Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Coronavirus. Para la UCA, hay 860.000 empleos menos

La parálisis de la economía tiene un impacto real sobre el empleo a pesar de las medidas del Gobierno para suavizar sus consecuencias, como las líneas de crédito a tasa subsidiada (a las que no acceden todas las empresas) o el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que también tiene limitaciones.

Según los cálculos de Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), la cuarentena ya se cobró entre 800.000 y 900.000 puestos de trabajo totales, incluyendo asalariados, no asalariados, formales e informales, aunque la mayor parte de ellos están dentro de esta última categoría. Sin embargo, el experto de la Universidad Católica Argentina (UCA) aclara que "sin duda, el impacto en los formales vendrá después de la cuarentena". Son estimaciones para el segundo trimestre del año a partir de datos de los primeros 45 días de ese período, hasta el 12 de mayo.

Extienden la cuarentena hasta el 28 de junio, aunque con más flexibilizazción

Entre autónomos y empleadores formales, según la UCA, se perdieron 120.000 puestos de trabajo. Los asalariados formales disminuyeron en 150.000 posiciones; la caída en los asalariados informales fue de 180.000 puestos; los cuentapropistas no profesionales informales perdieron 160.000 puestos y la mayor caída se dio en los puestos más vulnerables, los trabajos eventuales, de supervivencia y changas, que sufrieron 250.000 bajas.

La situación sanitaria profundiza la crisis en un sector con muchas dificultades en los últimos dos años, con pérdida de puestos de trabajo por la crisis económica y un empleo privado formal que no crece desde 2012. No es difícil entonces inferir cuánto castiga el cese de actividades, producto de la pandemia, a las debilitadas empresas de la Argentina y también a quienes trabajan por su cuenta.

Para la UCA ya se perdieron 860.000 puestos de trabajo sobre una base de 18 millones de ocupados, desde el comienzo de la cuarentena hasta el 12 de mayo, aunque estima que algunos de esos puestos pueden recuperarse una vez que termine la cuarentena.

En el Boletín Anual de la Seguridad Social de la AFIP, los datos muestran que en febrero de este año había 541.365 empleadores, pero que en abril esa cifra había caído a 526.364, es decir, 14.993 empleadores menos solo durante el primer mes de la cuarentena. En su comparación interanual, hubo más de 23.500 empleadores menos que en abril de este año. Es una caída de un 4,2%.

Según Salvia, la situación es heterogénea, porque algunos empleadores no pagan el sueldo o parte de la masa salarial, pero no despiden, y también parte de los trabajos perdidos pueden llegar a recuperarse después de la cuarentena.

En el Ministerio de Trabajo informan que desde el inicio de la pandemia hubo 9781 expedientes de suspensiones ingresados y 105 proyectos de resolución homologados. Solo en la última semana hubo 27 audiencias para arribar a acuerdos bajo el artículo 223 bis de la ley de contrato de trabajo (suspensiones concertadas cuando el empleador alega causas económicas).

Desde el Ministerio de Trabajo informan que desde la pandemia hubo 9781 expedientes ingresados y 105 proyectos de resolución homologados. También, en el período de cuarentena, 255 Procedimientos Preventivos de Crisis.

También durante el período que lleva la cuarentena hubo 255 procedimientos preventivos de crisis (PPC), 813 de los llamados 223 bis por empresa, entre otras medidas, con un total de 2670 adhesiones.

A todo esto, hay que recordar que en tiempos "normales", el país necesita crear un mínimo de 200.000 puestos de trabajo cada año para incluir a los que se incorporan al mercado laboral, solo para que no aumente el desempleo.

El conurbano, más complicado

Según el Índice de Progreso Social del Cippec, 24 municipios bonaerenses concentran una cuarta parte de la población de la Argentina en menos del 1% de su territorio. Allí vive uno de cada cuatro argentinos. Habitan 10.894.664 personas y el 64% de la población de la provincia de Buenos Aires.

