Lukashenko planta cara a Rusia y afirma que no va a robar los votos de nadie

Moscú, 4 ago (EFE).- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, plantó hoy cara a Rusia a la que acusó de mentir en el caso de la detención en Minsk de 33 supuestos mercenarios rusos, y aseguró no va a "robar votos de nadie" en las presidenciales del próximo día 9 en las que busca hacerse con su sexto mandato consecutivo.

Rusia y la cita en la urnas del próximo domingo fueron precisamente los ejes centrales de su mensaje anual a la nación y al Parlamento, pronunciado ante 2.500 invitados en el Palacio de la República y transmitido en directo por la televisión bielorrusa.

Al principio de su discurso, Lukashenko señaló que el gran vecino oriental "tiene miedo" de perder a Bielorrusia, ya que no le quedan otros verdaderos aliados, pero aseguró que Rusia "ha sido, es y será" el aliado más estrecho de su país independientemente de quien gobierne en Minsk y en Moscú.

Lamentó, eso sí, que Rusia haya cambiado las relaciones fraternales con Bielorrusia por unas puramente de socios.

LOS 33 PRESUNTOS MERCENARIOS

Lukashenko no eludió, más adelante en su discurso, el caso de los 33 presuntos mercenarios detenidos el pasado 29 de julio en Minsk, y acusó directamente a Rusia de "mentir" sobre el destino final de los aprehendidos.

"Lo han confesado todo", dijo el líder bielorruso al referirse a los detenidos y negó que el incidente haya sido un montaje organizado por las autoridades de los dos países para influir en la elecciones del próximo domingo.

Lukashenko no dio detalles de la "confesión" de los 33 detenidos, mercenarios de la compañía militar privada rusa Wagner según las autoridades bielorrusas, pero afirmó que el destino final de su viaje era Bielorrusia, y no Turquía o países de América Latina, como han afirmado las autoridades rusas.

"No escuchen estas mentiras. Nadie necesita estas mentiras. Nosotros, nuestro país, tiene sus leyes. Cómo nuestros entrañables hermanos rusos y sus dirigentes no van a conocer estas leyes. Las conocen", enfatizó el mandatario.

Llamó a Rusia a "dejar de mentir", para añadir: "Ya se han cubierto de vergüenza. Primero, Estambul; luego, Venezuela. Ayer llamaron por teléfono, que no es Venezuela, que no sabemos".

"Los enviaron a Bielorrusia y les dieron la orden de esperar", aseguró Lukashenko, que desde la tribuna del Palacio de la República denunció que "otro grupo de mercenarios" fue enviado al sur del país para intentar desestabilizar la situación.

Denunció que contra Bielorrusia se han lanzado recursos por miles de millones y que "todo un ejército de troles y provocadores de la información trabajan día y noche para desestabilizar el país".

LLAMAMIENTO A ACUDIR A LAS URNAS, Y NO A LAS PLAZAS

El jefe del Estado, en el poder desde hace más de 25 años, arremetió con dureza contra los opositores, a los que acusó de aprovechar la campaña electoral para incentivar el descontento.

"Aquellos que en la etapa de la campaña electoral hacen hincapié en las protestas y dividen al pueblo en propios y ajenos reventarán primero la sociedad y después romperán el país en pedazos", dijo.

Llamó a los que quieren a otro presidente a acudir a las urnas y no a las plazas, y aseguró que no va a "robar los votos de nadie".

Cuatro candidatos compiten con Lukashenko en lo comicios del domingo, entre ellos la abanderada de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, que se ha convertido en la gran rival del actual presidente.

EL ASCENSO DE TIJANÓVSKAYA

En torno a Tijanóvskaya, esposa del bloguero Serguéi Tijanovski , quien había declarado su propósito de presentar su candidatura presidencial y que se encuentra detenido desde mayo pasado, se han agrupado otros dos opositores que quedaron marginados de la elecciones: Víctor Babariko y Valeri Tsepkalo.

El primero, exbanquero, fue detenido en junio pasado acusado de evasión tributaria y lavado de dinero, mientra que el segundo, cuya inscripción como candidato fue rechazada por la Comisión Electoral Central (CEC), abandonó Bielorrusia con sus dos hijos por sentirse amenazado.

Tijanóvskaya, junto con la representante de Babariko, María Kolésnikova, y la esposa de Tsepkalo, Veronika Tsepkalo, ha conseguido movilizar a la oposición bielorrusa que se ha volcado con su candidata en mítines multitudinarios que no se veían en el país desde hace muchos años.

"Pobres chicas (...) no saben lo que dicen ni lo que hacen", con esas palabra el jefe del Estado se refirió al trío de mujeres que ha liderado las manifestaciones opositoras de las últimas semanas que han puesto al rojo vivo la campaña electoral.

Advirtió a la oposición de que las infracciones de la ley durante las elecciones serán sancionadas "con la mayor dureza".

"No soy un santo. Tengo de todo: bueno y malo, pero me conocéis. Sabéis que puedo hacer y que no. Sabéis que vuestra vida para mí es algo sagrado. Olvidaos de lo demás", dijo Lukashenko en su mensaje, que coincidió con el comienzo de la votación anticipada para las presidenciales.

Además del actual mandatario y de Tijanóvskaya, compiten por la Presidencia de Bielorrusa la exdiputada Anna Kanopátskaya, el líder del Partido Sociademócrata Gromada, Serguéi Chereshnia, y el copresidente de la plataforma "Govori pravdu" (Di la verdad), Andréi Dmitriev.

(c) Agencia EFE