Coronavirus. ¿Puede el aire acondicionado en espacios cerrados potenciar los contagios?

En tiempos de coronavirus, tal vez la ley primera sea no reunirse en espacios cerrados, donde las posibilidades de contagiarse aumentan de manera exponencial. En esos casos, para atenuar el riesgo es necesario abrir las ventanas. Pero, de cara al verano, cuando el aire acondicionado irá ganando protagonismo, será prudente no ventilar y refrescar los espacios solo con ese aparato. Dicen los infectólogos que, lejos de favorecer el recambio de oxígeno, el aire acondicionado en lugares totalmente cerrados podría potenciar la circulación del virus por el ambiente.

Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria de la Ciudad, señaló a LA NACION que el principal foco de contagio son los encuentros intradomiciliarios. Por eso, es preciso evitarlos, pero en el caso de reunirse en un ambiente cerrado, Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial durante la pandemia, señala que el aire acondicionado podría generar un "efecto turbina", que haría circular el virus por todo el espacio donde se realice el encuentro.

"El aire acondicionado toma el aire ambiental, obviamente sin coronavirus, y lo hace circular. El problema es que si un miembro de la reunión está infectado, esa corriente podrá trasladar al virus por todo el ambiente cerrado", explica el especialista.

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López argumenta que, sobre todo cerca del equipo de aire acondicionado, la corriente sería más eficaz para trasladar al virus que la tos de alguno de los integrantes de la reunión.

"Por eso es muy importante el uso del barbijo, incluso dentro de las casas, porque el propio movimiento del aire puede trasladar al virus si uno de los invitados está infectado", agrega López.

Elena Obieta, infectóloga y miembro de la sociedad Argentina de Infectología (SADI), destaca un caso real que ocurrió en China para demostrar el riesgo del uso del aire acondicionado en ambientes cerrados durante la pandemia.

"Una persona que estaba infectada fue a un restaurante con su círculo cercano. Los días pasaron y se identificó que el restaurante había sido un foco de contagios. Como las mesas no estaban a mucha distancia, la corriente del aire acondicionado arrastró el virus de la persona infectada hacia otros comensales", relata Obieta.

Siempre una ventana abierta

Por eso, la especialista resalta la importancia de, en primer lugar, tratar de reunirse en espacios abiertos manteniendo la distancia, pero que si el encuentro se da a puertas cerradas habría que dejar una ventana abierta. "Hay que facilitar el recambio de aire, si no solo se favorece la refrigeración, pero no el recambio".

"Lo más recomendable es la ventilación tradicional y a eso se le puede sumar el aire acondicionado", dice Martín Stryjewski, jefe de internación de Cemic y miembro (SADI). Él sostiene que muchos contagios se dieron en lugares cerrados que contaban con equipos de aire acondicionado funcionando, tal fue el caso de los cruceros o los supermercados, y se abre un interrogante acerca de qué pasará con los shoppings.

"En Asia hay estudios que demostraron que había rastros del virus en los conductos del aire acondicionado, por eso siempre hay que dejar una ventana abierta, mantener la distancia y usar el tapaboca", agrega Stryjewski.

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Ricardo Teijeiro, infectólogo y miembro de la SADI, está preocupado por el verano que se aproxima: "Estimo que va a aumentar el movimiento de la gente, incluso entre las provincias, donde estará el mayor problema. También se vienen las fiestas y aumentará el riesgo de que haya reuniones en espacios cerrados".

Teijeiro detalla que el aire acondicionado no es recomendable para ventilar los espacios. Explica que, de todos modos, el mayor riesgo de contraer coronavirus no está en el aire, sino en las superficies.

"El Covid-19 es un virus más pesado que el de la influenza. Por eso cae más rápido al suelo o a cualquier otra superficie y no permanece tanto tiempo en el aire, de ahí que la distancia prudencial son dos metros, porque el virus no puede viajar mucho más que eso", describe el infectólogo. Y agrega: "Hay que permanecer siempre con el barbijo y no perder de vista el lavado de manos y superficies, en donde hay más posibilidades de que prevalezca el virus".