Coronavirus: fabrican hornos crematorios móviles para frenar el colapso en Bolivia

LA PAZ (AP).- Se vieron muertos apilados. Muertos en las calles. Muertos abandonados ante la falta de posibilidades. En Bolivia la crisis por la pandemia del coronavirus hizo desastres y las autoridades afirman que aún no se alcanzó el pico. Hasta el momento el país registra 80.153 casos positivos y 3153 decesos. Y esperan más.

En medio de este escenario, un letrero dice y llama la atención: "Hornos crematorios móviles". Está colgado sobre un gran aparato y es transportado por un camión entre las calles de La Paz. Es una publicidad dirigida a las autoridades de ciudades que carecen de estos equipos y que se vieron desbordadas por la creciente demanda de familias de fallecidos.

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El ingeniero Carlos Ayo es miembro de la empresa que ofrece este servicio. Asegura: "Pensar que en ocasiones ha habido 30 muertos, 50 muertos apilados. o que los cadáveres amanecen botados en las calles.. Esto es porque las familias no tienen los recursos o no están encontrando dónde llevarlos a enterrar o a cremar, por eso acaban en las calles, para no contaminarse''.

Ayo contó además que la iniciativa surgió en marzo cuando la pandemia se expandía y comenzaron a verse cuerpos en las calles en otros países. Y que fue poco después que esas escenas se repitieron primero en América Latina y después en su país. Por eso tomaron esta decisión, por el acelerado incremento de los muertos en Bolivia. Eso fue lo que motivó a este grupo de empresarios mineros a incursionar en la fabricación de estos hornos que pueden ser trasladados a la ciudad que más los necesite.

El horno tiene un costo de 45.000 dólares y crema entre 12 y 15 cuerpos usando un tanque de gas por cada uno. El proceso cuesta una cuarta parte de lo que ofrecen los servicios fúnebres públicos y privados. Ayo agregó asimismo que ya negocian la venta en varias ciudades y que también tienen pedidos desde el sur de Perú, en la frontera con Bolivia.

"Nosotros fabricamos los hornos", aclaró, ya que en varios lugares se interpretó que ellos realizaban la cremación. "En un día hemos recibido 200 llamadas buscando cremaciones, esa es la necesidad".

La situación en la capital

Martín Fabri es director de Empresas de la Alcaldía de La Paz y explicó que sólo en julio el principal cementerio de la ciudad realizó 2000 servicios funerarios -incluidas cremaciones-, mientras que antes de la pandemia no superaban los 500. La falta de capacidad para hacer frente a la demanda obligó a emitir una disposición que establece que ya no se recibirían fallecidos de otras ciudades.

"No todos los fallecidos tienen la confirmación de la enfermedad, pero nosotros tomamos los recaudos", agregó. Según Fabri el horno crematorio móvil es una buena opción, siempre que cumpla los parámetros ambientales.

Según el Ministerio de Salud, en la última semana de julio hubo más de 80 muertos diarios. Los primeros días de agosto se registró un récord de 89. El brote golpeó al precario sistema de salud y los servicios fúnebres de Bolivia, uno de los países más pobres de la región. Sólo sus ciudades principales tienen hornos crematorios.

Una de las zonas más castigadas es Cochabamba, en el centro del país, donde los ataúdes permanecían en los domicilios a veces por más de seis días y los fallecidos se acumulaban en las calles ante el colapso de los servicios fúnebres.

Ante la emergencia, el gobierno interino de Jeanine Áñez activó un protocolo que establece que los cuerpos de los fallecidos por coronavirus pueden ser enterrados en tierra, nichos o fosas comunes y que la cremación es necesaria en los municipios que tengan ese servicio.