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Coronavirus en la Argentina. Estudian cuánto persiste el virus en la saliva para diagnosticar Covid-19

Con fortalezas y debilidades, la saliva se abre paso como una opción al hisopado para diagnosticar Covid-19. Tras comparar qué tan confiable es para confirmar o descartar la infección, en la ANLIS Malbrán avanzan para determinar cuánto tiempo persiste el nuevo coronavirus en una muestra de saliva para poder detectarlo.

"La saliva es otra muestra más que se puede usar para el diagnóstico por PCR que habitualmente se hace con el hisopado", explica Elsa Baumeister, que dirige el Servicio de Virosis Respiratorias en el predio del barrio porteño de Barracas. "Las ventajas frente al hisopado son varias", agrega.

La primera que señala es que, en un contexto de pandemia como el actual, cuando los recursos, la logística o los insumos básicos, como los hisopos, son onerosos o escasean y hay que racionalizar su uso, utilizar la saliva "es más sencillo". Segundo, destaca que con unas pocas indicaciones, como no haber comido en las últimas tres horas, la persona puede tomarse sola la muestra. Esto, a la vez, reduce el riesgo de exposición al contagio del personal a cargo de los hisopados que deben usar un equipo de protección personal para eso.

En el caso de los chicos, los bebés, las personas con problemas de motricidad o con un retraso madurativo facilitaría la obtención de la muestra con una pipeta gotero debajo de la lengua o solo pedirles que escupan en un recipiente. Evita la incomodidad del hisopado, una queja frecuente cuando está bien hecho, y lo puede hacer un familiar sin medidas o elementos de protección sofisticados.

"Cuando hay que estudiar a mucha gente, como con el plan Detectar, es más masivo porque facilita mucho la toma de las muestras -plantea, también, Baumeister-. Permitiría preservar los insumos del hisopado para los casos con una clara sospecha de Covid-19 o más graves."

A la vez, y aunque opina que la saliva es una muestra que "funciona muy bien" para el diagnóstico, "no es perfecta".

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Las pruebas empezaron en el laboratorio nacional de referencia para Covid-19 de la Anlis en mayo pasado. La noticia de que un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, Estados Unidos, empezaría a usar muestras de saliva para aislar partículas virales del SARS-CoV-2, junto con el trabajo en esa línea en otros países activó alarmas locales y arrancaron los ensayos.

"En genética, las muestras de saliva se usan mucho. Pero, en Covid-19, no se sabía si servirían para detectar o no el virus. Los resultados eran preliminares, en menos de 100 trabajadores de la salud y unos pocos pacientes", comenta Claudia Perandones, directora científico técnica de la ANLIS Malbrán. "La idea fue empezar a estudiarlo en mayo con un protocolo de investigación bien diseñado para que los resultados fueran robustos."

En ese momento, arrancaba el plan Detectar en la villa 31 de Retiro para extenderse a los barrios más vulnerables de la ciudad de Buenos Aires. Entre el 5 y 16 de mayo, a 284 personas consideradas caso sospechoso de Covid-19 se les tomaron dos tipos de muestras para el diagnóstico: para una se usó el hisopado nasofaríngeo habitual y, además, se les pidió que escupieran en un pequeño tubo estéril simple de laboratorio.

Variables

El equipo de Baumeister procesó ambas muestras al mismo tiempo para que no hubiera diferencias en el procedimiento. ¿Qué se tuvo en cuenta? La concordancia de los resultados y cuál era la capacidad del test con la saliva de detectar los positivos y los negativos (sensibilidad y especificidad). "La sensibilidad es aceptable, la especificidad es muy buena y, además, está dentro de una buena correlación" con respecto del hisopado, resume la investigadora. La concordancia alcanzó el 90,4%, mientras que la sensibilidad fue del 88,3% y la especificidad, del 96,7%.

Pero al relacionar estos resultados con la población estudiada, se estimaron también los valores predictivos, es decir, cuánto el estudio por la saliva realmente refleja la presencia o la ausencia de la infección. "El valor predictivo positivo, que indica en cuántos enfermos hay posibilidad de que la prueba efectivamente detecte que lo están, fue del 99,9% -dice Perandones-. Esa es la posibilidad de que una persona tenga el virus cuando se le toma una muestra de saliva y es positiva con el estudio por PCR."

Pero, también, hay un valor predictivo negativo, que fue del 69,8%. En la práctica, eso significa que por cada 10 resultados negativos que se obtengan con muestras de saliva, hay tres que pueden no serlo (falsos negativos). En esos casos, habría que repetir el estudio con un hisopado.

"Es un buen test por la fortaleza del positivo, lo que permite tomar muchas decisiones, como indicar el aislamiento o la internación de una persona. Pero ante un negativo, con la clínica y el nexo epidemiológico del caso, conviene repetir la prueba con un hisopado, en lugar de saliva, para reconfirmar el resultado", opina Perandones.

Por los barrios porteños

La ciudad de Buenos Aires adoptó esta toma de muestra para el relevamiento en los barrios a partir de un caso positivo. Fue tras una prueba piloto en tres barrios con los resultados de la ANLIS Malbrán hace dos semanas, según informó el Ministerio de Salud local.

En Villa Ortúzar, Palermo y San Telmo se tomaron esas primeras muestras a 130 personas. Su estudio en el laboratorio del Hospital Muñiz demandó el mismo tiempo que con los hisopados.

"Los operadores necesitan únicamente un instructivo para poder tomar las muestras de manera correcta y es más seguro para ellos, ya que no deben realizar el hisopado directamente en las vías respiratorias del paciente", indicaron, en ese momento, desde el ministerio que dirige Fernán Quirós.

Hace una semana, el ministro de Salud porteño informó que la jurisdicción había empezado a usar un método "más sencillo" para la búsqueda de los casos positivos: la toma de muestra de saliva a los convivientes, aún asintomáticos, de una persona con Covid-19. El 20% de esos contactos sin síntomas había dado positivo.

Quirós confirmó, además, que ese cambio de muestra para la prueba por PCR la habían validado con los equipos de la ANLIS Malbrán y el Muñiz.

En el tiempo

El equipo de Baumeister ya avanzó con la evaluación de la carga viral y esa "dosis" del SARS-CoV-2 era menor que en las secreciones nasales y de la garganta.

Ahora, estudian cuánto tiempo persiste en la saliva. Los resultados están mostrando que la positividad de una muestra con el hisopado varía entre el 88,6 y el 85,2% entre los días 0-6 y 7-13 de la enfermedad, lo que para el equipo de Anlis indica que "se sostiene en el tiempo".

Para la saliva, esos resultados son, respectivamente, del 77,4 y 77%. "Aunque no hay una gran variación, la carga viral es más baja que con el hisopado", evalúa Perandones.

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Durante los estudios, hubo tres casos en los que no se detectó el virus con el hisopado pero sí con la muestra de saliva. La diferencia con el resto de los casos estudiados es que la enfermedad en esos tres pacientes había sido más prolongada (en promedio, 18 días).

"Es un número muy pequeño como para sacar una conclusión, pero sí abre una puerta para seguir investigando que, quizás, la persistencia viral pueda ser mayor en la saliva. Pero es apenas una hipótesis", aclara Perandones. "Ahora, el diagnóstico de Covid-19 ya no es solo para decidir aislar o no a una persona. Su valor también está en la implementación de estrategias terapéuticas con los ensayos clínicos en curso."