Coronavirus en la Argentina: ¿cuál es la estrategia sanitaria de la Ciudad para salir de la cuarentena estricta?

El operativo Detectar, que implica la búsqueda de casos puerta a puerta, es una de las claves para contener el nuevo coronavirus en la ciudad

Cuando recién se cumple una semana de esta nueva etapa en fase 1 de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y aún no se conoce el efecto que está teniendo en los números de la pandemia, el gobierno bonaerense apuesta a prolongar las restricciones a partir del 18 de este mes, mientras que la Ciudad propone la vuelta progresiva a las actividades de bajo riesgo para la transmisión comunitaria del virus.

Para el ministro de Salud provincial, Daniel Gollán, las esquirlas de "liberar mucho" el AMBA podrían llegar hasta Rosario y Córdoba, según advirtió en declaraciones radiales sobre el impacto de la región en otras jurisdicciones. En tanto su par porteño, Fernán Quirós, dijo en conferencia de prensa que busca "llegar al 17 con la curva (de casos) lo más controlada posible" y el índice de velocidad de contagios (R) también "lo más bajo posible".

Hasta ahora, son 13 los barrios, incluidas las siete villas, en las que la Ciudad desplegó desde mayo pasado el operativo fijo y móvil de búsqueda de contactos de casos confirmados y detección de casos sospechosos con testeos y aislamiento para interrumpir los contagios en la comunidad.

Eso es el 27% de la jurisdicción y en Salud prevén cubrir casi todos los barrios con la visita de equipos de entre 20 y 40 rastreadores. Sus búsquedas se activan cada vez que se detecta un caso positivo de Covid-19. A la vez, las 20 Unidades Febriles de Urgencia (UFU) de los hospitales reciben las consultas espontáneas de personas con síntomas.

Junto con este despliegue territorial, se mantienen los testeos sistemáticos (serológicos y diagnósticos) en los profesionales de la salud, los trabajadores de los geriátricos y, ahora, se agrega la policía. El personal esencial, que se moviliza a diario, es el que está sosteniendo la transmisión social del virus.

En la Ciudad evalúan que si esta estrategia de detección temprana activa de los casos (dentro de las 72 horas), sus contactos y el aislamiento para evitar nuevos contagios se combina un refuerzo de los controles de la movilidad interjurisdiccional y la población no abandona los cuidados personales y se respeta el distanciamiento social se podrá hacer frente a una "segunda ola" de casos que el sistema sanitario soportaría sin colapsar.

Indicadores

Hay una estimación que siguen con atención en los despachos de la jefatura del gobierno porteño: entre 1200 y 1500 casos diarios. Si eso se mantuviera varios días sería una señal de alarma para la disponibilidad de camas y los servicios de terapia intensiva que, como publicó LA NACIÓN, consideran "bajo control", con una curva de casos "estable".

En cambio, en el Ministerio de Salud prefieren hablar de la evolución del R o índice de contagiosidad, que describe la velocidad con la que se puede propagar el virus en la población. La expectativa ahí está puesta en que con esta etapa más restrictiva de la cuarentena se ubique por debajo de 1 (ayer estaba en 1,05), con una duplicación de los casos por encima de los 20 días.

"Con un R debajo de 1, el Detecar activo en casi todos los barrios y los testeos sistemáticos al personal de la salud, los geriátricos y la policía, además del distanciamiento social y los cuidados de la población la idea es ir abriendo paulatinamente las actividades para volver al estado previo de la cuarentena estricta", informaron a LA NACIÓN.

"Todavía falta mucho para el 17 (de julio)", dijo el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García al finalizar una reunión en La Plata con el gobernador provincial Axel Kicillof . Según dejaron trascender, se analizó la implementación con más fuerza del plan Detectar en el territorio bonaerense, en especial en el conurbano, donde hay 875 villas. Para eso, hay que ampliar la disponibilidad de rastreadores y de insumos para testeos, además del aislamiento de los casos y los contactos estrechos para cortar la transmisión del virus.

Es que en la provincia, el avance de la pandemia estaría transitando lo que la Ciudad pasó cuando en mayo se produjo el brote en la villa 31 de Retiro y, luego, se fue expandiendo a otros barrios populares. Recién entonces, con algunas semanas de diferencia, los brotes empezaron a multiplicarse en el resto de los barrios porteños.