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Coronavirus. Frans de Waal: "Los mamíferos tienden a pelear menos ante un peligro en común"

"Esta crisis es producto de nuestra arrogancia",dice el naturalista Frans de Waal, uno de los máximos expertos en primates del mundo. Nos creemos superiores, nos creemos amos de la Tierra, pero en el fondo actuamos como lo que somos, como animales. En rigor, aclara el holandés, peor. Tenemos mucho que aprender de ellos en estos tiempos pandémicos.

"Creemos que somos racionales, pero reaccionamos de un modo muy emocional a las cosas", explica el catedrático holandés a LA NACION desde su casa en Atlanta, Estados Unidos, desde donde nos urge a vernos "como parte del mundo natural", a asumirnos como animales grupales, para acaso de ese modo absorber varias lecciones valiosas.

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¿Un ejemplo? "En un grupo de primates, si un macho ataca una hembra, el resto reaccionará y detendrá la agresión", cuenta. Y si hablamos de liderazgos, mejor observemos cómo actúan los machos y hembras alfa. "Mantienen el orden en la comunidad y ayudan a los débiles", resume. Por el contrario, entre los humanos "hubo mucha irracionalidad durante la pandemia", lamenta De Waal, aunque prefiere quedarse con algunas aristas positivas de esta crisis. "Demostró que podemos cambiar el resultado de nuestras acciones".

-¿Qué podemos o debemos aprender de otros animales al lidiar con esta pandemia?

-Cuando la pandemia comenzó, escuchamos a muchos decir que viviríamos en un mundo "darwiniano", donde la gente competiría entre sí por sobrevivir y algo de eso pasó en los supermercados, por ejemplo, pero aun así creo que es la idea equivocada. Vimos que la gente fue bastante cooperativa. En muchos países como Italia o en ciudades como Nueva York, las personas se mostraron agradecidas con el personal del sistema de salud y dispuestas a colaborar entre sí. Eso es algo que puede sorprender a algunos, pero que también vemos en los mamíferos. A menudo pensamos que siempre competirán hasta la muerte, pero no es así. Cuando los monos babuinos afrontan una sequía y no encuentran agua para beber, pensaríamos que pelearían más, pero de hecho pelean menos. Ahora sabemos que es para reservar energía en momentos en que no les sirve en absoluto pelear entre ellos. Los mamíferos tienden a pelear menos ante un peligro en común y tienden a cooperar más entre ellos. Evolucionamos como una especie social porque nos va mejor en comunidad que en soledad y por eso somos animales grupales, del mismo modo que muchos mamíferos viven y se mueven en grupos. Porque les va mejor en grupos y las privaciones los une más aún. Así que eso es lo interesante de todo esto: la gente tiende a juzgar mal a los animales porque tiene la impresión que la naturaleza es dura y competitiva, pero no es así necesariamente.

-Estimo, entonces, que lo que vimos hasta ahora reforzó su visión sobre humanos y animales.

-Si hablamos sobre mi rechazo a esa falsa creencia de que los humanos somos "superiores" a muchos animales, sí, la reafirmó. Pienso que esta crisis es producto de nuestra arrogancia, al igual que la crisis del cambio climático. Los humanos creemos que estamos separados de la naturaleza, que podemos hacer lo que nos place, que somos los "reyes" de la selva y que todo estará bien porque Dios nos puso sobre la Tierra para que extendamos nuestro señorío sobre el mundo. Pero la crisis climática, la extinción de tantos animales y lo que ocurre ahora con el Covid-19, que proviene de comer ciertos animales, nos muestra que no podemos hacer todo lo que queramos. Debemos vernos como parte del mundo natural, en vez de vernos como algo distinto a los animales. Somos básicamente animales en un mundo animal, aunque eso resulte bastante difícil de entender para muchos porque nuestra filosofía y religión nos siguen diciendo que somos "especiales", que somos "únicos", que somos distintos de todo lo demás, aunque los biólogos como te dirán que somos animales y parte de un gran ecosistema.

-¿Alguna vez fue convocado a hablar ante líderes del G-7 o G-20?

-[Arquea las cejas] No. [Risas] Suelen llamar a economistas.

-Se lo planteo porque vi su charla TED sobre los machos y hembras "alfa". ¿Qué podríamos aprender de ellos? ¿Qué podrían aprender ciertos líderes humanos de ellos?

