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Coronavirus: En EE.UU., las grandes empresas se reconvierten para producir para los hospitales

WASHINGTON.- Es una dramática carrera contra el azote de la pandemia, algunas de la empresas más emblemáticas en Estados Unidos trabajan contrarreloj para reconvertir sus fábricas, adaptarse a la nueva realidad y empezar a producir máscaras, batas o respiradores, todo lo que se prevé que comenzará a faltar en cuestión de días en los hospitales del país ante la avalancha de pacientes infectados con el nuevo coronavirus .

En Detroit, Ford y General Motors, dos de las automotrices más grandes del mundo, se lanzaron en una frenética carrera para ensamblar suficientes respiradores para las salas de terapia intensiva del país. Ford se asoció con General Electric, y ambas compañías diseñaron un sistema totalmente nuevo para poder producir 50.000 respiradores en 100 días trabajando "incansable y creativamente", según dijo el CEO de Ford, Jim Hackett.

General Motors se asoció con Ventec, una empresa que fabrica respiradores, y luego de reunir a todos los proveedores posibles comenzó a modificar su planta en Kokomo, Indiana, que dejará de producir automóviles por un rato. Ambas empresas trabajan 24 horas para comenzar la producción en Kokomo.

"Esta asociación única combina el conocimiento de Ventec con el poder de producción de GM", dijo Chris Kiple, CEO de Ventec, en un comunicado.

GM también comenzó a producir máscaras para los hospitales. La semana próxima, la empresa espera poder despachar sus primeras 20.000 máscaras para médicos y trabajadores de salud en la primera línea de batalla de la pandemia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invocó la semana pasada una ley de la época de la guerra contra Corea, la Ley de Producción de Defensa, para forzar a GM a fabricar más respiradores, aunque la Casa Blanca no anunció luego ninguna medida concreta contra las compañías.

La urgencia que han mostrado las empresas refleja la apremiante falta de equipos que enfrentan los hospitales -y la población en general, ya que no se consiguen máscaras o guántes de latex para que la gente use en la calle- para hacer frente a la oleada de enfermos que ya comenzó a verse en los hospitales del país, sobre todo, en Nueva York, primer foco de la pandemia.

Algunas de las marcas de ropa más tradicionales del país, como Brooks Brothers, GAP o Ralph Lauren dejaron de lado los trajes, vestidos, camisas y sweaters para comenzar a producir dos productos que se han convertido en artículos de primera necesidad: batas para los médicos y enfermeros en la línea de fuego, y máscaras para evitar nuevos contagios en los hospitales. Ralph Lauren anunció que producirá 250.000 máscaras, y 25.000 batas aislantes.

Under Armour, una de las marcas de ropa deportiva más populares del país, montó rápidamente un equipo de 50 personas en Baltimore y Portland para diseñar una máscara que pueda ser producida rápidamente y cumpla con los requisitos de protección necesario en los hospitales.

"Cuando llegó la llamada de nuestros proveedores médicos para obtener más máscaras, batas y kits de suministros, simplemente nos pusimos manos a la obra", dijo Randy Harward, vicepresidente de Innovación Avanzada de Under Armour. "Más de 50 compañeros de equipo de Under Armour, desde científicos de materiales hasta diseñadores de calzado y vestimenta de laboratorios en Baltimore y Portland se unieron rápidamente en busca de soluciones", contó.

El resultado: una máscara de una pieza que no requiere costura, que se pliega como un origami. La empresa comenzó a producirla en Lighthouse, su centro de innovación en Baltimore. Harward usan una cortadora de alta precisión para moldear casi 100 piezas a la vez. La empresa cree que generar hasta 100.000 máscaras.

El mismo fenómeno urgió en Canadá: Canada Goose, famosa sus camperas de duvé, dijo que empezará a fabricar batas sin costos, que serán donadas "con el objetivo de proporcionar la mayor cantidad de equipo posible a los necesitados", indicó la firma.

Debido a la pandemia de Covid-19, el deporte se vio forzado a tomarse un respiro. Pero Fanatics, el fabricante de ropa que tiene la licencia oficial para todas las grandes ligas deportivas del país, se las ingenió para seguir trabajando. La empresa transformó su fábrica de Easton, Pensilvania, donde fabrica camisetas oficiales par la liga de béisbol, en un centro para hacer máscaras y batas médicas para los hospitales.