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Contaminación por plomo del suelo y demoliciones forzadas crean una crisis social y de salud en East Chicago

Un grave espectro ronda la comunidad de East Chicago, en el noroeste de Indiana, no lejos de la ciudad de Chicago como tal. En esa localidad se han comprobado una enorme contaminación por plomo en el suelo, tan grande que cuando los resultados de estudios al respecto fueron revelados por la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) a las autoridades de la localidad comenzó, como comentó The Washington Post, el “verano del pánico”.

La crisis es tan grande, con muchos niños con muy altos niveles de plomo en la sangre, que las autoridades han decidido demoler todo un complejo de viviendas y reubicar a más de 1,000 personas, de acuerdo al periódico Indianapolis Star.

Y eso sería solo una parte del problema, que no es en realidad nuevo y que podría incluso eclipsar al desastre sucedido recientemente en Flint, Michigan, por la contaminación con plomo de su agua potable.

Un niño frente a una casa del West Calumet Housing Complex, en East Chicago, zona que sera demolida por grave contaminación de plomo. (AP)

East Chicago fue por décadas un centro de gran actividad industrial y operaron allí grandes plantas de procesamiento de plomo y otros metales. Con todo, como señala el Star, en los años 70 y 80 en esa localidad se construyeron grandes complejos de vivienda pública en terrenos que otrora fueron parte de industrias que contaminaron severamente el suelo. Y aunque al menos desde principios de los 90 y de modo definitivo desde 2009 a la fecha existía conocimiento del alto nivel de contaminación del lugar, poco se hizo para proteger a los habitantes de la zona.

Entre 2008 y 2011 se retiró suelo contaminado con plomo en concentraciones peligrosas para la salud de varias propiedades, pero en cientos de casas y unidades residenciales existen elevadas concentraciones de plomo o arsénico, que pueden causar devastadores daños en las personas, incluso provocarles la muerte.

Así, como narra el Post, cuando las autoridades de East Chicago recibieron los datos de la EPA en mayo pasado (información que, se afirma, no habían recibido sino hasta entonces), tuvieron que tomar la drástica decisión de demoler por completo el West Calumet Housing Complex, una unidad de 346 viviendas públicas, en donde viven al menos 1,000 personas. Y aunque aún no se ha establecido la fecha para la reubicación de los vecinos –la mayoría de ellos afroamericanos e hispanos– la situación en el lugar es, presumiblemente, de incertidumbre u desasosiego.

En parte por la evidencia de que al menos 21 niños menores de seis años ya han dado positivo por muy altos niveles de plomo en la sangre (y podrían ser muchos niños más, y adultos también), como por la incertidumbre sobre cuál será el destino de todas esas familias una vez dejen sus casas.

En un cartel, la autoridad medioambiental pide a la población de East Chicago evitar el contacto con la tierra en áreas afectadas por alto nivel de plomo. (AP)

Las autoridades han comenzado a distribuir entre los afectados certificados que les permitirán pagar los costos de un alquiler en áreas de East Chicago donde el suelo no está contaminado, como comentó hace unos días el periódico local The Times of Nortwestern Indiana, y ese mismo medio informó que al menos una familia (la madres y sus cuatro hijos) estarían por demandar a las autoridades por, se alega, los daños que sufrieron por vivir en una vivienda pública cuyo suelo estaba contaminado con plomo y arsénico.

Además, las preguntas punzantes sobre por qué la EPA no informó antes a las autoridades locales (cuando por años se sabía que en East Chicago la contaminación era considerable) y se critica las decisiones que, durante años, ubicaron a familias de bajos recursos en complejos habitacionales públicos en terrenos expuestos a fuerte contaminación por metales.

Las revelaciones sobre la crisis en East Chicago apenas comienzan a surgir a escala nacional y muchos temen se repita, incluso en grados mayores, el drama de Flint. Y aunque el complejo mencionado ha sido ya etiquetado para la demolición, sería solo una de las áreas residenciales de la región con problemas de contaminación de su suelo.

Un muy pesado futuro se cierne sobre la población de East Chicago y por las crónicas publicadas sobre lo que allí acontece, el panorama es de malestar, miedo e incertidumbre.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro