¿Qué sucede después de comprar una casa por un euro en Italia?

No han sido pocas las noticias de las ventas de casas en Italia por un euro. Pueblos rurales casi completos han estado en oferta en el último año a precios irrisorios si se comparan con otros mercados inmobiliarios.

Las casas por un euro son una realidad, una estrategia local para animar viejas comunidades moribundas, además de rescatar su patrimonio arquitectónico. (Foto: Lena Klimkeit/picture alliance via Getty Images)
Las casas por un euro son una realidad, una estrategia local para animar viejas comunidades moribundas, además de rescatar su patrimonio arquitectónico. Vista de Gangi, Sicilia. (Foto: Lena Klimkeit/picture alliance via Getty Images)

Poco más de un dólar, según el tipo de cambio, es una ganga para comprar una casa donde sea, aunque muchos ven esos precios con recelo. Demasiado barato para ser cierto, dicen.

Porque en efecto, las casas por un euro son una realidad, una estrategia local para animar viejas comunidades moribundas, además de rescatar su patrimonio arquitectónico.

Las ofertas han sido públicas e internacionales. Han logrado atraer a millones de personas, sobre todo aquellas hastiadas de las junglas de asfalto de muchas de las ciudades del mundo o quienes también buscan un bucólico refugio para sus vacaciones o cuando se jubilen.

Durante el último año, varias pequeñas ciudades desde Sicilia, en el sur, hasta los Alpes del norte, han estado ofreciendo tales gangas, con la esperanza de atraer nuevos residentes. Y la verdad, la estrategia ha funcionado, aunque algunos pueblos recibieron tantas ofertas que optaron por subastar sus casas de un euro al mejor postor. ¿Quién da más?, pensaron.

Pero después de esa fiebre inmobiliaria, ¿qué le ha pasado a quienes finalmente compraron una casa por un euro, o por más dinero si las ganaron en subasta?

Según un reporte de CNN, ha sucedido de todo. Hay quienes están muy felices con sus nuevas propiedades, aunque han tenido que hacer un arduo trabajo de restauración. Otros decidieron al final comprar casas más caras para invertir menos en su reconstrucción y varios han sufrido los embates de la burocracia notoriamente bizantina de Italia.

Escape de vacaciones

Para Morgane Guihot, de Nantes, Francia, la casa que ella y su esposo compraron por un euro está destinada para las vacaciones en Navidad y verano. Fueron uno de los primeros compradores en Mussomeli, en el corazón de Sicilia.

a mayoría de los acuerdos con las autoridades locales al comprar las casas establecen que los compradores deben invertir en la renovación. Foto: Lena Klimkeit/picture alliance via Getty Images)
La mayoría de los acuerdos con las autoridades locales al comprar las casas establecen que los compradores deben invertir en la renovación. Gangi, Sicilia. Foto: Lena Klimkeit/picture alliance via Getty Images)

Guihot explicó a la CNN que la mayoría de los acuerdos con las autoridades locales al comprar las casas establecen que los compradores deben invertir en la renovación. Ella tiene 27 años y su esposo 31, y de inmediato pusieron manos a la obra para rediseñar su morada de 50 metros cuadrados, pintar las paredes y arreglar los pisos.

"Solo tenemos que terminar el baño", dijo. "Como ambos somos artesanos y renovadores, hicimos la mayor parte del trabajo, lo cual fue mínimo, y fue genial ver que nuestra casa de dos habitaciones volviera a la vida".

Guihot explicó que cuando decidieron invertir en una segunda casa para la familia -que incluye dos niños-, los precios de Mussomeli fueron muy atractivos, en comparación con el costoso mercado inmobiliario de Francia.

"Nos conquistó la primera vez que visitamos este lugar. Es muy lindo y los lugareños son muy acogedores", aclaró.

Asegura que, si bien no es un gran cambio para su familia porque viven en una zona rural también, lo que más le gustó fue la ubicación.

"La ciudad está cerca de hermosos destinos sicilianos y no está aislada en comparación con otros pueblos. Aquí tienes todo lo que necesitas, tiendas, supermercados. Puedes llevar un estilo de vida genial".

Jubilación bucólica

Aunque Guihot y su esposo no han tenido ninguna sorpresa desagradable con su casa de un euro, otros compradores decidieron pagar casas más caras, aunque tuvieran que restaurarlas casi por completo, como el empresario belga Patrick Janssen.

"Nos mostraron algo así como 25 edificios antiguos en Mussomeli, algunos de los cuales necesitaban reparaciones urgentes, así que al final optamos por un edificio decente de tres habitaciones por 10,000 euros ( unos 11,000 dólares) e invertí más dinero en la renovación".

