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Con 8 años, le roba el coche a sus padres y lo conduce a 140 kilómetros por hora

La historia de este pequeño kamikaze alemán de ocho años que con nocturnidad, premeditación y alevosía le robó el coche a sus padres para, como él mismo reconoció cuando le pillaron, dar una vuelta, ha sido contada por la policía alemana en Facebook, como recoge Il Corriere della Sera.

El niño, de ocho años, robó el coche a sus padres en plena noche y se fue a dar una vuelta. (Foto: Getty Images)
El niño, de ocho años, robó el coche a sus padres en plena noche y se fue a dar una vuelta. (Foto: Getty Images)

Ciudad de Soest, a un hora de Dortmund, en Alemania. Miércoles. Pasada la medianoche. Una madre se despierta y descubre que su hijo, de ocho años, y el coche familiar, un Golf, han desaparecido. Asustada, llama a la policía.

Mientras, no muy lejos de allí, en un carril de emergencia de la autopista, un vehículo que responde a la descripción dada por la mujer se encuentra parado. En el interior, un niño solo en plena noche. Él mismo ha colocado correctamente la señal del triángulo para evitar la sorpresa del resto de conductores.

Cuando la madre y los agentes localizaron al menor, una hora después, este les contó que había cogido el coche porque “solo quería dar una vuelta”, pero que una vez en la carretera y debido a la velocidad alcanzada, 140 kilómetros la hora, comenzó a marearse y sentirse mal y por eso decidió echarse a un lado en el arcén y parar el vehículo.

Según cuenta el citado medio italiano, el niño, que se puso a llorar en cuanto lo encontraron, es un “experimentado” conductor ya que lleva tiempo practicando con karts junto con sus padres. Para quienes se pregunten cómo es posible que un niño de tan corta edad llegue a los pedales, el vehículo es automático.

Este no es el primer caso de un niño que le roba el coche a sus padres. En julio, desde Australia, llegó una noticia similar en la que cuatro menores de entre 10 y 14 años hicieron lo mismo. Eso sí, sus intenciones eran otras y llegaron mucho más lejos. Querían ir de pesca, dijeron, y cuando la policía les encontró estaban a casi mil kilómetros de su casa. Al ser localizados se negaron a abrir las puertas y a los agentes no les quedó otra que romper la ventanilla, según informaba 20 Minutos.