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Coronavirus en la Argentina: se anticipa un verano de playa con barbijo, gastronomía en la vía pública y espectáculos en duda

Se espera que haya espacios demarcados en las playas marplatenses para mantener la distancia social

MAR DEL PLATA.- Acá hay una única certeza y es la pandemia, que cambió todo. En ese escenario de incertidumbres, por ahora decenas de buenas intenciones. Como imaginar la playa pública demarcada con sogas a modo de enorme tablero de ajedrez en el que, por ejemplo, los casilleros negros serían espacios de 4 metros cuadrados reservados para grupos familiares y los blancos, arena libre. Con uso de filas alternadas para garantizar distancia social y pasillos que las atraviesen para llegar hasta el mar y no se crucen los que van con los que regresan.

O balnearios con piscinas donde solo se podrá permitir a un bañista cada 2 metros cuadrados, en los que habría que moverse con barbijo en espacios de servicios y recurrir seguido a rociadores con alcohol en gel que deberán estar a disposición entre carpas, sombrillas y puestos de gastronomía, todo con mesas y sillas con desinfección periódica.

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También turnos para todo: en los hoteles para desayunar, en los gimnasios para entrenar y en el spa para relajar, si es que se puede entre tanta tensión. Mientras tanto el teatro busca cómo levantar el telón y para shows musicales, con suerte, quizás la chance sea espacios bien abiertos y "loteo" de campo para separar al público.

Podrían peatonalizarse calles de las áreas gastronómicas para distribuir mesas en las veredas

Ese decidido giro hacia actividades al aire libre también alcanzaría a la gastronomía con algunas medidas de transformación urbana que da primeros pasos. Por ejemplo, peatonalizar para que la gastronomía encuentre una opción ventilada y más saludable desde la vía pública.

Porque no será un verano más el que se empieza a palpitar en la costa atlántica. Por estos días, habitual época de primeras consultas y reservas de alojamiento, nada se sabe ni está claro sobre cómo será la dinámica de esta próxima temporada estival, la primera en tiempos de Covid-19. Todo un desafío en preparativos, más si se toma la experiencia del verano europeo, con rebrotes del virus a pesar del cambio de estación.

Escenario preocupante

Estas y otras ideas son apenas un puñado de proyectos plasmados en decenas de archivos y carpetas que hoy permanecen en cajones o puntos alejados de escritorios de los funcionarios, urgidos ahora por resolver la emergencia que impone la cuestión sanitaria para distritos donde el ritmo de contagios se aceleró hace algunas semanas, en algunos sitios con números preocupantes.

Mar del Plata tiene a la fecha casi 600 casos activos, Pinamar sumó más de un centenar de nuevos infectados durante las últimas dos semanas y hasta Partido de la Costa, Villa Gesell y General Alvarado -que venían con cifras mínimas de positivos- entraron en ritmo de alerta estos últimos días. En toda la costa esperan por veraneantes que, en su mayoría, proceden de Capital Federal y Gran Buenos Aires, hoy principales focos de contagio del país.

Con las rutas reservadas solo para esenciales o permisos que atienden cuestiones de fuerza mayor, los accesos a las localidades balnearias aún continúan restringidos. Los turistas deberán esperar un tiempo más. ¿Cuánto? Nadie lo sabe. "Los permisos para propietarios para no residentes los vamos a implementar a corto plazo, en cuanto nos lo permita la normativa nacional de circulación", dijo a LA NACION el intendente de Pinamar, Martín Yeza.

Temporada de verano en tiempos de Covid 19: a la playa con barbijo, gastronomía en vía pública y espectáculos en duda

Funcionarios también aportan a la incertidumbre. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, generó enorme revuelo cuando dijo que le resultaba "inimaginable una temporada de verano sin vacuna" para el coronavirus. Su compañero de gabinete provincial y responsable del área Producción, Augusto Costa, planteó casi todo lo contrario hace pocas horas: "Trabajamos para tener la mejor temporada de los últimos años", aseguró. "Estamos trabajando para que la temporada exista", señaló, más cauto, el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens.

A la playa ¿con barbijo?

Esta semana, luego de presentar su propuesta de protocolo para el verano, directivos de la Cámara de Empresarios de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra) de Mar del Plata se entusiasmaron con la idea de abrir instalaciones para una "prueba piloto" durante el fin de semana largo de octubre, que suele ser aperitivo y primera medida de los que puede resultar de cada temporada estival. "De ninguna manera, la prioridad hoy es la salud de la gente", descartó, tajante, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro.

"Ningún balneario abrirá antes de diciembre", confirmó el titular de aquella entidad, Jorge Riccillo. Una noticia que afecta por sobre todo a los marplatenses, que representan casi el 80% de la clientela en los servicios privados de playa.

