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La fórmula para poner paz al polvorín en Estados Unidos de cara a la Ryder Cup

Koepka y DeChambeau, dos jugadores que parecen mostrar posturas irreconciliables tras varios choques públicos y en redes
Koepka y DeChambeau, dos jugadores que parecen mostrar posturas irreconciliables tras varios choques públicos y en redes

Sucede en cualquier grupo de trabajo: ¿cómo lograr desde la conducción para que dos personas que se detestan puedan tirar para adelante y ser productivos para el equipo? Por supuesto, el deporte está lleno de estas historias. Y uno de los ejemplos actuales es lo que sucede en el conjunto de Copa Ryder de los Estados Unidos, que en menos de un mes tendrá su clásico desafío ante Europa en Whistling Straits, Wisconsin. El problema urgente por atender es cómo convivirán Bryson DeChambeau y Brooks Koepka, dos estrellas que en los últimos meses exhibieron en carne viva su odio recíproco con palabras sarcásticas.

El capitán norteamericano, Steve Stricker, tiene en claro dos cuestiones: que necesita potenciar a los dos y que no puede ilusionarse con una reconciliación de sus jugadores a corto plazo. Su silenciosa tarea en los últimos tiempos fue ordenar una tregua y dejarles en claro que no tolerará esas chicanas tanto públicas como en redes, antes o durante la competencia. “Me aseguraron que el equipo y el país son su máxima prioridad. Dijeron que no iba a ser un problema y yo les creo. Confío en ellos. En lo que a mí respecta, el tema se ha dejado de lado”, mencionó Stricker.

Steve Stricker, el capitán de los Estados Unidos que tendrá que tener mucho equilibrio para el armado del equipo en la Copa Ryder
Steve Stricker, el capitán de los Estados Unidos que tendrá que tener mucho equilibrio para el armado del equipo en la Copa Ryder

Hay quienes dudan de que el encono entre los dos ganadores de majors tenga un real sustento. Algunos creen que el conflicto fue fogoneado por ambos a propósito, después de que el PGA Tour instrumentara un bonus de 40 millones de dólares para los 10 jugadores que en un año presenten más índices de popularidad, un cálculo basado en algoritmos según las búsquedas de Google o la calificación que mide el atractivo del jugador como marca. Al margen sobre si hubo un aprovechamiento mediático, Stricker percibe una incipiente paz entre ellos: “No hemos escuchado a Brooks decir nada sobre Bryson últimamente. Esta Copa Ryder significa mucho para estos muchachos. Ninguno de los dos quiere ser la raíz de un problema. Ambos lo entienden”.

La Copa Ryder propone un formato de fourballs, en el que cada jugador del dúo juega con su propia pelota, y otro de foursomes -una bola por pareja-, que requiere todavía más entendimiento y química en el hoyo tras hoyo. Más allá de que Stricker ruega por armonía, descarta ponerlos juntos para los matches porque siente que la colaboración mutua dentro de la cancha sería inviable. “No les voy a decir que no habrá posibilidad, pero no veo que suceda. No creo que quieran jugar juntos”, reconoció. El capitán recuerda bien la errónea decisión que tomó Hal Sutton en la cita de 2004, cuando unió a Tiger Woods y Phil Mickelson en las dos sesiones del viernes y perdieron los dos matches, sabiendo que la relación entre ellos no era la mejor.

ABU DHABI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS - 14 DE ENERO: Brooks Koepka y Bryson DeChambeau asisten al lanzamiento The Abu Dhabi HSBC Championship Presentado por EGA en Masdar City, una 'ciudad del futuro' única en los Emiratos Árabes Unidos el 14 de enero de 2020 en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. (Foto de Andrew Redington / Getty Images)
ABU DHABI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS - 14 DE ENERO: Brooks Koepka y Bryson DeChambeau asisten al lanzamiento The Abu Dhabi HSBC Championship Presentado por EGA en Masdar City, una 'ciudad del futuro' única en los Emiratos Árabes Unidos el 14 de enero de 2020 en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. (Foto de Andrew Redington / Getty Images) (AR/)

“Hablé con Strick durante unos 25 minutos la semana pasada y pasamos la mitad de ese tiempo hablando de Brooks y Bryson”, reveló Paul Azinger, capitán estadounidense de la Copa Ryder 2008. “Él sabe que el riesgo es el mismo que el que tomó Hal con Tiger y Phil: existe la posibilidad de que esos dos tipos produzcan el mayor grito de guerra de todos los tiempos, o que todo se convierta en un verdadero dolor de cabeza”.

Stricker también tuvo una conversación con el capitán de 2018, Jim Furyk, que será uno de sus tres asistentes en Whistling Straits y cuya naturaleza de persona sensata no dará margen para fomentar interferencias innecesarias. “Personalmente, no veo [la disputa] como un problema. Creo que es una situación divertida, para ser honesto. Me encanta toda la charla, todo el ruido, toda la m… que pasa afuera”, desdramatizó.

Nadie en el equipo de los Estados Unidos es tan iluso como para pensar que se amigarán durante la competencia; solo pretenden que no se agudice aquella enemistad que nació en enero de 2019, cuando Koepka criticó a DeChambeau por su juego lento, cuestión que motivó a que la R&A incluyera luego una regla para que los jugadores no tarden más de 40 segundos en preparar el golpe. La animosidad se intensificó en enero del año pasado, cuando el californiano de 27 años, conocido por su fanatismo por el gimnasio y sus dietas rebosantes en proteínas, se burlara sobre el físico de Koepka tras una producción para ESPN Body Issue. “¿Viste su cuerpo? No tiene abdominales. Yo sí tengo”. El comentario llevó a Koepka a responderle con sus cuatro majors ganados contra ninguno del Científico hasta entonces. Y este año, el conflicto terminó de estallar tras una entrevista de Golf Channel que finalmente no salió al aire, en la que DeChambeau pasó por detrás de Koepka y le deslizó un comentario acerca de su mala lectura de los greens.

“Es sólo una semana”, mencionó el cuádruple campeón de torneos grandes en el último Open Británico. “Puedo dejarlo a un lado para el negocio. Si vamos a estar en el mismo equipo, soy capaz de tratar con cualquiera en el mundo durante una semana. No voy a jugar con él. Estoy bastante seguro de que no vamos a estar emparejados, es algo obvio”, apuntó Koepka. En tanto, DeChambeau dijo poco durante el último mes: boicoteó todas las entrevistas posteriores a sus rondas ya que fue muy criticado por decir, después de dar positivo de covid antes de Tokio 2020, que no iba a vacunarse porque quería guardar la vacuna para alguien que la necesitara más que él. “Soy suficientemente joven”, argumentó, con esa innata habilidad para provocar siempre una nueva polémica en el ambiente del golf.

Será un arduo trabajo para Stricker, sobre todo en la intimidad del grupo. También, habrá que ver el papel que jugará el resto de los jugadores del equipo como para favorecer a un buen clima y que no se produzca un chispazo. La Copa Ryder es sinónimo de una olla a presión y de un torneo en permanente ebullición; es la cita en la que el golf desata la máxima pasión del público, que seguramente posará sus ojos sobre ellos dos.