Coronavirus en África: ¿control de la pandemia o falta de tests?

El 14 de febrero, Egipto se convirtió en el primer país africano en reportar un caso de coronavirus. La noticia inmediatamente despertó preocupación por un continente profundamente golpeado por la malaria, el cólera, el ébola y las hambrunas, entre muchos otros males.

Funcionarios de la ONU señalaron que la enfermedad podría matar a 300.000 personas y empujar a casi 30 millones más a la pobreza durante el primer año, e incluso el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, urgió a principios de marzo a África a "despertarse" para hacer frente a la pandemia.

"Es muy difícil no imaginar una crisis humanitaria a largo plazo realmente devastadora en toda la región", dijo entonces Emma Naylor-Ngugi, directora regional de la ONG Care a la revista Time.

Cifras sorprendentes

Sin embargo, más de tres meses han pasado desde el arribo del virus y las cifras de contagios y decesos son sorprendentemente menores que las de otros continentes. Del total de casos de coronavirus en el mundo, solo el 2,03% se encuentra en África.

Con los mayores focos infecciosos en Sudáfrica y Egipto, el continente suma 106.589 enfermos, según el último recuento de la Universidad Johns Hopkins, convirtiéndose en el segundo con menos casos del mundo después de Oceanía, y el primero con menos contagios per cápita, con 80 cada un millón de habitantes.

Al contemplar las muertes, la tendencia se repite: ocupa el anteúltimo lugar en términos absolutos, con un total de 3218 fallecimientos hasta la fecha, y el último per cápita, con tan solo dos decesos por millón de habitantes.

La pregunta que se hacen ahora los expertos es si estas cifras tienen que ver con la respuesta de los gobiernos o con un descomunal subregistro por la falta de tests.

Respuesta anticipada y experiencia con epidemias

"El nuevo virus indudablemente causará bajas en nuestros países, pero paradójicamente, nuestros sistemas de salud, que generalmente se dice que son frágiles, podrían ser más resistentes para enfrentar tal shock. La mayoría de nuestros trabajadores de salud practicaron el arte de la curación en entornos endémicos y privados de recursos. Por ejemplo, durante una epidemia reciente de fiebre de Lassa en Sierra Leona y Nigeria, las reglas de distanciamiento físico y aislamiento fueron las mismas", dijo en un comunicado el doctor Chibuzo Okonta, presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) en África Occidental.

"Nuestros sistemas de salud ciertamente carecen de la cantidad de unidades de cuidados intensivos y camas, así como de respiradores. Tampoco convocan un número suficiente de personal de enfermería calificado para atender a los pacientes que necesitarán oxígeno. Pero hemos desarrollado resiliencia, habilidades y conocimientos mediante la gestión de emergencias y epidemias. Reconocemos nuestra fragilidad, pero esto ofrece más oportunidades para la innovación. Aprendimos de experiencias desafortunadas que no podemos salvar a todos", agregó.

De hecho, Marruecos que es el país que tiene el mejor sistema sanitario de África, ocupa el puesto número 29 en el ranking de rendimiento global de los sistemas salud de la OMS. Y de los 15 peores sistemas de salud del mundo, 14 corresponden a países africanos.

Sin embargo, es incorrecto hablar de África como una unidad, ya que el continente está conformado de 54 países, todos con niveles muy distintos de preparación. "Por ejemplo, Senegal, Camerún y Uganda han implementado con bastante rapidez medidas de distanciamiento social, así como el cierre de fronteras. Esto les ha permitido limitar la importación de casos en comparación con otros que cerraron sus fronteras más adelante", dijo a LA NACIÓN Yap Boum, representante regional de Epicentre Africa, órgano de investigación de Médicos Sin Fronteras.

Por su parte, Sudáfrica introdujo uno de los bloqueos más estrictos del mundo y Nigeria, la nación más poblada de África, cerró sus fronteras terrestres y prohibió todos los vuelos internacionales a fines de marzo. Kenia mantiene su cuarentena, en vigor desde principios de abril, que consiste en un toque de queda nocturno, la prohibición de reuniones públicas y sociales, el cierre de las escuelas y centros religiosos y el uso obligatorio de mascarillas en los espacios públicos.

