El control del tiempo y del espacio; nadie podría parar a un equipo con Messi y Cristiano Ronaldo

Cristiano y Messi.
¿Cómo funcionaría una dupla formada por Leo Messi y Cristiano Ronaldo?

La llegada de Andrea Pirlo al banquillo de la Juventus ha venido acompañada de los cantos de sirena que sitúan a su jugador franquicia, Cristiano Ronaldo, fuera de la entidad bianconera. Según apunta el periodista de la BBC, Guillem Balagué, Jorge Mendes estaría estudiando la posibilidad de mover al portugués fuera de Italia y lo habría ofrecido al Barça. Si bien se trataría de una situación remota a causa de su salario, da pie a imaginar cómo sería un equipo que integrara a Leo Messi y Cristiano Ronaldo. ¿Cómo funcionaría un ataque formado por el argentino y el luso? ¿Podrían jugar juntos? ¿Serían compatibles?

Dueños del gol y jerarcas de la finalización, Leo Messi y Cristiano Ronaldo han ido perdiendo cualidades ligadas a la edad como la punta de velocidad y, en el caso del portugués, el desborde con el que se presentó al mundo, sin dejar de facturar dianas jamás. Es cierto que Cristiano Ronaldo ha limitado su radio de actuación a medida que han ido avanzando los cursos, pero ha mantenido intacta su letalidad dentro del área así como su influencia incontestable desde la izquierda. Por su parte, Messi cada vez ha ido aumentando cada vez más su abanico de pases hasta convertirse en un jugador imprescindible en tareas relacionadas con la gestión del balón a consecuencia de la falta de creatividad de los interiores del Barça.

En este sentido, se suele argumentar que el astro argentino tiene una mayor ascendencia colectiva por su capacidad creativa, pasadora y regateadora. Ambos jugadores, uno desde el remate y el desmarque por el frente de ataque y el otro por todo lo anterior, hacen orbitar al resto de elementos alrededor de ellos y siguen condicionando por completo los sistemas defensivos rivales. No han perdido la voracidad extrema para liderar a sus equipos desde la finalización en área contraria.

Lucha de egos a un lado, el encaje futbolístico de ambas estrellas se presenta mucho más sencillo de lo que aparenta en un primer vistazo. Con Cristiano Ronaldo lanzando desmarques continuamente y Leo Messi enfocando al de Madeira hacia el punto de penalti a través de su surtido de pases, la mezcla explosiva que obtendría el Barça sería abrasadora para el rival. Dos jugadores sistema en uno capaces de asociarse hasta generar una conexión mortífera.

Así, como si de una balanza se tratara, el ataque viviría un juego de contrapesos. Messi partiendo desde la banda derecha para terminar por dentro en la entrada del área y Cristiano Ronaldo haciendo lo propio desde el lado inverso y finalizando en la zona de penalización. ¿Proteger el área o la frontal? El portugués podría armar la pierna en cualquier resquicio del último tercio del campo y Messi castigaría cualquier error desde la frontal del área. Tendrían el control del tiempo (Messi) y del espacio (Cristiano Ronaldo).

Con tantas formas de llegar a la portería contraria, sudamericano y europeo actuarían como dos polos de atracción que acabarían por dividir esfuerzos en la zaga rival. ¿Cómo repartir las ayudas frente a un delantero que estira sistemas y arrastra defensas sin ni siquiera tocar el balón? ¿Cómo frenar a un Messi que no para de generar ventajas para sus compañeros a través del envío y el regate? La misión sería un rompecabezas para los cuerpos técnicos.

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