Consumir suficiente omega-3 reduce el riesgo de problemas oculares en los diabéticos

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Un equipo de España comprobó que los adultos con diabetes tipo 2 que siguen la dieta mediterránea y consumen por lo menos dos porciones de pescados grasos por semana reducen el riesgo de desarrollar un trastorno ocular. La retinopatía diabética afecta a casi un tercio de la población con diabetes tipo 2 de más de 40 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) aseguran que, si no se trata, causa pérdida visual permanente. "Es un estudio observacional, lo que significa que no podemos dar consejos nutricionales sobre el consumo de pescado, suplementos con aceite de pescado o de otro tipo", dijo el autor principal, Aleix Sala-Vila, investigador del Centro Español de Investigación Biomédica en Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERObn) de Madrid y el IDIBAPS del Hospital de Clínicas de Barcelona. Su equipo analizó información de los participantes de un ensayo clínico aleatorizado llamado PREDIMED, que se realizó en España entre el 2003 y el 2009. Además, comparó la efectividad de la dieta mediterránea con aceite de oliva extra o frutos secos agregados y de la dieta tradicional en la prevención cardiovascular. Unos 3.600 adultos de entre 55 y 80 años que participaron del PREDIMED tenían diabetes tipo 2. El análisis se concentró en ese grupo. Los cuestionarios de frecuencia alimentaria determinaron que tres cuartos de los participantes consumían los 500 mg/día meta de ácidos grasos omega-3, lo que equivale a dos porciones semanales de pescado, en especial de pescados grasos como el salmón, como recomienda la Asociación Estadounidense del Corazón. En los seis años se seguimiento, hubo 69 casos nuevos de retinopatía diabética. Los participantes que al inicio del estudio alcanzaban la meta de ácidos grasos omega-3 que recomiendan las guías eran un 48 por ciento menos propensos a recibir ese diagnóstico durante el período de estudio, según publican los autores en JAMA Ophthalmology. "La incidencia de la diabetes tipo 2 está aumentando y, por lo tanto, más personas desarrollarán complicaciones asociadas que, si no se tratan adecuadamente, causan un daño permanente", indicó Sala-Vila. Y agregó: "La población debería saber que hasta los pequeños cambios alimentarios generan un beneficio significativo. Incorporar pescado en la dieta es una manera de lograr vivir más y mejor", además de mejorar la salud del corazón y el cerebro. El salmón, los langostinos y el atún en lata son buenas opciones reducidas en mercurio. FUENTE: JAA Ophthalmology, online 18 de agosto del 2016