Comadronas ‘ilegales’ y ‘bebés fronterizos’: la lucha por el parto en casa en Alabama

Para millones de mujeres en Estados Unidos, dar a luz del modo y en el lugar de su preferencia es una opción que aunque tiene sus peculiaridades y riesgos no implica vulneración de la ley ni que alguien cometa un delito.

Pero en Alabama, decidir tener un bebé al margen de un hospital y con la ayuda de una comadrona o partera significa, en varios casos, ponerse a contrapelo de la ley. Los servicios de esas comadronas, con todo, son muy solicitados y ellas, para evitar incurrir en delito en Alabama, han establecido en estados vecinos, apenas cruzar la frontera, un creciente número de ‘casas de huéspedes’ en las que reciben a las mujeres embarazadas y les brindan atención prenatal y, en el momento requerido, las asisten en el parto.

Dar a luz en el hogar, o en una casa que no es un hospital, con ayuda de comadronas es ilegal en Alabama. Por ello, en estados vecinos se han creado 'casas de huéspedes' que dan ese servicio a mujeres y sus bebés. (Yahoo!)
Dar a luz en el hogar, o en una casa que no es un hospital, con ayuda de comadronas es ilegal en Alabama. Por ello, en estados vecinos se han creado ‘casas de huéspedes’ que dan ese servicio a mujeres y sus bebés. (Yahoo!)

Esa actividad es, como comenta Beth Greenfield en Yahoo, ilegal en Alabama, pero no a unos pasos del otro lado de las fronteras estatales, en Mississippi, en Tennessee, en Georgia. A esos estados viajan, a veces durante varias horas, las mujeres gestantes para obtener la atención que legalmente no pueden conseguir en Alabama.

Una madre sí puede allí legalmente optar por tener a su bebé en casa, fuera del hospital, pero sin la ayuda de una partera, cuya actividad en ese sentido no está autorizada.

Pero, ¿por qué una mujer decide apartarse de los hospitales y dar a luz en una casa, que no cuenta con la infraestructura necesaria para atender posibles complicaciones en el parto, y se pone en manos de comadronas que no son médicos, si bien poseen (o deben tenerlos) conocimientos sustantivos en la materia de su práctica?

Greenfield comenta que las razones van desde que muchas mujeres prefieren evitar los embarazos inducidos, la anestesia epidural y las cesáreas para optar por una opción más natural, hasta, en el caso de Alabama, encontrar una alternativa a una suerte de crisis ginecobstétrica en un estado en donde la crisis económica ha dejado a muchos condados sin hospitales de esa especialidad y donde el cuidado médico al respecto con frecuencia deja mucho que desear.

Allí se han dado casos de abusos en los que mujeres embarazadas, comenta Greenfield, son forzadas a dar a luz en modos ajenos a sus deseos e incluso con daño físico y emocional.

Que la labor de las comadronas sea ilegal en Alabama, al margen de las críticas que muchos pueden formular contra esa profesión, no ayuda a atender esa situación, y ciertamente una mujer embarazada debe tener pleno derecho de decidir cómo dar a luz, en el entendido de que los servicios y el personal vinculado a ello deben ser adecuados y capaces, con certificaciones y regulaciones claras.

Desde todo Alabama mujeres embarazadas cruzan a Mississippi, Tennessee o Georgia para atenderse con parteras cuyos servicios son ilegales en su estado. (Yahoo!)
Desde todo Alabama mujeres embarazadas cruzan a Mississippi, Tennessee o Georgia para atenderse con parteras cuyos servicios son ilegales en su estado. (Yahoo!)

Por ello, ante la realidad de que las parteras son una alternativa buscada y deben poder realizar su labor de modo seguro, legal y calificado, activistas, organizaciones y legisladores impulsan una iniciativa de ley, bautizada como ‘Ley de libertad para dar a luz’, que legaliza una parte importante de la actividad de las comadronas en ese estado, pero les impone en contrapartida regulaciones, certificaciones y mecanismos de supervisión, como se comenta en el portal AL.com.

Y en todo caso no estarán autorizadas para atender partos de riesgo y la actividad de comadronas no certificadas seguiría estando prohibida si esa ley es aprobada en Alabama.

Con todo, el problema quizá no se acabará allí. Muchos médicos en Alabama podrían mantenerse renuentes a interactuar con las comadronas que actualmente no tienen licencia para trabajar en ese estado (algunas, que tienen además grado de licenciatura y formación en enfermería sí pueden ejercer, pero solo en hospitales) y el tiempo que deberá pasar entre la posible aprobación de la ley (que podría darse en 2017, pero que ciertamente no es algo garantizado) y la implementación de los criterios y la realización del proceso de certificación no será breve.

Entre tanto, muchas mujeres seguirán cruzando a estados vecinos, para tener a sus ‘bebés fronterizos’ con la deseada ayuda de parteras que no pueden prestar sus servicios sin romper la ley en Alabama.

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