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Costa Rica: ven cambio cultural tras unión gay

José Meléndez, corresponsal

SAN JOSÉ, Costa Rica, mayo 27 (EL UNIVERSAL).- Tras salir del clóset, lograr sitios de privilegio en estratos políticos, gubernamentales, legislativos, judiciales, electorales, diplomáticos, empresariales, sindicales, culturales, deportivos y mediáticos y vencer los amagos conservadores de los ámbitos religiosos, partidistas y sociales, la fuerza LGBTTI se consolidó ayer como un poder creciente en Costa Rica con la legalización del matrimonio civil igualitario.

A los 00:08 minutos de este martes (01:08 en el centro de México), las costarricenses Alexandra Quirós y Daritza Araya se dieron el sí en la primera boda entre personas del mismo sexo en el país, que se convirtió en el primero en Centroamérica en reconocer esas uniones.

"Los grupos LGTBIQ han sido habilidosos: una estrategia y una táctica exitosas, aun siendo minoría", afirmó el politólogo y analista costarricense Claudio Alpízar, director del ENCO Comunicación y Asesoría Política. Al recordar que permearon "en poderes e instancias del Estado" y medios costarricenses para divulgar "sus intereses primordiales", adujo que "lograron acuerdos políticos que se materializan (…) con el matrimonio homosexual.

"Independientemente de que uno esté o no de acuerdo con sus prerrogativas y exigencias, hay que reconocer que han sido muy articulados en todos los sectores del país", dijo a EL UNIVERSAL.

En noviembre de 2017, y a consulta de Costa Rica, la Corte Interamericana de Derechos Humanos exigió garantizar el matrimonio y "la protección de todos los derechos" de las parejas del mismo sexo. En acato al fallo, la Sala Constitucional concedió 18 meses a la Asamblea Legislativa (Congreso unicameral) en agosto de 2018 para modificar el Código de Familia.

El plazo venció y, automáticamente, en el primer segundo de ayer quedaron derogados los elementos del Código que impidieron esas uniones, ya que la Asamblea tampoco tramitó ninguna ley referente.

El pastor evangélico Eduardo Cruickshank, presidente de la Asamblea, fracasó en bloquear la variante legal, recalcó que la unión de un hombre y una mujer es la base de la sociedad y defendió que la estructura familiar tradicional es la que le complace "a nuestro padre celestial".

El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, instó a "combatir" cualquier discriminación por discapacidad, etnia, cultura, religión, sexo, identidad y expresión de género u orientación sexual.

"Este cambio [en la ley] provocará una transformación social y cultural del país que permitirá a miles de personas casarse frente a un abogado para reconocer derechos de pareja como herencias, pensiones, decisiones médicas, entre otros".