Copiloto de Germanwings había ensayado descenso en vuelo previo: investigadores

Por Tim Hepher PARÍS, 6 mayo (Reuters) - El copiloto de Germanwings sospechoso de haber estrellado deliberadamente un avión en los Alpes en marzo practicó la maniobra fatal en la mañana del día del desastre y le habían negado dos veces los documentos médicos para poder volar, dijeron investigadores el miércoles. La Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil de Francia (BEA, por su sigla en francés) dijo que el copiloto Andreas Lubitz había configurado cinco veces al piloto automático para que llevara al avión Airbus para abajo a sólo 100 pies cuando el capitán estaba fuera de la cabina en el vuelo de ida entre Düsseldorf y Barcelona. Pero las breves modificaciones a una perilla de altitud, como las que provocaron la caída del avión A320 cuando volvía a Düsseldorf cerca de 3 horas después, no habrían sido notadas por los pasajeros ni controladores porque fueron revertidas rápidamente. Además, esas modificaciones quedaron enmascaradas porque el avión ya había comenzado un descenso autorizado, dijo la BEA. Un reporte preliminar sobre el vuelo siniestrado el 24 de marzo, en que murieron sus 150 ocupantes, confirmó que Lubitz se preparó para provocar el accidente. "No puedo especular con lo que estaba pasando en su cabeza; todo lo que puedo decir es que él cambió ese botón al parámetro mínimo de 100 pies y que lo hizo varias veces", dijo el director de la BEA, Remi Jouty. "Esas breves acciones en el vuelo previo fueron una suerte de ensayo de la maniobra", sostuvo. Tras analizar los registros de datos y de la cabina recuperados de las "cajas negras" del avión, la BEA entregó el panorama más detallado hasta el momento sobre lo que pasó en el vuelo 9525. Apenas 30 segundos después de que se cerró la puerta de la cabina y de que se quedara solo por segunda vez en el día, Lubitz ingresó los comandos que había ensayado previamente y ordenó a la nave que descendiera a 100 pies en piloto automático, dijo la BEA. Ese era el parámetro más bajo posible y suficiente para que el avión se estrellara en las montañas más adelante en su trayectoria de vuelo. Luego, alteró otra perilla para aumentar la velocidad de la aeronave. El informe lista varias advertencias que no fueron respondidas mientras el avión aceleraba. Entre ellas figuran cuatro intentos por contactarlo desde afuera por interfono y llamadas y golpes a la puerta cada vez más insistentes que terminaron con "golpes violentos" en la puerta. Mientras el avión perdía altura en forma constante, los controladores de tránsito aéreo en Marsella intentaron contactar 11 veces a la aeronave de Germanwings. Tras revisar la carrera y capacitación de Lubitz, la BEA dijo que su nivel profesional fue juzgado como "sobre el estándar". Sin embargo, dijo que el centro aeromédico de Lufthansa, la matriz de Germanwings, se rehusó dos veces a renovar su certificado médico en 2009, cuando seguía un tratamiento para la depresión. Tras conseguir un certificado en julio de 2009, la licencia de piloto de Lubitz -que siempre es válida sólo por un año- contenía una nota que requería que médicos aeronáuticos contactaran a las autoridades antes de una renovación o extensión del documento. La BEA emitirá un reporte final en cerca de un año, que podría incluir recomendaciones sobre las puertas de las cabinas y el manejo de los registros médicos de los pilotos de la industria de las aerolíneas. (Reporte adicional de Victoria Bryan. Editado en español por Janisse Huambachano/Patricio Abusleme)