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Coronavirus. El rugbier argentino que se recibió de médico y es voluntario en Valladolid: su experiencia en medio de la pandemia

Fue en busca de un desafío y se cruzó con otro mucho mayor. Sacha Casañas, ex segunda línea de Hindú, está en España combatiendo contra el coronavirus. Viajó con la idea de plasmar sus dos pasiones: jugar profesionalmente al rugby y realizar las prácticas para avanzar en su carrera como médico. Terminó alistándose como voluntario para hacerle frente a la crisis sanitaria que atraviesa ese país ante la propagación de la pandemia. Después de varios días de espera y ansiedad, el miércoles comenzó a prestar servicios en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

"Si uno estudia medicina, las razones para ofrecerse como voluntario son muchas. Para mí es una cuestión de vocación, de ayudar a pasar este momento". Casañas justifica así su elección de meterse en el ojo de la tormenta. "Fueron muchos años de estudio, años complicados, de mucho sacrificio. Prima la idea de ayudar. Los sistemas de salud están colapsados, los médicos están agotados. Habiendo estudiado ocho años, hay muchas cosas que puedo hacer para ayudar".

España es el país con más víctimas per capita causadas por la Covid-19 (23,4 cada 100.000 habitantes, según el New York Times) y el segundo con más víctimas en total (11.744). Casañas llegó allí por segunda vez en agosto para jugar profesionalmente en el VRAC de la primera división y, habiendo completado la carrera de medicina en la UBA, también con la intención de hacer la residencia en traumatología. El destino le tenía deparado un desafío mayor.

Los sistemas de salud en España están colapsados, los médicos están agotados. Habiendo estudiado ocho años, hay muchas cosas que puedo hacer para ayudar.Sacha Casañas, rugbier y médico argentino

"Acá el clima está bastante tenso", relata. "Ya nos hemos encontrado con varios pacientes que llegan con síntomas muy inespecíficos y cuanto más vas estudiando y preguntando, más candidato a estar infectados están. Cada vez más gente va a consultar, es una locura".

Cuando se desató la pandemia, Casañas no dudó en anotarse como voluntario. Lo aceptaron enseguida, aunque tardaron en llamarlo a ejercer. "Estaba muy ansioso. A cada rato revisaba el mail a ver si me llamaban. Era desesperante estar todo el día encerrado leyendo: el protocolo, las noticias. Mi mujer no me soportaba más. Cuando me contestaron me emocioné un montón", cuenta Sacha, de 26 años.

En los primeros dos días de trabajo, la actividad fue muy intensa. "Estoy en la zona que denominan limpia, donde en teoría va toda la patología no respiratoria o donde no hay una sospecha inicial de infección por Covid", explica. "Todos los pacientes pasan por un traje especial en donde se separan aquellos casos sospechosos, y el resto nos los mandan a este sector. Obviamente estamos protegidos, porque muchas veces los síntomas pasan desapercibidos al principio, y ya nos hemos encontrado con muchos que consultaban por algo y después terminaban yendo para el otro sector".

Como médico, Casañas está especialmente expuesto. Aproximadamente el 15% de los infectados son trabajadores de la salud. Eso nunca lo asustó. Al contrario, lo minimiza. "Esa cifra es relativa. Está tan generalizado el nivel de contagio que si uno reporta síntomas leves, no se le hace testeo. Hay muchos más infectados de los que se dice. En cambio, al personal de salud se lo testea ante el mínimo síntoma, entonces el porcentaje se eleva. Yo estudié ocho años sobre enfermedades, pero también sobre medidas de seguridad".

Casañas fue una de las figuras del Hindú multicampeón de los últimos años. Debutó en primera en 2014 y pasó por el seleccionado de Buenos Aires y Argentina XV. Todo sin descuidar su carrera de medicina: "El rugby era todo para mí hasta que a los 15 años me rompí la rodilla. El médico que me operó me ayudó mucho y ahí descubrí mi vocación. Seguí jugando, pero cuando terminé el secundario mi prioridad pasó a ser el estudio. Muchas veces no me podía quedar al tercer tiempo y pasé noches enteras sin dormir. Al mismo tiempo empezamos un emprendimiento de catering con mi novia, que ahora es mi mujer, que demandaba tiempo sin que me impidiera seguir entrenando y estudiando".

En 2017 fue por primera vez a jugar a Valladolid, pues el club le ofreció pagarle los estudios, pero no pudo seguir con la carrera ya que no consiguió certificar las materias aprobadas aquí. Entonces regresó a la Argentina, se recibió de médico sin dejar de jugar y luego sí volvió a España. Pensaba jugar, pensaba hacer la residencia. Está luchando contra el coronavirus.