Coronavirus: Florencia pide ayuda para sobrevivir ante la falta de turistas

ROMA.- Florencia, cuna del Renacimiento y joya del arte, pide a viva voz ayuda. "Estamos de rodillas, para nosotros esta es una nueva inundación, como la de 1966. Y hoy, como hace 54 años, como dijo el alcalde de entonces, 'Firenze necesita del mundo porque el mundo aún necesita de Florencia', en un llamado a todos los mecenas y a aquellos que aman a Florencia para que ayuden a salvar a la ciudad", clamó el intendente Dario Nardella, en referencia a la pandemia del nuevo coronavirus.

"Contribuyan a un Fondo para el renacimiento, ayúdennos a volver a ver la luz después del fango", pidió, en una entrevista al Corriere della Sera.

Como otras ciudades-joyas de Italia, como Venecia y Pisa, Florencia se encuentra al borde del colapso tras los dos meses de bloqueo debido al coronavirus y la desaparición de hordas de turistas de todo el mundo que solía invadirla en cualquier época del año.

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"Hay un déficit de casi 200 millones de euros", reveló Nardella, que admitió que la ausencia de visitantes extranjeros significó una caída estrepitosa de las entradas y denunció que el dinero prometido por el gobierno de Giuseppe Conte aún no llegó. "Estoy enfurecido y muy preocupado: no tengo plata para pagar la manutención ordinaria de monumentos e inmuebles y es por eso que pensé que tenemos que salir de esta situación solos", afirmó.

Ni bien volverán a abrirse las fronteras de Italia al mundo -nadie sabe bien cuándo, ya que el contagio, aunque se frenó, sigue; hoy la Protección Civil reportó otros 516 casos de coronavirus y 87 muertos, que elevaron el total a 33.229-, Nardella tiene planeado iniciar un tour internacional para recolectar fondos privados para su ciudad.

"La primera etapa será en China, que fue el país más solidario con Florencia, donando rápidamente barbijos y respiradores. Después iré a Nueva York, Los Angeles, Japón, Hong Kong, Taiwán, India, para cerrar en Londres, Berlín y París", contó. Quienes ayudarán a Florencia, detalló, se volverán "embajadores de una de las capitales de la cultura del mundo". "Y nosotros garantizaremos el máximo empeño para construir un nuevo humanismo, repensando radicalmente el modelo de ciudad en donde floreció el Renacimiento", aseguró.

En el Ponte Vecchio, todo cerrado

El pedido de ayuda de Nardella es lógico. Para dar una idea de la hecatombe, después de la cuarentena las famosas joyerías del Ponte Vecchio nunca volvieron a levantar sus persianas. "Si no vuelve la gente, nosotros no reabrimos. El hecho de que el flujo turístico, sobre todo extra europeo, no volverá en el corto plazo es un daño económico enorme", explicó Giuditta Biscioni, presidenta de la Asociación Ponte Vecchio, que reúne a los orfebres. "Las aperturas sin reducciones de impuestos, con los alquileres que tenemos que pagar, son insostenibles", agregó.

Monseñor Timoty Verdon, historiador del arte norteamericano que vive en Florencia desde hace más de 50 años, donde se ordenó sacerdote, pintó un panorama igual de desolador, en una entrevista vía Facebook con socios de la Asociación de la Prensa Extranjera. Verdon, que es director de la Opera del Duomo Museo de Florencia, uno de los pocos de Florencia que ha reabierto el 18 de mayo, destacó que de los 2,25 millones de visitantes que suele tener por año, el 85% es extranjero y sólo un 15%, italiano. "Por eso hasta que no se reabran las fronteras la situación es desesperada: nosotros no contamos con ayuda estatal, vivimos de los turistas que pagan entrada. Pero sabemos que, aún cuando las fronteras se reabran, el número de visitantes seguirá siendo muy bajo y seguirá así hasta cuando no tengamos la seguridad de que el coronavirus no vuelva o haya una vacuna", vaticinó.