Janssen aseguró que no fue solo el mal estado de los edificios lo que lo alejó del final del esquema de un euro. "Pensé que si compro una casa bonita y la arreglo cuidadosamente, haciéndola nueva, duraría muchos años más".

"Mis cinco hijos, dentro de 20 años, tendrían una casa todavía en perfecto estado. Si algo me sucede, tendrán un buen lugar donde pueden vivir y, mientras crecen, pueden venir aquí con sus amigos".

Janssen tiene cinco hijos, quienes usarán las casa para sus vacaciones en familia. También será el futuro lugar de retiro del empresario, quien vive en la agitada Bruselas.

"La gente en Bélgica no se relaja. La vida aquí es más simple, la ciudad es acogedora y la naturaleza circundante es fascinante. Es perfecto para recargar las baterías y desintoxicarse", aseguró.

"En realidad, me sorprendió descubrir que comprar y renovar una casa es mucho más fácil en Sicilia que en Bélgica", afirmó además.

Muchos han llegado a estos pueblos en busca de sus nuevos hogares por la belleza de su geografía, singular arquitectura y la amabilidad de su gente. (Foto: TIZIANA FABI/AFP via Getty Images)
Muchos han llegado a estos pueblos en busca de sus nuevos hogares por la belleza de su geografía, singular arquitectura y la amabilidad de su gente. Gangi, Sicilia (Foto: TIZIANA FABI/AFP via Getty Images)

Lazos de sangre

También para algunos compradores las razones de responder a esta ofertas de una casa por un euro la encontraron en sus lazos de sangre, como la asesora financiera, con sede en Chicago, Meredith Tabbone.

Ella es uno de los 16 compradores que aseguraron una antigua vivienda siciliana en Sambuca, famosa por sus patios al estilo árabe. De este pueblo son sus antepasados que emigraron a Estados Unidos. Lleva la localidad en sus ADN.

La demanda de casas en Sambuca se disparó después de darse a conocer la noticia de las ventas por un euro. Finalmente, las autoridades locales decidieron subastar las casas al mejor postor. Tabbone fue una de las afortunadas. Compró dos viviendas por 5,555 euros (más de 6,000 dólares) cada una.

Tabbone dice que su objetivo final es calificar para la ciudadanía italiana y hacer de Sambuca su futura casa de retiro. "Por ahora pasaré unos meses al año. Solo tengo 40 años, pero he comenzado a pensar en mi futuro, cuando me jubile del trabajo. La gente en Sambuca es cálida, dulce y amable".

La sorpresa de Sánchez

Si bien a varios compradores les ha ido bastante bien con el papeleo, las restauraciones y el cambio para sus nuevas casas, otros no han corrido con tan buena suerte. El neoyorquino Kenny Sánchez, quien compró una casa en Zungoli, Campania, a principios de este año, puede que todavía no habite su nueva morada por algunos años.

"La casa necesita mucho trabajo", dijo. "Hay algunas cosas importantes que deben repararse, incluido el techo. Pudimos hacer los arreglos para renovarlo dentro de tres años. Ese plazo debe ser suficiente para que podamos arreglar las cosas necesarias y hacer que sea habitable".

El papeleo ha sido muy engorroso para Sánchez, por lo que no ha podido avanzar con ninguna de las reparaciones. "Todavía estamos esperando el contrato de venta", dice. "Como todavía no tenemos eso, no hemos podido comenzar nada", expresó.

"En este momento, estamos buscando tenerla como una casa de verano o un lugar donde podamos obtener un respiro de los Estados Unidos en Italia. Zungoli es absolutamente hermosa y estamos muy emocionados de tener esta oportunidad", concluyó, a pesar de que no ha sido nada fácil para él todo este proceso.

Sin embargo, todos los compradores coinciden en dos puntos: la belleza del lugar y la gente que lo habita. Aunque hayan pagado una ganga o mucho más de lo que esperaban, esos dos aspectos han sido decisivos para irse a vivir a la Italia profunda, lejos del mundanal ruido.

“No hay mafia, la gente cuenta muchas historias malas. Existe el prejuicio de que Sicilia es como la película 'El Padrino'. Pero durante mis noches fuera no vi ningún peligro, todo estaba tranquilo y seguro", aseguró el empresario pakistaní, radicado en el Reino Unido, Muhammad Ramzan, a quien compró una casa en Mussomeli y le gustaría inscribir a sus hijos en la escuela local.