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Conservadores alemanes trazan su "día después" a Merkel, más líder que nunca

Berlín, 30 ago (EFE).- La Unión Cristianodemócrata (CDU) defiende su hoja de ruta para una sucesión ordenada de la canciller Angela Merkel, quien quince años después de alcanzar la Cancillería es la figura de referencia del momento y, a la vez, una líder en retirada.

"Si es posible, de la forma que sea, elegiremos (nueva) presidencia", sostuvo la jefa de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, ante la televisión pública ZDF, a la cuestión de cómo organizará en tiempos de pandemia el congreso para definir al nuevo líder.

En formato reducido, presencial y ateniéndose a las normas marcadas por la pandemia, añadió Kramp-Karrenbauer, para admitir que se está trabajando en un "Plan B, C o D", si el "A" -congreso con 1.001 delegados- no es factible, pero descartando otro aplazamiento.

La CDU no puede permitírselo, después de que el Partido Socialdemócrata (SPD) se les avanzase hace quince días con la designación del ministro de Finanzas, Olaf Scholz, como candidato a la Cancillería en las elecciones generales de 2021.

Kramp-Karrenbauer se convirtió en 2018 en sucesora de Merkel al frente de la CDU. Le habría correspondido luchar por la Cancillería, pero tiró la toalla hace unos meses, cuestionada como líder y comprometida a seguir en su puesto hasta solucionar la cuestión.

Se convocó un congreso en abril para resolver la papeleta, pero la pandemia obligó a cancelarlo. El asunto quedó así para el siguiente congreso regular, este diciembre; pero no está claro cómo se hará, ya que seguirá vigente el veto a los grandes eventos.

"El congreso de diciembre va a celebrarse", afirmó también hoy el presidente del Parlamento Wolfgang Schäuble, quien en 1998 tomó las riendas de la CDU tras 25 años bajo el patriarca Helmut Kohl.

Schäuble ha sido el principal promotor de la candidatura al puesto de Friedrich Merz, derechista como él y rival histórico de Merkel. Su apoyo a este candidato se ve como una cuenta pendiente con la canciller, quien ascendió a jefa del partido en 2000 cuando él mismo tuvo que renunciar al puesto, salpicado por el escándalo de las cuentas secretas de la CDU bajo la "era Kohl".

La alianza entre Schäuble, Merz y otros representantes del ala derechista ha seguido latente y ahora resurgió. Merz, sin cargos en el partido, solo tiene opciones de ganar la partida ante un congreso más o menos formal y apuntalado en su reconocida elocuencia.

"La campaña por la Cancillería la ganará quien represente el centro", apuntó este domingo el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, otro aspirante a presidir la CDU.

A Laschet, más centrista que Merz, se le consideraba el favorito a la jefatura. Pero varios deslices en la gestión de la pandemia en su "Land" -el más poblado de país- han dañado su credibilidad.

Hay un tercer aspirante, al que se da sin opciones -Norbert Röttgen, otro rival interno de Merkel-. Ello ha impulsado la alternativa del primer ministro de Baviera, Markus Söder, líder de la Unión Socialcristiana bávara, partido hermanado de la CDU.

EL CENTRO IZQUIERDA SE ORGANIZA

La CDU tiene abierta la carrera sucesoria, mientras que los socialdemócratas tomaron carrerilla con Scholz. Ni en el bloque conservador ni entre sus socios se habla se reeditar la gran coalición de gobierno. El SPD eligió a Scholz, tan centrista como Merkel, confiando en que con la retirada de la canciller mejorarán sus opciones de ganarse ese espacio.

Los sondeos apuntan a una futura coalición entre conservadores y Verdes -segunda fuerza en intención de voto, con un 19 %, tras el 38 % que se pronostica ahora a la CDU/CSU-. El SPD ha subido levemente y se sitúa en un 16 %-. Que mejore esa perspectiva puede depender de que el candidato conservador sea capaz de defender el centro.

Un bloque liderado por Scholz o los Verdes precisará seguramente de un tercero, La Izquierda, partido al que la socialdemocracia no excluye ya categóricamente como socio a escala federal.

La cúpula bicéfala de la Izquierda -Katja Kipping y Bernd Reixinger, ambos moderados- anunció este fin de semana que no optará a la reelección en su próximo congreso. De la orientación que tome el partido dependerá que fructifique la opción de un tripartito sin componente conservador capaz de alcanzar la Cancillería.

Gemma Casadevall

(c) Agencia EFE