia de la cadena de frío y si se posee personal idóneo para administrarlas. “Son pocos los centros que pueden vacunar en sedes propias, apenas uno de cada cuatro; la mayoría los deriva después de informar su nómina a las autoridades sanitarias de cada distrito que son las que asignan el lugar”, explicó el coordinador de la Comisión de Directores Médicos de Adecra-Cedim.

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En los centros que coordina Thalasselis derivan al personal al dispositivo del sistema público de salud de Río Negro y Neuquén. “Vacunamos a casi todos médicos y enfermeros de terapia intensiva, donde tuvimos que crecer al doble de la capacidad de camas (de 20 a 60), pero estamos más atrasados con la vacunación del personal no médico, como marca la encuesta –indicó–. Es necesario tener a todo el personal, incluido los que tienen más edad y factores de riesgo, que están desde hace un año sin volver a la actividad. Tenemos que recuperar a todos para funcionar con un aumento de la demanda que había quedado contenida por la pandemia, sobre todo las enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares y las oncológicas”.