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Coronaviris: crecen los acuerdos entre laboratorios y gobiernos para asegurarse vacunas

PARÍS.- Señal de la intensa competición entre los países, los contratos para intentar conseguir un acceso a una posible vacuna contra el coronavirus se multiplican rápidamente, como el contrato anunciado este viernes entre Sanofi y GSK con Estados Unidos, por más de 2000 millones de dólares.

La potencial vacuna, desarrollada por la francesa Sanofi y la británica GSK y que se prevé que esté lista para 2021, fue seleccionada por el programa estadounidense "Operation War Speed", según anunció Sanofi en un comunicado.

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El programa prevé garantizar a los estadounidenses un acceso a la vacuna lo más rápido posible, a través de numerosos acuerdos firmados con laboratorios. Sanofi y GSK recibirán hasta 2100 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos a cambio del suministro inicial de 100 millones de dosis a los estadounidenses.

Esta colaboración "permitirá financiar las actividades de desarrollo y el aumento de las capacidades de fabricación de Sanofi y de GSK en Estados Unidos para la producción de la vacuna", aseguró Sanofi.

El laboratorio francés, que recibirá la mayoría de la financiación del gobierno estadounidense, precisó que la administración de Donald Trump dispone además de una opción para el suministro de 500 millones de dosis suplementarias a largo plazo.

El producto de ambos laboratorios se basa en la tecnología de proteína recombinante que Sanofi empleó para producir una vacuna contra la gripe y en el adyuvante para uso pandémico desarrollado por GSK.

El laboratorio francés anticipa lanzar su ensayo clínico de fase 1 y 2 en septiembre, antes del estudio de fase 3 (la última etapa) de aquí a fin de año, para una aprobación que podría darse en el primer semestre de 2021. Estos ensayos a gran escala de la fase final incluirán a México.

Proyectos competitivos

Antes de este nuevo acuerdo, Estados Unidos ya había gastado más de 6000 millones de dólares desde marzo para financiar proyectos competitivos, en laboratorios como Johnson & Johnson, Pfizer y AstraZeneca (en cuyos ensayos participó Brasil), y en dos pequeñas empresas de biotecnología, Novavax y Moderna.

"La cartera de vacunas constituida en el programa 'Operation Warp Speed' aumenta las posibilidades de tener al menos una vacuna segura y eficaz de aquí a fin de año", afirmó el secretario de salud estadounidense, Alex Azar, citado en el comunicado de Sanofi.

Y operaciones similares se multiplican en todo el mundo, ya que en la lucha contra la pandemia, los laboratorios deben acelerar las etapas de desarrollo de una vacuna y preparar sus unidades de producción sin ni siquiera conocer los resultados de los ensayos clínicos; es decir, sin saber si la vacuna verá la luz algún día.

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Firmar acuerdos con los Estados les permite compartir los riesgos mientras que, a cambio, los gobiernos tienen garantizado un suministro de vacunas si las investigaciones tienen éxito.

Sanofi y GSK anunciaron esta semana un acuerdo de 60 millones de dosis con Gran Bretaña. Igualmente, Sanofi alcanzó un acuerdo con la Unión Europea (UE) por 300 millones de dosis por un monto no revelado.

La Comisión Europea anunció este viernes que había reservado ese número de dosis en nombre de los 27 Estados miembros, y señaló en un comunicado que mantiene "intensas negociaciones" con otros fabricantes de vacunas.

"El contrato con Sanofi dará una opción a todos los Estados miembros para comprar la vacuna", dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. "Aunque no sabemos a fecha de hoy qué vacuna será la más eficaz, Europa invierte en un portafolio diversificado de vacunas prometedoras a partir de diferentes tecnologías. Eso aumenta nuestras posibilidades de obtener rápidamente un remedio eficaz contra el virus", añadió.

Esta competición levanta polémica, pues cuestiona el acceso a la vacuna de los países en vías de desarrollo, que no tienen los medios para financiar contratos tan grandes, y alimenta los temores a que sean suministrados a lo último.

A mediados de julio, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución que señala que cualquier vacuna contra la pandemia debe ser considerada como "un bien público mundial" e insistió en un "acceso rápido, justo y sin trabas a medicamentos, vacunas, diagnósticos y terapias seguros, asequibles, eficaces y de calidad".

Agencia AFP