Coronavirus en la Argentina: la Ciudad descarta "volver atrás" y analiza autorizar nuevas actividades

El gobierno porteño no contempla, salvo que la situación epidemiológica "se descontrole" en los próximos días, la posibilidad de retroceder de fase en la cuarentena destinada a luchar contra la expansión del coronavirus. Unapostura que sí podría tomar el gobierno bonaerense antes del domingo, cuando venza el plazo de la prórroga de la cuarentena, establecida por el presidente Alberto Fernández desde el 20 de marzo pasado.

"No tenemos nada definido. Tenemos cinco días para ver y analizar la curva y su dimensión", afirmaron esta mañana cerca del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La posición actual de la administración porteña es hoy casi la contraria a la bonaerense. Esa es la postura que llevará a la reunión de las 18 en Casa Rosada, que será encabezada por el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y de la que participarán también funcionarios de la provincia. "Creemos que hay margen para buscar espacios de mayor apertura", afirmó a LA NACION otro alto funcionario de la administración porteña.

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Minutos antes, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, se mostró partidario de retroceder de la actual fase 3 de la pandemia (segmentación geográfica) a la 2 (aislamiento administrativo) para evitar un colapso sanitario. "Pienso que hay que retroceder de fase. Hay que frenar e ir a lo esencial para achatar la curva en el AMBA", afirmó Kreplak a radio El Destape. "Todos los días vemos como se achica el tiempo de duplicación y se va saturando el sistema de salud (.) Si no tomamos una decisión en unas semanas va a colapsar el sistema de salud", afirmó. Casi de inmediato, el propio gobernador Axel Kicillof aclaró que la decisión aún "no está tomada", pero advirtió: "Lo que refiere (Kreplak) es una realidad. Si suben los casos, mayores deben ser las restricciones. Todavía no hicimos la evaluación fina", afirmó el mandatario.

Mientras evitaron polemizar con sus vecinos bonaerenses, desde el gobierno porteño tomaron distancia de la iniciativa y la condicionaron a un aumento geométrico de casos que hoy no vislumbran en el horizonte inmediato. "Vemos que los casos en la ciudad están en relativo amesetamiento", respondieron; dijeron que, por eso, están "estudiando autorizar actividades de bajo riesgo sanitario, siempre con los protocolos correspondientes".

"Lo conversaremos con Nación y provincia antes de tomar una decisión", ampliaron desde la Ciudad.

En lo que ambas administraciones acuerdan es en sostener la cuarentena como método para aplanar los casos. Si bien consideraron "exagerada" la frase del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán -que ayer habló de "pilas de cadáveres en quince días" si se abandonaba el aislamiento- en la ciudad acuerdan en que el pico de casos está "por llegar" y que no es conveniente relajarse, pero coinciden en que "algo más hay que autorizar" para evitar que aumente el descontento social, expresado en las recientes protestas en el Obelisco y localidades bonaerenses como Tigre. "Entendemos que la gente está angustiada y tiene derecho a protestar. Lo más importante es que se cuiden, preservar la vida. Veremos cómo sumamos actividades", anticipó ayer a LA NACION el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli.

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Antes de la reunión en la Casa Rosada, el ministro de Salud, Ginés González García, se reunirá de manera virtual con sus pares de las 24 provincias, reunidos en el Consejo Federal de Salud (Cofesa). La situación en el resto del país es totalmente diferente: hoy, la viceministra Carla Vizzoti afirmó que el 75 por ciento de los casos totales se da en la ciudad y provincia de Buenos Aires, y que el 80 por ciento del país está en la fase 4, de "reapertura programada", mucho más cerca que el área metropolitana de la ansiada y final fase 5, denominada "nueva normalidad".