Coronavirus: la primera experiencia escénica tuvo bocinazos en vez de aplausos

Escenario 1: el 17 de mayo la banda de rock Bravos Muchachitos 60 personas asistieron al bar Zeppelin un bar de la capital de Jujuy a la primera actividad artística en vivo que tuvo lugar en Jujuy y, tal vez, en el país todo desde el 20 de marzo. Respetando un estricto protocolo sanitario por el aislamiento social por el coronavirus.la banda repasó canciones de los Redondos de Ricota. Según lo dispuesto por el Comité Operativo de Emergencia de Jujuy los bares están autorizados a abrir sus puertas, pero deben reducir su capacidad de clientes en un 50 por ciento, cumplir con el distanciamiento entre mesas y que los músicos que suban al escenario no pueden ser más de tres. Esa noche, de las 24 mesas solamente fueron habilitadas la mitad.

Escenario 2: el 19 de mayo el foco de la atención se trasladó a Merlo, la ciudad del famoso microclima de San Luis. En esa localidad serrana tuvo lugar la primer función de auto-cine que realizó la compañía Circo XXI. Fue la primera experiencia escénica del país desde que se decretó la clausura total de la actividad teatral. La función fue desarrollada con protocolos de bioseguridad y significó para sus protagonistas un quiebre de la "crisis psicológica" provocada por el encierro. "Tenemos el alma llena", dijo a la agencia Telam, Fabián López, encargado de la compañía, quien agregó que la experiencia fue más allá de la "anhelada puesta en escena" porque constituyó una "forma de devolución y agradecimiento" al pueblo de Merlo, que los contuvo y asistió durante la cuarentena, luego de "quedar varados" por las medidas sanitarias en su recorrido por el país. Para el final de la presentación los 30 integrantes no recibieron aplausos sino bocinazos.

No son casos aislados de un escenario muy distinto al de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. De hecho, la experiencia del auto-circo tendrá su versión propia en la provincia de Mendoza. Gustavo Uano, nacido en esa provincia, es el director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro, el mayor organismo público de fomento a la actividad escénica. Cuenta a LA NACIÓN que ya hay protocolos en funcionamiento para la lenta vuelta a la actividad en la Patagonia (exceptuando la región de Bariloche en donde hay otro foco de coronavirus) y en otras provincias del Norte del país. "En Salta los artistas ya pueden concurrir a sus teatros para tarea de mantenimiento de las salas, la posibilidad de realizar transmisiones para la Red y hasta clases siguiendo determinadas pautas sanitarias. En breve en algunas provincias que aplican la fase de cuarentena administrativa se podrán retomar los ensayos", asegura.

La región patagónica ya tiene uno de los primeros protocolos para esta nueva fase que se fue trabajando con las autoridades locales."Esos mismos protocolos están siendo estudiados en La Pampa, mientras que en tres localidades de Jujuy esas iniciativas, que fueron trabajadas con el gobierno de Cultura provincial, ya están aprobados. Son pequeñas señales, pequeños signos alentadores. Claro que en las grandes ciudades del interior, ante lo que está sucediendo en el AMBA se volvió a instalar la extrema cautela. Desde el INT estamos acopiando todo el trabajo realizado para que esté disponible para cada región. Sin lugar a dudas, la reactivación teatral vendrá del interior del país con experiencias de teatro callejero o como lo que hicieron los chicos de Circo XXI, en Merlo", agrega el director del Instituto.

Un nota de La Voz del Interior, de Córdoba, dio cuenta de lo sucedido la tarde del 19 de mayo. La autorización les había llegado el día anterior. "Esa misma noche, hasta la madrugada, estuvimos llevando todos los aparatos, cortinado, luces, sonido y armando el escenario en el balneario. Somos 33 personas y, desde el mayor hasta el más chico, todos trabajamos para hacer la primera función, a las 16.30 del día siguiente (...) Sentimos mucha felicidad de poder volver, de ver las risas, sentir los bocinazos, que se haya comprendido el valor del arte para la humanidad, en un momento de crisis como este", destacó Fabián López. En silencio, o entre bocinazos, la familia de circo que hasta pocos días antes había estado cociendo barbijos para sobrevivir esa tarde marcaron un hito.

Cuatro días antes, en un pueblo de una ciudad valenciana, España, una empresa familiar de autocine organizó la primera exhibición cinematográfica desde que se había iniciado la cuarentena. "Me he dado cuenta esta mañana leyendo un poco los titulares que, ¡joder!, hemos hecho algo muy especial, hemos marcado un hito. La semana pasada cuando decidimos la reapertura nunca nos planteamos que íbamos a ser los únicos y todas esas cosas...., pero bueno. ¿Cómo continuará todo esto? Es un misterio...", reconoció a una radio Carles Miralles, quien creó el autocine del pueblo que, en sus 41 años de vida, nunca había cerrado.