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Cómo el nuevo color de las calles en Los Ángeles ayuda a combatir el calentamiento global

Mientras el cambio climático afecta ya las temperaturas en muchas partes del planeta, con la creciente posibilidad de que en muchas ciudades se experimenten calores sustancialmente mayores que en el pasado, Los Ángeles ha optado por un curioso paliativo.

Se trata de cubrir sus calles de un material que las convierte en una superficie clara, de un color blanco-grisáceo que contrasta con el usual color oscuro de los asfaltos urbanos. Esto propicia que menos radiación solar sea absorbida por el asfalto y que, en cambio, los llamados “pavimentos frescos” mitiguen las islas de calor que se sufren en muchas zonas urbanas.

Por lo pronto, Los Ángeles comenzará un proyecto piloto de ‘pavimento fresco’ en la Avenida Jordan, en la que se aplica una capa de material de color gris claro que contribuirá a reducir la temperatura de esa área urbana, de acuerdo a las autoridades de esa ciudad. En 2017, una cubierta clara similar fue aplicada también en algunas otras calles de Los Ángeles.

La ciudad de Los Ángeles aplica un recubrimiento de color gris claro en algunas de sus calles, para mitigar la absorción de calor del asfalto y reducir la temperatura local. (Captura de video CBS)
La ciudad de Los Ángeles aplica un recubrimiento de color gris claro en algunas de sus calles, para mitigar la absorción de calor del asfalto y reducir la temperatura local. (Captura de video CBS)

Ciertamente, eso no evitará que se derritan los polos, se eleve el nivel del océano o se registren enormes huracanes, sequías u otros fenómenos meteorológicos extremos que, según expertos, están relacionados o catalizados por el cambio climático. Pero sí es un ejemplo de una política pública que busca innovaciones y alternativas ante un fenómeno de fuerza y consecuencias crecientes como son las transformaciones del clima que ya se registran y que podrían agudizarse en el futuro próximo.

Y de acuerdo a la televisora CBS, eso contribuirá también a reducir allí los problemas de salud y los fallecimientos que se sufren durante las olas de calor más severas.

Si ese recubrimiento para las calles pavimentadas da resultados sustantivos y fuese replicado a escala masiva en multitud de grandes urbes, ciertamente podría mitigarse el alza de las temperaturas que provocan el creciente calor y un asfalto que absorbe mucha radiación.

De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el asfalto convencional puede alcanzar temperatura de 150°F/67°C en los veranos más calurosos, y eso transmite fuerte calor tanto al aire circundante como al agua que fluye por los drenajes. Eso genera las llamadas “islas de calor” en las áreas urbanas, regiones que como comenta CBS pueden aumentar ligeramente la temperatura ambiental.

Con todo, la técnica de “pavimento fresco” que se usará en la Avenida Jordan de Los Ángeles, consistente en recubrir la calle con un material gris claro, es costosa: cerca de 40.000 dólares por milla, según la citada televisora. Los impulsores de este proyecto creen que lo vale, y habrá que ver los resultados.

Pero no es el único tipo de “pavimento fresco”. Hay varias modalidades (como el uso de cemento blanco en las calles) y no todas ofrecen los mismos beneficios.

Un estudio del Berkeley Lab ha estudiado materiales de pavimentación por largo tiempo e indica que en el largo plazo ha hallado que la energía y las emisiones adicionales creadas en la producción e instalación de ciertos “pavimentos frescos” con frecuencia exceden las reducciones de energía y emisiones que su uso propicia. Así, aunque hay otros factores que los propios expertos señalan no fueron incluidos en su estudio, se indica que esos pavimentos tienen, en efecto, implicaciones medioambientales potencialmente adversas, que deben también tomarse en consideración.

El material claro usado en Los Ángeles se aplica como si fuese una pintura sobre el asfalto oscuro tradicional. (Captura de video CBS)
El material claro usado en Los Ángeles se aplica como si fuese una pintura sobre el asfalto oscuro tradicional. (Captura de video CBS)

Pero hay otros beneficios que, al ponerse en el balance, mejoran el saldo de los “pavimentos frescos”. La EPA menciona, por ejemplo, que el uso de materiales claros y permeables en las calles puede reducir el ruido del rodamiento de los vehículos, incrementar la seguridad en caso de presencia de agua en las calles, mejorar la visibilidad en la noche, reducir el gasto en iluminación nocturna e incrementar el confort en las zonas así pavimentadas.

Y más allá del sur de California otras ciudades de Estados Unidos han estudiado ya el uso de “pavimentos frescos”. Houston, por ejemplo, que vive veranos de severo calor, ha planteado desde hace varios años aplicar los conceptos de “pavimentos frescos”, “techos frescos” (que los techos de las construcciones también sean claros y reflejen mayor calor solar) y “árboles frescos” (para añadir zonas verdes que naturalmente regulan la temperatura).

En todo caso, lo cierto es que ante el cambio climático presente y futuro, las ciudades tendrán cada vez más que realizar innovaciones y transformaciones importantes, como lo debe hacer con urgencia la sociedad en general, para mitigar y encarar los posibles efectos adversos de temperaturas, fenómenos meteorológicos exacerbados y otras alteraciones en el entorno que, previsiblemente, se avecinan.

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