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Coronavirus en Tucumán: la conmovedora despedida de un médico que había denunciado fallas en el sistema y murió de Covid-19

Bronca, dolor, llanto y un aplauso ensordecedor, fueron los sentimientos que se repitieron entre profesionales, amigos y pacientes de un cirujano tucumano que había denunciado los problemas de la provincia norteña para enfrentar la pandemia del coronavirus Covid-19, por la que terminó muriendo él mismo esta mañana, en el centro de salud donde trabajaba.

Jesús María Amenábar era médico cirujano y, meses atrás, había tomado protagonismo político luego de que denunciara graves fallas en los protocolos para tratar a pacientes con el virus SARS-CoV-2 en Tucumán.

Ese mismo virus fue el que terminó matando al cirujano, que debió ser internado en Hospital Centro de Salud de la capital tucumana, desde donde compartió una emotiva y dura carta hace casi dos semanas. Allí agradecía a sus colegas y cuestionaba a las autoridades provinciales. Incluso, en su lecho de muerte, fue denunciado por un parlamentario oficialista.

Las líneas que había escrito Amenábar a fines de agosto y se volvieron virales, decían: "Los que me están tratando son héroes y heroínas de la salud. Como los granaderos a caballos con Martín Miguel de Güemes y Juana Azurduy. Nadie los conoce. No salen en los diarios. Entran a la boca del lobo, a riesgo de morir por Covid-19 y dejar hijos huérfanos, a salvar la vida de gente que no conocen. Y por sueldos de $19.000 una empleada de limpieza, $30.000 una enfermera o $70.000 un médico. Juegan a la ruleta rusa en turnos de 8 horas, tres veces a la semana. El jueves 27 a las 10 murió en la habitación al lado mío una joven de 22 años con una carga viral para matar varias personas. Hizo tres paros cardíacos. La reanimaron las tres veces, maniobra en la que la posibilidad de contaminación es máxima".

"Un nabo semioligofrénico entra de raso a alguna repartición pública con el único riesgo de desarrollar callos glúteos sentado en un escritorio, acomodado por un puntero y gana cuatro sueldos de esa empleada. Este país está perdido. Los quiero a los residentes. Deben estudiar inglés e irse del país. Esto no tiene arreglo", había escrito el médico, y agregó: "Se jubiló Vicente Potolicchio cirujano de excelencia, jefe de cirugía del Hospital Padilla. Mejor persona. Trabajó 40 años. Fue a cobrar a la caja de jubilaciones y le dieron su primera jubilación de $8500. Y el que le entregó el cheque le dijo serio: 'Buena renta'" (sic)".

Amenábar también recordó: "La jubilación de Rosa Pasqualini es más o menos la de una empleada domestica. Este país está perdido. Ahora los que me están tratando a mí hacen de médicos, enfermeras, kinesiólogos a la vez ejercen de consejeros de ayuda espiritual, un filósofo de la vida, dadores de ánimo consuetudinarios y consejeros espirituales. Gente increíble. Así es esta cruda realidad inimaginable".

Tras su muerte, desde el Ministerio de Salud Púbica de Tucumán, emitieron un escueto comunicado en el que dicen: "El Ministerio de Salud Pública lamenta informar el fallecimiento del doctor Jesús Amenábar, quien se encontraba internado en Terapia Intensiva del Hospital Centro de Salud en Asistencia Respiratoria mecánica, cursando un cuadro de neumonía grave por Covid-19. El sistema de salud acompaña a su familia y la comunidad hospitalaria en este difícil momento".