Otra explicación posible para la baja tasa de mortalidad, es que "la mitad de la población del continente tiene 18 años o menos", según señaló esta semana Mike Ryan, máximo experto de emergencias de la OMS, aunque afirmó que sigue preocupado por una posible propagación de la enfermedad en un continente con "significativas brechas" en su capacidad de testeo, y en sus servicios de cuidados intensivos, oxígeno y respiradores.

Subregistro

A pesar de la agilidad de la respuesta de muchos gobiernos frente a la crisis y otros factores que pudieron contribuir al control de los brotes, la falta generalizada de tests es una realidad en la mayoría de los países del continente. "Si bien es difícil decirlo con certeza, la modelación sugiere que el 90% de los casos no están registrados en África, pero debe confirmarse. Los países tienen una capacidad de prueba diferente que varía entre países de 2 a 15 pruebas por 1000 habitantes. Incluso algunos países africanos están probando por debajo del límite inferior. Esto también es el resultado de diferentes estrategias; mientras algunos países han implementado una campaña de pruebas masivas, otros se centran solo en pacientes con signos o síntomas de Covid-19", explicó Boum.

En comparación con los demás continentes, África ocupa el último lugar en tests per cápita, con 2596 pruebas por millón de habitantes; le sigue Asia con 3523, y luego América del Sur con 9413. En tercer lugar está América del Norte (incluye centroamérica) con 33.487; en segundo Oceanía, con 35.922, y el primer puesto va para Europa, con 42.421 tests por millón de habitantes.

Dentro del continente, la capacidad de testeo varía ampliamente entre países. Sudáfrica lidera el ranking en términos absolutos, con un total de 543.032 pruebas hasta la fecha, y Mauritius ocupa el primer lugar en tests per cápita con 79.472 por millón de habitantes. Santo Tomé y Príncipe analizó solo 175 pacientes, lo que lo coloca al final de la lista, aunque Sudán es el país que menos ha testeado per cápita.

"Mientras que en algunos países el coronavirus está contenido en una capital, como es el caso de Costa de Marfil, en Camerún, las 10 principales regiones están afectadas por la pandemia. En consecuencia, se consideran diferentes medios de respuesta en las zonas urbanas y rurales. El uso de pruebas de diagnóstico rápido se está convirtiendo en una realidad en países que descentralizan su respuesta a la Covid-19 en áreas rurales, mientras que el uso de pruebas moleculares sigue siendo la única herramienta para detectar casos de coronavirus en otros países", explicó Boum a LA NACIÓN.

De cualquier manera, el subregistro es tan solo una parte de la historia, ya que los efectos de la pandemia también deberían verse en una sobrecarga de los sistemas sanitarios y un aumento significativo de muertes por enfermedades respiratorias.

Impacto en los sistemas sanitarios

En Etiopía, el segundo país más poblado de África, el brote de coronavirus no parece haber llevado a más pacientes con infecciones respiratorias a los hospitales en las últimas semanas. Un médico en la capital, Addis Abeba, le dijo a la BBC que estaba buscando signos de casos no denunciados de Covid-19 pero que no detectó nada inusual.

Sin embargo, algunos lugares han experimentado un aumento repentino de muertes. En Nigeria, un sepulturero en el cementerio en la ciudad principal, Kano, dijo a la BBC: "Nunca hemos visto algo así desde el brote de cólera, que nos contaron nuestros padres. Eso fue hace unos 60 años".

Un importante hospital público en la capital de Kenia, Nairobi, experimentó un aumento de casi el 40% en enfermedades respiratorias como tuberculosis, neumonía y asma entre diciembre y principios de marzo, dijo a la BBC un médico que trabaja allí.

Sin embargo, el hospital tuvo una fuerte disminución en tales casos desde mediados de marzo. Una de las razones fue que el gobierno impuso un toque de queda nacional para contener la propagación del coronavirus. "Esto ha resultado en una caída en los ingresos, pero en un aumento en el número de personas muertas que son llevadas a la morgue del hospital", dijo el médico.

Aunque la pandemia no ha estallado en el continente de la manera en que se esperaba, al menos hasta ahora, los esfuerzos por controlarla han limitado los recursos disponibles para otros problemas. "La mayoría de los recursos dedicados a la salud se dirigen a la Covid-19, que limita los fondos necesarios para responder a un brote como el de cólera, que está en curso en Camerún y otros países, o a la próxima explosión de malaria y malnutrición en varios países. Además, muchas estructuras de salud se han cerrado ya que no tenían el equipo de protección personal para su personal", dijo el representante regional de Epicentre Africa.