Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Controversia, reacciones y equívocos tras las críticas "antisemitas" de la congresista Ilhan Omar

La congresista por Minnesota Ilhan Omar, quien es una de las dos primeras figuras de religión musulmana en ser electas al Congreso de Estados Unidos, se colocó en el centro de una punzante polémica por comentarios suyos que unos consideran antisemitas e intolerables, pero que otros han matizado como una controversia, ciertamente filosa, pero específicamente ligada al apoyo o rechazo a ciertos estamentos político-ideológicos estadounidenses y de Israel y no en contra ese país o los judíos en general.

Todo ello ha suscitado una crisis dentro del Partido Demócrata, del que Omar es parte, y un debate sobre el significado del antisemitismo y de lo que debe hacerse para frenar esa y otras formas de odio –como la xenofobia, el racismo o la homofobia– que, ciertamente, se encuentran inquietante y perniciosamente activas en Estados Unidos.

Ilhan Omar, representante federal demócrata por Minnesota. (AP)
Ilhan Omar, representante federal demócrata por Minnesota. (AP)

Omar ha emitido varios comentarios que han sido polémicos y que han sido percibidos como antisemitas. Uno de los que más revuelo ha suscitado fue su afirmación de que quería “hablar de la influencia política en este país que dice que está bien que personas fuercen lealtad a un país extranjero”. En sus palabras no clarificó en qué consistía tal “influencia política” ni quién mantenía tal “lealtad a un país extranjero”, pero al ser pronunciadas en el contexto de comentarios suyos previos críticos de Israel, se percibió como una afirmación que incurre en nociones consideradas antisemitas.

Por ejemplo, señalamientos como que la afinidad de los judíos estadounidenses hacia Israel los hace desleales a Estados Unidos o de que el dinero judío o israelí domina la política estadounidense hacia Medio Oriente. Y lo que resultó más inaceptable para muchos de esas palabras de Omar habría sido que alude a ideas y clichés que han sido históricamente usados para denostar dolosamente y en general a los judíos y a Israel.

Ese, y previos comentarios de Omar, (en el sentido de que grupos de interés cercanos a los conservadores israelíes y estadounidenses tenían “comprados” a políticos en Estados Unidos) fueron tachados de antisemitas y dentro del mismo Partido Demócrata se desató una tensión singular. Algunos rechazaron de tajo las afirmaciones de la congresista y consideraron inaceptable su contenido, al que asociaron con el antisemitismo.

Pero otros políticos demócratas no estuvieron de acuerdo y afirmaron que Omar estaba criticando meramente a ciertos grupos, partidos y políticas y no a Israel o a los judíos en general o como tales. Y consideran que Omar ha sido calificada de antisemita, y ella misma lo declaró así, por ser musulmana y que acusarla de antisemitismo sería una forma intolerante de acallar las críticas sobre la situación en Palestina.

En contrapartida, hay voces dentro de la misma comunidad en Minnesota que eligió a Omar, con un importante componente musulmán, que han oído con preocupación las palabras de su congresista, ya sea por su significado en sí o por como éstas son percibidas por otros grupos, entre ellos la comunidad judía. De acuerdo a The New York Times, inquieta en esas comunidades que palabras como las de Omar afecten la colaboración y la solidaridad entre musulmanes y judíos en una región que ha sufrido ataques de supremacistas blancos. Algunos, incluso somalíes americanos como Omar, han dicho que no votarían de nuevo por ella.

En todo caso, Omar ha afirmado que no es antisemita, ha pedido disculpas por sus comentarios y ha sido, ella misma, blanco de amenazas cargadas de odio. Y judíos que votaron por Omar en su distrito la defienden al señalar que las afirmaciones de Omar no les parecen ofensivas y las consideran críticas legítimas a Israel.

La representante Ilhan Omar y la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, quien impulsó una moci´n aprobada por abrumadora mayoría para condenar el antisemitismo y otras formas de odio. (AP)
La representante Ilhan Omar y la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, quien impulsó una moci´n aprobada por abrumadora mayoría para condenar el antisemitismo y otras formas de odio. (AP)

El fondo y la forma

¿Se trata, así, de una cuestión más bien de forma, de la selección y ecos de palabras o de una vaguedad al no emitir una crítica más específica?

En principio, es claro que tanto los israelíes como los palestinos tienen el derecho a una nación y a vivir en paz y libertad, y que el ejercicio de la democracia, del respeto y de las libertades debe ser una garantía para todos, en esa región de Medio Oriente y en Estados Unidos.

Desde la derecha estadounidense y el Partido Republicano han surgido sonoras críticas y rechazo contra las palabras de Omar, e importantes grupos demócratas también le han reprochado.

Pero otros, sobre todo en el ala liberal del Partido Demócrata, han salido en defensa de Omar. El senador Bernie Sanders, que es judío, le dijo al periódico The Hill que “el antisemitismo es una ideología de odio peligrosa a la que hay que oponerse vigorosamente en Estados Unidos y en el mundo… Pero no podemos igualar al antisemitismo con la crítica legítima del gobierno de derecha de Netanyahu en Israel. En cambio, debemos desarrollar una política [balanceada] en Medio Oriente que lleve a israelíes y palestinos juntos a una paz duradera”.

