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Consternado pueblo alemán llora a 16 estudiantes que murieron en accidente de avión en los Alpes

Por Oliver Barth HALTERN AM SEE, Alemania (Reuters) - La muerte de 16 estudiantes y dos jóvenes profesores en el accidente del avión de Germanwings en los Alpes franceses mantenía el miércoles a un tranquilo pueblo alemán en estado de conmoción, mientras toda la nación compartía el dolor por las víctimas. El pueblo Haltern am See de 37.000 habitantes, que hasta el martes parecía muy alejado de los peligros mundanos, quedó conmocionado luego de la noticia de que 14 estudiantes mujeres, dos varones y dos profesores de un programa de intercambio de lengua española ya no regresarían a casa. "El martes de la semana pasada enviamos en un viaje a 16 jóvenes felices, con dos jóvenes colegas felices, y lo que estaba destinado a ser un viaje feliz (...) terminó en tragedia", dijo a periodistas el director del colegio, Ulrich Wessel. "Nuestra escuela nunca más volverá a ser la misma", agregó. Investigadores franceses buscaban pistas para descifrar por qué un avión Airbus que volaba de Barcelona a Düsseldorf se precipitó a tierra en medio de las montañas alpinas, causando la muerte de las 150 personas a bordo. Los 16 estudiantes alemanes, todos de unos 15 años, habían comenzando a aprender español al empezar el año escolar y fueron seleccionados entre 40 aspirantes para participar de un popular programa de intercambio de idioma. Un grupo de estudiantes españoles pasó una semana en Haltern en diciembre, como contrapartida del programa. "Alguien me preguntó cuántos (estudiantes) tenemos en nuestra escuela. Sin pensarlo, contesté 1.283. En realidad, ahora hay 16 menos", dijo Wessel casi llorando. "Es todo tan horrible que apenas puedo encontrar palabras", añadió. En total, 72 alemanes murieron en el accidente del martes, el primer gran desastre aéreo de pasajeros en suelo francés desde el accidente del Concorde en las afueras de París en el 2000. En el consternado pueblo alemán, decenas de estudiantes, algunos llorando y muchos vestidos de negro, se reunieron frente a la escuela secundaria a la que asistían los jóvenes para rendir tributo. Algunos dejaron flores en las escalinatas, junto a cientos de velas encendidas en honor a las víctimas. "Esto es un dolor que nadie, ni siquiera el poder más grande sobre la Tierra, puede detener; sólo podemos intentar acompañar", dijo Sylvia Loehrmann, ministra de Educación del estado de Renania del Norte-Westfalia. Las escuelas del estado harán un minuto de silencio en honor a las víctimas el jueves y las banderas alemanas se izarán a media asta. (Reporte adicional de Caroline Copley en Dusseldorf; Escrito por Erik Kirschbaum en Berlín; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)