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Coronavirus en la Argentina: Alberto Fernández se mostró con Axel Kicillof por sexta vez en diez días

"Alberto lo está bancando a Axel", lo definió un intendente kirchnerista del conurbano bonaerense a modo de definición política. Por sexta vez en los últimos diez días, el presidente Alberto Fernández se mostró ayer con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en el contexto del aumento geométrico de contagios de coronavirus en la zona metropolitana, incluido el populoso y complicado conurbano del distrito más poblada del país.

La foto conjunta en las instalaciones de la petrolera Axion Energy, en Campana, se sumó a las del lunes, en el hospital Austral, de Pilar, y a las del martes, en Casa Rosada, para un anuncio sobre viviendas. El lunes de la semana pasada, después del anuncio conjunto de prórroga de cuarentena, Fernández acompañó a Kicillof en un anuncio vinculado a la obra pública en la gobernación en La Plata, y volvieron a cruzarse dos días después en las instalaciones de la empresa Toyota, en Tigre, para anunciar el retorno de la producción en esa automotriz.

"Alberto sabe que la situación en la provincia es muy compleja, y Axel gobierna la provincia más importante", afirmaron desde la gobernación. Y negaron que los distintos orígenes de ambos-Kicillof cercano a Cristina Kirchner, Fernández conduciendo el timón de un gobierno "de coalición"-sean trascendentes a la hora de gestionar juntos la estrategia sanitaria contra la expansión del virus. "Tienen plena sintonía. No hay diferencias hoy", agregaron cerca de Kicillof.

Tras el encuentro con el gobernador, Fernández recibió por la tarde a Horacio Rodríguez Larreta para evaluar cómo continuará la "cuarentena diferenciada" en el distrito porteño.

Desde la Casa Rosada reconocen los "matices" entre ambos, diferencias que quedaron expresados en el tono y el contenido del anuncio conjunto del pasado 24. Allí fue cuando Fernández le pidió a Kicillof "no perder la elegancia" en sus críticas a la oposición, mientras el gobernador la emprendía contra las gestiones de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri en materia sanitaria. De todos modos, el ida y vuelta por chat es "permanente y diario" entre ambos, con la economía y la pandemia como temas centrales, cuentan desde Balcarce 50 y la gobernación bonaerense. "Incluso coordinan agenda entre ellos, nosotros nos enteramos después", reconoce un funcionario, que recuerda que así se dio el acto en Toyota.

Máximo Kirchner

Fuentes del kirchnerismo hablan de una reunión reciente de la mesa chica bonaerense, que integran el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, el propio Kicillof y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, a la que se sumaron el propio Presidente y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa. Allí se acordó que "a la provincia no le va a faltar plata para pagar sueldos" hasta diciembre, y que también se contendrá la situación de los intendentes, "pero sin que les sobre demasiado" para evitar rebeldías.

Fernández es, entonces, un dique de contención para los intendentes kirchneristas, molestos con la "falta de consulta" de Kicillof, y también de los opositores, que pactan muchas veces directamente con la Casa Rosada la ayuda financiera y los gestos de acercamiento. Fuera de micrófonos, los intendentes se quejan además por la "falta de planificación para la salida", y de algunas "arbitrariedades" en la concesión de los permisos para circular. Algunos, como Jorge Macri (Vicente López) se animó a decirlo en voz alta. "Llevo 25 días esperando que me contesten un protocolo...No hay respuest. ¿Cuál es el límite? Queremos habilitar los comercios de cercanía, nos piden que no dejemos de pelearla", declaró ayer el intendente de Juntos por el Cambio.

Las fotos con Kicillof se encuadran además, puntualizan en la Casa Rosada, en la decisión de Fernández de mostrar "un país activo", más allá de la concentración de la pandemia en la zona metropolitana, estrategia que incluye sus visitas a distintas provincias-todas con gobernadores aliados hasta el momento-que seguirán esta semana. "Alberto y Axel tienen sus diferencias, claro. Pero los dos quieren lo mismo, y dependen uno del otro", resumió un estrecho colaborador del Presidente.