Coronavirus: en la Argentina, sorpresa y cautela por el anuncio de AstraZeneca

La noticia de la suspensión del estudio de fase 3 de la vacuna Oxford/AstraZeneca para el coronavirus tomó por sorpresa a las autoridades de la compañía en la Argentina y a altos ejecutivos de mABxience, la empresa local que firmó un acuerdo para producirla. Ambas optaron por un discreto "sin comentarios".

El compromiso para que la inmunización que está siendo desarrollada por un equipo de la Universidad de Oxford sea producida en el país y envasada en México fue dado a conocer por el presidente Alberto Fernández el 13 del mes último. La Argentina se comprometió a producir el antígeno, que luego se enviaría a México para colocarlo en jeringas o en viales multidosis.

Coronavirus: AstraZeneca pone en pausa las pruebas de la vacuna por posibles efectos adversos

Estaba previsto que se produjeran entre 20 y 23 millones de dosis por mes en la primera etapa, con la intención de llegar a 50 millones mensuales. Según se calcula, se necesitarán unas 250 millones de dosis para la región.

Los resultados preliminares indicaban que una sola dosis ofrece una protección del 91%, y dos dosis, del 100%. Se preveía que se comenzaría vacunando a los mayores de 60, los trabajadores de la salud, las fuerzas de seguridad y a individuos con factores de riesgo. Y se estimaba que a fines de octubre y principios de noviembre estarían los resultados definitivos sobre su eficacia.

Resultado

En esa ocasión, Esteban Corley, director de mABxience, afirmó: "Uno ya tiene una sospecha bien fundada de que el resultado va a ser exitoso, pero hay que esperar los resultados [del ensayo clínico] y cada país tiene que autorizarla".

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Según las previsiones, antes de fin de año debían comenzar con la producción.

AstraZeneca integra el grupo de las que se encuentran en etapas más avanzadas de desarrollo. La compañía sueco-británica acaba de firmar junto con otras ocho farmacéuticas un compromiso sin precedente destinado a impulsar la confianza del público.

En momentos en que hay inquietud por las presiones que el gobierno de Donald Trump puede ejercer sobre la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para que apruebe una vacuna antes de comprobar su seguridad y eficacia,las empresas declararon que se apegarán a los más altos estándares éticos y científicos en las pruebas y la producción, y tendrán como máxima prioridad el bienestar de las personas.

El compromiso, que se anunció ayer, fue firmado por los directores generales de las farmacéuticas estadounidenses Johnson & Johnson, Merck, Moderna, Novavax y Pfizer, así como por las compañías europeas AstraZeneca, BioNTech, GlaxoSmithKline y Sanofi.