Coronavirus en la Argentina: la provincia distiende en etapas y pone el foco en el conurbano

LA PLATA.- La provincia de Buenos Aires ingresará a partir de mañana a una nueva fase marcada por dos procesos. Por un lado, una mayor flexibilización en todo su territorio. Por el otro, una fuerte diferencia entre el interior y la zona del conurbano.

El mapa del calor según densidad de casos confirmados de coronavirus impacta: más del 83% de los contagios se registran, en menos de 30 municipios del AMBA. En el conurbano hay 49 casos cada 100.000 habitantes, mientras que en el interior hay 8,5 casos.

Por eso, la Provincia más grande del país quedará prácticamente dividida en dos en lo que respecta a la actividad económica y recreativa: unas 61 comunas del interior ya están en condiciones de pedir la fase 5, de más amplia apertura. Pero en otras 74 comunas la flexibilización será moderada y con posibilidad de volver a una fase anterior, si la situación epidemiológica cambia.

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En los municipios del AMBA solo se introducirá como novedad la habilitación de comercios de cercanía de venta de indumentaria.

Pero ya hay más de mil industrias abiertas. Y cada vez son más los municipios que tienen servicios profesionales habilitados -como escribanos, contadores o martilleros- pero se buscará normatizar cada fase con mayor rigurosidad por dos motivos: para evitar que los intendentes abran por su cuenta ante la demora del gobierno central. Y para evitar anomia entre distritos con condiciones similares epidemiológicas.

El gobierno observa con especial atención la velocidad del índice de contagio, que hoy es de 13 días en esta zona. Teme que tendrá que atender 2000 casos por día en dos semanas. Hay particular inquietud en los municipios grandes del Gran Buenos Aires donde el virus tiene más circulación.

El distrito más poblado, La Matanza, lidera el número de enfermos en toda la provincia, aunque en términos proporcionales está muy lejos de los primeros. Le siguen Quilmes, Avellaneda (que comparten el foco comunitario en Villa Azul), San Martín, Lanús, Lomas de Zamora , Almirante Brown, Merlo, Tres de Febrero, Escobar, Florencio Varela, Berazategui y Morón, en ese orden.

Los focos de contagio crecen en los asentamientos y de acuerdo a los últimos registros no superan el 18 por ciento de los casi 8.000 contagios.

En los focos comunitarios las autoridades activan un código, rojo, amarillo o verde, para determinar el aislamiento. Por ahora sólo se aisló dos barrios populares. Uno -el barrio Cabezas entre Ensenada y Berisso se aisló en forma parcial pero podría extenderse esta semana ya que el brote está en expansión- . En cambio en Azul ayer se levantó el cerco y se pasó a un "aislamiento focalizado", tras una reunión del Comité Operativo de Emergencia (COE) del barrio, que se reunió a fin de evaluar la evolución de los contagios de coronavirus.

El gobierno insiste que el mayor problema no está dado en esos barrios. Pero mira con atención la evolución de los infectados allí donde las condiciones económicas y sanitarias son más vulnerables.

Mientras tanto ya han realizado 66.000 testeos. Según las autoridades sanitarias, se harán más en la medida que aumentan los casos ya que está indicado para los vínculos estrechos de los enfermos.

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Si bien los especialistas aseguran que el pico de contagios se acerca, pero los hospitales aún tienen capacidad par albergar afectados: en este momento están ocupadas el 44,30 por ciento de las camas de terapia intensiva que hay disponibles en todo el sistema público y privado -nacional, provincial y municipal-. Pero entre ellas solo 336 camas corresponden a personas internadas por Covid-19.

El índice aún es bajo pero la curva sube en pocos días. A principio de semana estaban ocupadas el 41,63 por ciento de las camas UTI que son 4660 si se suman las disponibles del sistema nacional, provincial y municipal, tanto de hospitales públicos como clínicas privadas.ß