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CONTEXTO-El artículo 6 sobre los mercados de carbono es la tarea más difícil para la COP26

Imagen de archivo de turbinas eléctricas en el parque eólico Eneco Luchterduinen cerca de Ámsterdam

Por Nina Chestney

26 oct (Reuters) - Llegar a un acuerdo sobre un mecanismo basado en el mercado que permita a los países usar compensaciones internacionales de carbono para cumplir los objetivos fijados en el acuerdo climático de París de 2015 es una de las tareas más complejas e importantes a las que se enfrentan los negociadores de la ONU.

La próxima ronda de conversaciones de la ONU sobre el clima, pospuesta desde el año pasado a causa de la pandemia del COVID-19, comienza el 31 de octubre en Glasgow, en Escocia.

¿QUÉ ES EL ARTÍCULO 6?

El artículo 6 del Acuerdo de París pretende establecer normas para reforzar la integridad de los mercados de carbono y crear un nuevo mecanismo mundial de compensación de emisiones.

Los avances para llegar a esas normas se cayeron en las últimas conversaciones de 2019.

Algunos consideran que los mercados de carbono son una oportunidad para reducir el costo de las emisiones de gases de efecto invernadero y permitir a los países comprometerse con objetivos más ambiciosos. Otros los ven como una forma de paralizar una acción más agresiva para combatirlas.

La compensación de carbono consiste en ayudar a financiar una reducción de las emisiones en otro lugar, por ejemplo, evitando la deforestación.

Los países que tienen dificultades para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones en sus planes nacionales sobre el clima, o que quieren llevar a cabo recortes menos costosos, pueden comprarlos a otras naciones que han hecho reducciones mayores a las comprometidas, por ejemplo, mediante cambios a energías de bajas emisiones de carbono.

El artículo 6 pretende ofrecer un marco contable para la cooperación internacional, que vincule los regímenes de comercio de emisiones de dos o más países y permita la transferencia internacional de créditos de carbono.

También pretende establecer un mecanismo central de la ONU para comerciar con los créditos de carbono de las reducciones de emisiones generadas por los proyectos de bajas emisiones.

Por ejemplo, un país podría pagar a otro para que construya un proyecto de energía renovable en lugar de una planta de carbón, esto reduciría sus emisiones y permitiría al segundo país obtener los beneficios de una energía más limpia.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL ARTÍCULO 6?

Conseguir normas estrictas en torno a los mecanismos de mercado es importante en la lucha contra el cambio climático por la reducción de emisiones que se puede lograr y el ahorro de costos que pueden generar, según los analistas.

Los compromisos climáticos nacionales de muchos países dependen del uso de la cooperación internacional a través de los mercados de carbono.

La Asociación Internacional de Comercio de Emisiones afirma que el artículo 6 tiene el potencial de reducir a la mitad el costo de la aplicación de los objetivos nacionales de emisiones, ahorrando unos 250.000 millones de dólares al año en 2030, y de facilitar la eliminación de unas 5 gigatoneladas de dióxido de carbono al año sin costos adicionales.

Pero sin las normas adecuadas, el artículo 6 podría debilitar los compromisos climáticos de los países y aumentar las emisiones.

"Dependiendo de cómo se estructuren las normas, el Artículo 6 podría ayudar al mundo a evitar niveles peligrosos de calentamiento global (...) o dejar que los países se libren de hacer recortes significativos de emisiones", dijo Yamide Dagnet, directora de negociaciones climáticas del Instituto de Recursos Mundiales.

"La integridad del Acuerdo de París y los compromisos climáticos de los países penden de un hilo", añadió.

¿QUÉ HAY QUE RESOLVER?

Una de las principales preocupaciones de la Unión Europea es cómo se contabilizaría cualquier reducción de emisiones realizada a través de los mercados de carbono.

La UE y otros países quieren asegurarse de que no haya un doble cómputo, es decir, que la reducción de emisiones sea contabilizada tanto por el país que ha comprado el crédito como por el país donde se ha producido la reducción de emisiones.

"La cuestión principal es cómo se aplican y contabilizan los créditos de carbono para cumplir los objetivos nacionales de emisiones y evitar el doble cómputo, un asunto que se mencionó en la reciente cumbre del G7", dijo Caroline May, responsable de sostenibilidad y medio ambiente para Europa, Oriente Medio y Asia del bufete de abogados Norton Rose Fulbright.

En junio, los líderes de los países del G7 afirmaron en un comunicado que reconocían el potencial de los mercados de carbono "muy íntegros", pero no llegaron a abordar la cuestión de la doble contabilidad.

"Se espera que las negociaciones de Glasgow conduzcan a un acuerdo final sobre esta cuestión crítica", añadió May.

Los negociadores también están en desacuerdo sobre qué hacer con los miles de millones de créditos de carbono generados en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio, llamados RCE, diseñados para ayudar a los países a cumplir los compromisos del Protocolo de Kioto de 1997.

Brasil, Corea del Sur, China e India concentran casi el 85% de todos los RCE emitidos hasta la fecha.

Otros países afirman que permitir que estos créditos se trasladen podría inundar el mercado con créditos por logros ambientales pasados y no avanzar en las futuras reducciones de emisiones bajo el Acuerdo de París.

(Reporte de Nina Chestney; Editado en español por Javier López de Lérida)