Costa Rica firma una ley para garantizar el acceso al agua como derecho humano

San José, 5 jun. (EFE).- El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó este viernes, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, una ley que garantiza el acceso al agua como un derecho humano básico, esencial e irrenunciable.

La Ley 9849 es una adición de un "Párrafo al Artículo 50 y de un Transitorio al Título XVlll, de la Constitución Política, para Reconocer y Garantizar el Derecho Humano de Acceso al Agua”.

“La firma de esta ley se da en un contexto de emergencia nacional (por la COVID-19), colocando la salud de las personas por delante de cualquier interés. Hoy Costa Rica asume este derecho como propio y por medio de la Constitución Política”, afirmó Alvarado.

La legislación, discutida por casi dos décadas, fue sancionada en el Parque Nacional Tapantí–Macizo de la Muerte (centro), uno de los sitios más lluviosos de Costa Rica, y cuya topografía facilita la presencia de más de 150 ríos que suministran agua para el aprovechamiento de los costarricenses.

La disposición declara el acceso al agua como un derecho humano y establece que el agua es un bien de la Nación y que su acceso es un derecho básico, irrenunciable y esencial para la vida. Por ello, el abastecimiento para consumo de las personas y las poblaciones tendrá prioridad sobre otras acciones.

El ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, durante el acto oficial brindó una felicitación a los diputados del Congreso “por la decisión histórica en un momento trascendental" para el país.

“Este es un gran paso y ahora debemos marchar unidos hacia el siguiente paso que es reformar la ley marco y de Aguas (...) Frente a un escenario como el que vivimos por causa de la pandemia y ante los cercanos escenarios generados por los embates del cambio climático, este es uno de los temas país más importantes, el abastecimiento de agua y tratamiento de aguas servidas”, expresó Rodríguez.

Las autoridades costarricenses bajo el lema “Por la Naturaleza”, destacaron la necesidad de los países por impulsar que las naciones deben enrumbarse cada día más hacia un desarrollo sostenible robusto, resiliente y donde las soluciones basadas en naturaleza y la lucha contra el cambio climático tengan un papel preponderante.

(c) Agencia EFE