Confirmado, los hombres se contagian más del "virus runner"

Grupo de amigos corriendo – imagen Creative Commons
Grupo de amigos corriendo – imagen Creative Commons


Si todos tus amigos saltaran de sus sofás para empezar a hacer ejercicio ¿les seguirías? Bien, según una nueva investigación sobre el efecto “contagio” del ejercicio, la respuesta más probable sería “sí”, especialmente si eres un hombre.

Estudios anteriores sobre el modo en que se expanden ciertas opciones de estilo de vida – desde el altruismo hasta el comer en exceso – han demostrado que los hábitos pueden moverse como virus, para bien o para mal. Sin embargo este es el primer estudio que se realiza a gran escala para analizar rigurosamente el efecto contagio del ejercicio.

¿De donde sacaron los datos? Bien, los propios aficionados a correr suelen publicar los resultados de sus entrenamientos (la mayoría corre con móvil y aplicaciones de rastreo por GPS) en redes sociales, foros y webs especializadas. De modo que los investigadores autores del estudio simplemente accedierona los datos de un millón de “runners” estadounidenses, y analizaron las distancias, velocidades y el tiempo total que recorrieron, empleando en total datos de 350 millones de kilómetros corridos en 5 años.

Perfecto, pero ¿cómo medir si los “amigos” que uno tiene en las redes sociales pueden estar influyéndose entre sí? Primero, los científicos tuvieron que descartar efectos confusos como la propensión a correr más los fines de semana. Así, prefieron que fuese el clima quien estableciese las reglas del experimento, entendiendo que con buen tiempo es más probable que la gente saliese a correr.

Descubrieron que las personas que vivían en ciudades que gozaban de buen tiempo tendían a hacer carreras especialmente largas, y que sus amigos en las ciudades con clima no tan benigno también ampliaban sus propias sesiones de entrenamiento, aumentando la distancia de carrera y el tiempo, y por tanto quemando más calorías.

En base a esto, los autores de estudio sugieren que hay una pequeña parte de ese ejercicio adicional que proviene de la influencia social. Aedmás, los hombres parecen más susceptibles a este efecto contagio que las mujeres. Los datos sugieren que los hombres se veían fuertemente afectados por sus amigos varones mientras que se veían moderadamente afectados por las sesiones de entrenamiento de sus amigas.

¿Y las chicas? Bien, los datos indicaban que mientras que las mujeres se veían moderadamente afectadas por las sesiones de entrenamiento de sus amigas, en cambio no se veían afectadas por las de los hombres.

Además, los autores del estudio descubrieron que los corredores menos activos también ejercían una influencia desmesurada sobre otros. A medida que los corredores más flojos incrementaban el tiempo o la distancia de sus entrenamientos, sus amigos en redes sociales respondían al reto.

El duo de investigadores sostiene que su hallazgo sugiere que para fomentar el comportamiento saludable uno debe dirigirse a toda una red social y no sólo al individuo. Después de todo ¿qué es una carrera si sólo participa una persona?

El trabajo de Sinan Aral y Christos Nicolaides apareció publicado en Nature communications.

Me enteré leyendo Science.