En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), 550.000 personas perdieron el trabajo a partir de la cuarentena, pero más de 500.000 viven en el conurbano. Son datos de la última encuesta de la UCA, llamada EDSA Covid-19, realizada en el AMBA (incluye la ciudad de Buenos Aires y el conurbano) entre el 7 y el 10 de mayo, a cargo del investigador Eduardo Donza. Allí se muestra que el 8,2% de los ocupados, sobre un total de 6,7 millones en el área, ya perdió su empleo o no puede realizar su actividad por cuenta propia. Entre quienes perdieron su trabajo hay 140.000 personas que se desempeñan en el servicio doméstico.

El 39,3% (2,6 millones de personas) está suspendida o debió dejar de trabajar. El 4,2% tiene licencia por ser parte de un grupo de riesgo, el 22% está trabajando menos horas y solo el 26,4% sigue trabajando como siempre o más horas.

Sin embargo, los datos son aún peores si se toma únicamente el conurbano bonaerense. Con un total de 5.160.000 ocupados, allí se presenta una situación más adversa que la de CABA. El 9,8% perdió el empleo o se quedó sin trabajo y el 41,6% está suspendido o debió dejar de trabajar.

Este año el país perdería unos 720.000 puestos de trabajo, según la OIT

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el país, al que accedió LA NACION en forma exclusiva, estima que más de 720.000 personas perderían sus empleos en la Argentina este año como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia y la cuarentena, tanto en el sector formal como en el informal.

Este cálculo representa un promedio para todo el año y toma una base de 11,5 millones de personas ocupadas en promedio en 2019, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, que calcula los números a partir de una población acotada de 28 millones de personas de 31 aglomerados urbanos.

"Las políticas de aislamiento como respuesta a la crisis que fueron tomadas por el gobierno argentino y por otras naciones con las que mantiene vínculos comerciales tuvieron como consecuencia el actual freno de gran parte de actividades profesionales", afirma uno de los informes técnicos, elaborado por Christoph Ernst -especialista en empleo y desarrollo productivo- y Elva López Mourelo -especialista en mercados de trabajo inclusivos-, ambos funcionarios de la OIT Argentina. Para los autores, el freno de la mayoría de las actividades productivas ya causó una caída del crecimiento económico que se acentuará con la prolongación de la cuarentena y que afecta negativamente al mercado de trabajo.

Para la OIT, los sectores más afectados, tanto en términos del PIB como del empleo, son la construcción, restaurantes y hoteles, así como el comercio minorista y mayorista.

En materia de informalidad, algo que la OIT sigue muy de cerca, datos difundidos por el Ministerio de Trabajo indican que en 2019 había unos 4 millones de trabajadores asalariados no registrados. Según los cálculos de Juan Luis Bour, economista senior de FIEL, el trabajo informal, más allá de quienes están en relación de dependencia pero sin registrar, afecta a cerca de 7,7 millones de personas si se toman los datos de Generación del Ingreso del

Indec (incluyen cuentapropistas informales, trabajadores familiares sin salario y ocupados en planes de empleo). Este grupo es el primero en quedar al margen del empleo.

Por otro lado, Bour advierte que el trabajo formal, aquel que tanto cuesta crear, más aún en la Argentina por los costos laborales no salariales, perdió solo en abril (según datos oficiales) 100.000 puestos registrados con respecto a marzo. Para el cálculo se basa en el Boletín de la Seguridad Social de la AFIP. Además, según el mismo registro, en abril de 2019 (un año durísimo para el empleo) había 254.244 trabajadores registrados más que en el mismo mes de este año. Agrega que, además, "se calcula que solo en el sector privado hay un 25% de trabajadores suspendidos".

Como medida urgente, "hoy más que nunca es necesario apostar al diálogo social tripartito para construir una mejor normalidad con trabajo decente", afirmó Pedro Furtado de Oliveira, director de la OIT en la Argentina.