En qué consiste el acuerdo migratorio de la UE y qué viene ahora

FOTO DE ARCHIVO: Trabajador de Cruz Roja y migrante en Arguineguín

Por Gabriela Baczynska

BRUSELAS, 9 jun (Reuters) - Los ministros de la Unión Europea han acordado esta semana cómo gestionar las llegadas irregulares de solicitantes de asilo y migrantes, un acuerdo considerado un gran avance tras casi una década de duras disputas sobre este delicado asunto.

Mientras se perfilaba el acuerdo, el apuñalamiento en Francia de varias personas por un ciudadanos sirio que obtuvo asilo en Suecia hace 10 años volvió a centrar la atención en las políticas migratorias europeas, poniendo de relieve los retos políticos y prácticos que plantea cualquier plan de migración de la UE.

He aquí los detalles del acuerdo de la UE, los principales interrogantes y lo que viene después.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Desde que en 2015 más de un millón de personas —la mayoría huyendo de la guerra en Siria— sorprendieron a la UE llegando a través del mar Mediterráneo, los Estados miembros se han echado la culpa de la acogida de los recién llegados.

Desde entonces, el bloque ha endurecido las fronteras exteriores y sus leyes de asilo y ha llegado a acuerdos en Oriente Medio y el Norte de África para que más personas se queden allí. Los datos de la ONU muestran que menos de 160.000 migrantes llegaron por vía marítima a Europa el año pasado.

El bloque espera que una menor inmigración irregular permita a los países de la UE reanudar la cooperación para repartir más equitativamente la tarea de atender a los refugiados y migrantes que llegan.

¿CÓMO LO ABORDA EL NUEVO PACTO?

A cada país de la UE se le asignará una parte de las 30.000 personas que el bloque debe acoger en su sistema migratorio conjunto en un momento dado.

El cálculo se basará en el PIB y la población del país, el número de cruces irregulares de fronteras, incluidas las operaciones de salvamento marítimo, y otros factores.

En cambio, los países que no estén dispuestos a acoger personas podrán ayudar a sus homólogos de acogida con dinero en efectivo —al menos 20.000 euros por persona al año—, equipos o personal.

¿QUÉ MÁS HAY DE NUEVO?

El acuerdo introduciría un nuevo procedimiento fronterizo acelerado para quienes se considere que tienen pocas probabilidades de obtener asilo, con el fin de evitar que permanezcan dentro del bloque durante años.

En lugar de ello, se les expulsará en un plazo de seis meses si sus solicitudes de asilo fracasan, uno de los varios plazos acortados del acuerdo.

Este mecanismo se aplicaría a todos los considerados peligrosos, poco cooperativos o procedentes de países con bajos índices de reconocimiento de asilo en la UE, como India o Serbia.

Los países de la UE también podrían aplicar el procedimiento acelerado a las personas recogidas en el mar, capturadas al intentar entrar irregularmente o que soliciten asilo en la frontera en lugar de hacerlo por adelantado.

¿FUNCIONARÁ EN LA PRÁCTICA?

Antes de aprobarlo finalmente, Italia y Grecia expresaron su preocupación por la viabilidad del nuevo sistema, dada la negativa de algunos Estados a acoger personas.

Los países meridionales de llegada temen verse desbordados, mientras que los más alejados de las fronteras exteriores del bloque tienden a retrasar la admisión de llegadas y los complejos planes de solidaridad tardan en ponerse en marcha.

Otro reto es controlar de cerca los movimientos de las personas una vez que entran en la zona de libre circulación de Europa.

¿QUÉ OTROS PROBLEMAS HAY Y QUIÉN ESTÁ EN CONTRA?

Grupos de defensa de los derechos humanos afirmaron que el plan podría revivir las trágicas escenas que se vivieron en las islas griegas hace varios años, al crear más campos de migrantes superpoblados en los límites de la UE.

Afirmaron que el nuevo plan podría dar lugar a detenciones prolongadas de menores y criticaron que se centre en mantener alejadas a las personas en lugar de ayudar a las más necesitadas.

Las críticas también llegaron de Polonia y Hungría, las voces más fuertes de la UE contra la inmigración procedente de Oriente Medio y África.

Varsovia "no pagará por los errores de la política migratoria" de otros, dijo Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, que se niega a acoger a ninguno de los llegados, mayoritariamente musulmanes, aunque ha dado cobijo a millones de ucranianos que huyen de la guerra de Rusia.

¿QUÉ VIENE AHORA?

Sin embargo, la oposición de Varsovia y Budapest no echó por tierra el acuerdo mayoritario entre los 27 países de la UE. España seguirá negociando en nombre de los Estados miembros con el Parlamento Europeo a partir del mes que viene.

El grupo de los Verdes del Parlamento Europeo denunciaron que el acuerdo no respeta los derechos humanos. A ellos podrían unirse en su oposición rivales políticos del partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), y del húngaro Fidesz.

Pero se espera que el acuerdo obtenga el respaldo suficiente y el presidente de la Parlamento Europeo espera que se alcance un acuerdo definitivo antes de las elecciones de 2024.

(Escrito por Gabriela Baczynska; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)