Otros, como la senadora demócrata Kirsten Gillibrand consideraron que “aquellos con visiones críticas de Israel, como la congresista Omar, deben tener la posibilidad de expresar sus puntos de vista sin emplear tropos antisemitas sobre dinero e influencia”, de acuerdo al HuffPost.

La líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi buscó colocarse en una suerte de centro: “la crítica legítima de las políticas de Israel está protegida por los valores de la libertad de expresión y el debate democrático que comparten tanto Estados Unidos como Israel… Pero el uso de la congresista Omar de tropos antisemitas y acusaciones prejuiciadas acerca de quienes apoyan a Israel es ofensivo. Condenamos esas afirmaciones y llamamos a la congresista Omar a que se disculpe de inmediato por esos comentarios hirientes”.

Sea como sea, es evidente que las palabras de Omar resultaron controversiales y punzantes y muchos se sintieron ofendidos. Y también es plausible que ella habría podido plantear su crítica de modo efectivo y menos hiriente recurriendo a un lenguaje diferente y no a los citados estereotipos. Pero otros critican que se le ha reprochado eso en ella por ser musulmana, pues otros congresistas y políticos también han recurrido a afirmaciones incendiarias sin suscitar el mismo nivel de reproche. (Pasaron años, por ejemplo, de dichos racistas del republicano Steve King antes de que su partido decidiera aplicarle un correctivo público).

Incluso, en la legislatura de Virgina del Oeste se vivió una conmoción hace unos días luego de que allí fue colocado un cartel, al parecer por personas vinculadas al Partido Republicano, en el que se mostraba una foto de las Torres Gemelas de Nueva York en llamas con una foto de Omar abajo, en clara y dolosa intención de vincular a esa congresista con el terrorismo, según informó NBC.

Acciones y reacciones

Michelle Goldberg, en The New York Times, afirma, por ejemplo, que aunque cree que Omar fue descuidada y no maliciosa en sus afirmaciones, estas fueron agresivas y lastimaron la sensibilidad de muchos judíos que, por solo hablar de Estados Unidos, han sufrido continuamente estigmatización y acoso en múltiples formas. En ese sentido, le critica a Omar que haya abordado temas de tanto peso de modo descuidado o estereotipante y afirma que por ello debe ser criticada. Pero Goldberg también pone en perspectiva que Omar ha sido objeto de virulentos ataques por ser musulmana, situación también intolerable, y que desde la derecha se le ha tachado de antisemita por afirmaciones relativamente menores si se le compara con dichos de ciertos republicanos que han llegado a negar el Holocausto o que han expresado continuamente ideas racistas.

Y en Salon, Sofie Werthan articula que los judíos estadounidenses de izquierda han mostrado amplio apoyo a Omar y rechazado que sus palabras resulten ofensivas o antisemitas. Repudian ciertamente el antisemitismo pero critican que se estigmatice de antisemita o antiisraelí a quienes en realidad critican las prácticas del gobierno israelí o de sus aliados.

Y Steven Strauss en USA Today comenta que Omar puede criticar abiertamente a Israel pero ha de hacerlo sin incurrir en clichés antisemitas. Y enumera, por ejemplo, tópicos a discusión como la ayuda financiera de Estados Unidos a Israel, las relaciones del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu con un partido considerado antiárabe y racista, las acusaciones de corrupción que pesan contra el propio Netanyahu o las denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas contra los palestinos.

La polémica en torno a Omar, con todo, sacudió severamente al Partido Demócrata y llevó a su liderazgo a presentar ante la Cámara de Representantes una moción que condena el antisemitismo pero también la islamofobia y en general todas las prácticas de odio, racismo, xenofobia y discriminación. La medida, impuilsada por Pelosi, fue aprobada con 407 votos a favor y 21 en contra.

Alexandria Ocasio-Cortez e IIhan Omar son dos de las más prominentes jóvenes congresistas demócratas que han mostrado una actitud muy progresista y combativa. (AP)
Alexandria Ocasio-Cortez e IIhan Omar son dos de las más prominentes jóvenes congresistas demócratas que han mostrado una actitud muy progresista y combativa. (AP)

Fue una suerte de búsqueda de balance y ciertamente toda actitud de odio es censurable. Pero aunque fue aprobada con abrumadora mayoría y todos los demócratas en la Cámara la avalaron, al parecer a algunos les habría gustado que la moción fuera más explícitamente crítica de Omar y otros creen que resultó excesiva hacia ella.

Y la controversia en torno a Omar también es un atisbo, como comenta Chris Cillizza en CNN, a las tensiones dentro de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, que si bien está unida en el afán de frenar las políticas de Donald Trump y hacerle rendir cuentas, también experimenta una suerte de choque generacional y político, con nuevos y jóvenes congresistas de inclinación más progresista y actitud mucho más confrontacional que los legisladores demócratas veteranos y moderados.

En todo caso la condena y el freno a toda expresión de odio es un imperativo indudable. En ello, el lenguaje lúcido y preciso, consciente de las sensibilidades, la historia, los claroscuros y los balances, pero también el ejercicio de una crítica libre y certera y un activismo a favor de las causas democráticas y de la paz son valores indispensables que han de ser promovidos.