-[Sonríe y asiente] Tenemos la impresión equivocada que el macho "alfa" debe ser fuerte, decidido, atractivo y que no necesita preocuparse mucho por los demás. O sea, básicamente, la imagen misma del "bully", del matón. Por supuesto que conozco algunos así, incluso entre los primates. A veces ocurre que hay machos "alfa" que son matones, pero a esos usualmente no les va muy bien porque al grupo les desagrada, por lo que en cuanto surge una oportunidad de reemplazarlo por otro macho, ayudarán al desafiador. Es decir, como en un proceso democrático. Por el contrario, los buenos líderes son muy distintos. Son machos que mantienen el orden en la comunidad, que ayudan a los débiles y que pueden mantenerse al frente durante largo tiempo porque todos lo apoyan. Y esto mismo ocurre entre las hembras "alfa" de todos los primates porque las jerarquías de machos y hembras corren por separado.

-En esa línea planteó similitudes entre el abordaje comunitario que se da entre las hembras de ciertos primates y el movimiento Me Too. ¿Cómo es eso?

-Me Too es, en su esencia, una movilización de solidaridad entre mujeres que lidian con las agresiones y el acoso de hombres, y eso replica un patrón muy propio de los bonobos. Las hembras bonobos dominan a los machos de manera colectiva, no individual, y eso les permite evitar que alguno de los machos intente acosarlas. Así que podríamos decir que Me Too es algo bien sabido y aplicado entre los bonobos.

-¿Y hay alguna conducta animal que podríamos tomar como referencia al afrontar la pandemia?

-Sí, la pandemia resulta interesante porque hemos aplicado pautas de distanciamiento social, evitando el contacto físico y la proximidad física, lo cual interfiere con nuestra esencia biológica ya que como primates somos animales de contacto. Nos encanta estar juntos, nos gusta estar en grupos y evolucionamos de animales que se movían en grupos. Así que diría que la cuarentena tiene consecuencias negativas para la sociedad humana. Otro problema es que la pandemia genera más violencia doméstica. Los humanos somos seres tan extraños. porque nos dividimos en pequeñas familias y cada una se recluye en su propia casa, lo que genera situaciones donde los abusos resultan más fáciles. Por el contrario, en un grupo de primates, si un macho ataca una hembra, el resto reaccionará y detendrá la agresión. Pero si tenés familias aisladas, tendrás más abusos domésticos.

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-¿Qué le preocupa más del escenario pospandémico?

-Hmmm. [Medita unos segundos] Creo que veremos muchos cambios, en especial aquí, en Estados Unidos. Aquí afrontamos el problema del racismo y la pandemia al mismo tiempo. Creo que se avecinarán cambios sociales con implicancias enormes, es probable que tengamos un cambio de gobierno y que surjan nuevas ideas sobre cómo implementar un mejor sistema de salud, entre otras opciones. Pero en términos globales, espero que esta pandemia aumente la cooperación internacional porque hasta ahora, cada nación aplicó su propia respuesta a la pandemia.

-¿Percibe algo esperanzador?

-Sí, creo que la gente aprendió dos cosas. Aprendió que no podemos hacer con la Tierra lo que queramos, que debemos ser más modestos y entender mejor que somos parte de un gran ecosistema en el que no podemos hacer lo que nos plazca. Y que si detenemos la maquinaria económica podemos ver cómo la naturaleza comienza a revivir, los océanos reviven y bajan las emisiones de dióxido de carbono, lo que nos demuestra que sí es posible afrontar el calentamiento global. Si todos cambiamos nuestra conducta, el mundo cambia.

-¿Hay alguna pregunta que no le planteé y desearía abordar?

-[Calla por unos segundos] Lo que es interesante es que como especie nos consideramos seres racionales, podemos vislumbrar el futuro y nos sentimos muy orgullosos de que podemos tomar decisiones de manera racional. Pero si vemos lo que ocurre, vemos que hubo mucha irracionalidad durante la pandemia. Hay gente que incluso niega los riesgos que conlleva esta enfermedad, a pesar de toda la evidencia. ¡Lo niega! ¡Afirma que se irá sola! Y lo sostiene a pesar de que todos los expertos dicen que esta pandemia no se detendrá sola. Pero las personas tienen esas ilusiones. Lo encuentro muy interesante. Somos una especie racional, pero aquí tenemos un gran problema que debemos afrontar y tenemos todas esas soluciones irracionales. Ahí tenemos otra gran lección como especie: creemos que somos racionales pero reaccionamos de un modo muy emocional a las cosas.