Condenado a cadena perpetua por contagiar sida a cinco hombres

Daryll Rowe, un peluquero de 27 años de Edimburgo, Reino Unido, es la primera persona que ha sido condenada en Inglaterra por haber contagiado sida, de manera intencionada, a cinco personas. Al parecer, el condenado había mantenido relaciones sin protección con diez hombres aún sabiendo que tenía VIH. Afortunadamente, sólo cinco de ellos resultaron infectados.

Durante el interrogatorio negó lo sucedido pero la Policía encontró numerosas evidencias de lo sucedido, mensajes de texto e incluso condones rotos. (Créditos: Sussex Police)
Durante el interrogatorio negó lo sucedido pero la Policía encontró numerosas evidencias de lo sucedido, mensajes de texto e incluso condones rotos. (Créditos: Sussex Police)

Los hechos se produjeron en la ciudad de Brighton, donde el condenado contactó con ocho de sus víctimas a través de aplicaciones como Grindr, luego captó a otros dos chicos en el norte de Reino Unido. Les mentía diciendo que no tenía la enfermedad y si alguno de ellos le pedía que usase condones, él los rompía, para posteriormente burlarse de ellos e incluso confesarles que tenía sida entre risas. Seis meses después de haber sido encontrado culpable, el 15 de noviembre de 2017, de cinco cargos de daño físico grave, Rowe ha sido condenado a cadena perpetua, con un mínimo de 12 años de prisión.

La juez del Brighton Christine Henson aseguró que el condenado supone “un riesgo grabe para el público”. Además, consideró probado que Rowe se había embarcado en una “campaña deliberada” para infectar de sida a otros hombres, a los que había asegurado que era negativo en VIH. El acusado fue sometido a diversas evaluaciones psicológicas que determinaron que tenía un comportamiento “predatorio, controlador y manipulador”

Rowe, procedente de Edimburgo, quedó con la mayoría de sus víctimas en Brighton. (Créditos: Youtube)
Rowe, procedente de Edimburgo, quedó con la mayoría de sus víctimas en Brighton. (Créditos: Youtube)

Nunca antes en la historia inglesa se habían encontrado tantas evidencias que demostrasen que una persona había contagiado deliberadamente a otros. Una de las victimas aseguró que, tras la relación sexual, Rowe se rió mientras le confesaba que había roto el preservativo intencionadamente. A otro le mandó un mensaje: “Tengo VIH, jajaja, Ups” Cuando la policía registró su casa encontró varios preservativos a los que les había cortado la punta.

Las víctimas de Rowe también participaron en el juicio. Uno de ellos aseguró que desde lo sucedido se había planteado el suicidio, otro confesó que tenía ataques de pánico recurrentes. “Cuando reconocí que era gay fue una de las experiencias más aterradoras y liberadoras de mi vida, pero han usado mi vulnerabilidad en mi contra y eso me acompañará de por vida”, explicaba uno de los infectados por Rowe.

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