Las tradicionales postales de las hileras de carpas podrían cambiar el próximo verano

El sector entregó al municipio una propuesta que casi no modifica la distribución tradicional de sombrillas y carpas (con 6 y 8 personas máximo de personas por unidad de sombra) pero sí las condiciones de uso de la infraestructura de servicios. En cada distrito costero hay proyectos similares y propios del sector privado. "Se va a resolver con un único protocolo que definirá la provincia", aseguraron desde La Plata a LA NACION.

En Villa Gesell el concejal Pablo Cisneros es autor del proyecto para un uso de playa pública con distanciamiento social. Prevé parcelas de 4 a 9 metros cuadrados delimitadas con sogas, banderas para comunicar disponibilidad u ocupación plena y uso obligatorio de barbijo salvo al momento de ingresar al mar. "Es una alternativa para cuidar la salud y sostener la actividad turística", dijo a LA NACION. Se debatirá en comisiones del cuerpo deliberativo local.

Alojamiento y teatro

Mientras en algunos municipios evalúan si es posible exigir un testeo de Covid-19 en origen para habilitar el acceso al distrito, lo que sí es un hecho es que allí donde vaya cada turista deberá firmar una declaración jurada donde manifiesta no estar bajo sospecha o diagnóstico de coronavirus, así como tampoco haber tenido contacto reciente con un caso positivo de la enfermedad. Hoy, así como habrá control de temperatura corporal en accesos, se puede afirmar que se exigirá ese compromiso en un balneario, en el hotel o, en caso que se habilite, por ejemplo al comprar una entrada para un espectáculo.

La hotelería, que lleva casi cinco meses de obligada inactividad, espera la aprobación de protocolos por parte del gobierno nacional. Además de todas las pautas comunes de higiene se proponen pagos y pasos previos de check in/check out por medios digitales como alternativa para asegurar distanciamiento. En espacios comunes se imponen mesas y sillas bien separadas, sugerencia de desayuno en habitación y uso individual de ascensores o hasta 30% de su máximo permitido.

Casi toda la actividad gastronómica y teatral se piensa al aire libre para el próximo verano

La cuestión todavía asoma más que difícil con los espectáculos. "Primavera define verano", dijo el experimentado empresario Carlos Rottemberg, que considera necesario ensayar la nueva dinámica de los teatros antes de la temporada. Para el rubro se aspira primero a volver a la actividad. Y llegar paso a paso hasta que se permita -en principio- una ocupación tope de 50% de las salas. "No es momento para la frivolidad, hay que ir por lo prioritario", reconoció. Habla de la cuestión sanitaria.

Apuesta al aire libre

En vías de buscar alternativas a los espacios cerrados, muy complicados para el actual contexto, el actor, productor y senador nacional Nito Artaza difundió un proyecto para que se le autorice un "autoteatro", que sería similar a un autocine pero con un escenario que se montaría en la playa de estacionamiento de un balneario de Punta Mogotes. La iniciativa está en estudio.

Pablo Baldini, empresario marplatense y principal productor de espectáculos musicales en la ciudad, fue claro: "Veo un verano reducido, con conciertos solo al aire libre", dijo a LA NACION. Habló de plateas "parceladas", con un buen plan de evacuación y corredores sanitarios. Puso como ejemplo el recital de esta semana en Newcastle, Inglaterra, con 2500 personas repartidas en 500 plataformas.

Barbijo, el elemento ineludible de las próximas vacaciones

La gastronomía es el único de todos los rubros vinculados de manera directa al turismo que, al menos hasta ahora, está acumulando experiencia mientras espera la temporada. En Mar del Plata hace más de un mes que el rubro volvió a la actividad de atención en salón, primero con las cafeterías y luego con bares y restaurantes.

Puertas adentro se acondicionaron espacios para establecer mamparas de separación entre mesas muy cercanas y diseño de boxes para grupos. El clima de invierno mucho no ayuda, pero aun así ganan preferencia los servicios en vereda o decks, como ocurre en el paseo comercial de Güemes.

"Si había cinco mesas en la calle, entonces habrá que habilitar diez o quince", propuso Montenegro. Podría avalar en próximos días un proyecto del bloque de Frente de Todos para generar corredores gastronómicos en calle Olavarría, Diagonal Pueyrredon y alguno más. "Escuchamos los pedidos de todos los sectores, pero ante todo lo prioritario es la salud", insiste el intendente.

Yeza, en Pinamar, avanzó en mismo sentido con peatonalización de un tramo de Shaw, Constitución y Jasón, en zona céntrica. "Es generar mayor comodidad para peatones y permitir a la gastronomía lugares que hoy ocupan autos estacionados", explicó a LA NACION.