Colombia y FARC acuerdan reducir intensidad del conflicto y agilizar negociación

LA HABANA (Reuters) - El Gobierno de Colombia anunció el domingo que reducirá la ofensiva militar contra la guerrilla de las FARC desde el 20 de julio en respuesta a la decisión del grupo rebelde de declarar un cese al fuego unilateral, una estrategia conjunta para desescalar la intensidad del violento conflicto. El anuncio, hecho en un comunicado del Gobierno y de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), busca agilizar la negociación de paz que mantienen desde hace dos años y medio en La Habana y que enfrentaba una crisis por un aumento de las hostilidades. Los recientes ataques de las FARC contra oleoductos, torres de energía y carreteras, dispararon la desconfianza de los colombianos en el diálogo que busca acabar el conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos e impide un mejor desempeño de la cuarta economía de América Latina. Los rebeldes aseguran que sus acciones han sido en respuesta a una escalada de los bombardeos militares contra ellos en las selvas y montañas de Colombia. "El Gobierno Nacional a partir del 20 de julio pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las FARC", dijo el comunicado conjunto. El Gobierno y el grupo guerrillero se comprometieron "a acordar sin demoras" las condiciones para poner en marcha un cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, así como a hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demoras a la firma de un acuerdo final. Y anunciaron que para avanzar en el tema del cese bilateral al fuego solicitarán el acompañamiento de un delegado del Secretario General de Naciones Unidas y otro de la presidencia de UNASUR, que contribuyan a poner en marcha la discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación, así como a preparar la implementación. "PASO IMPORTANTE" Sin embargo, el jefe del equipo de negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, dijo que aunque se tomarán medidas para bajar la intensidad al conflicto de acuerdo con el desarrollo del cese unilateral de la guerrilla, las Fuerzas Militares no renunciarán a combatir a los grupos ilegales que pretendan presionar a la población civil con las armas. "Debe quedar claro que la posibilidad de iniciar el cese bilateral definitivo dependerá además, de los resultados en los otros temas, especialmente justicia. Debemos estar seguros que en esas materias hay aproximaciones sustanciales", advirtió de la Calle en una declaración a periodistas en La Habana. El Gobierno sostiene que la negativa de las FARC a confesar sus crímenes, pedir perdón a las víctimas y pagar las condenas así sea con penas alternativas a la cárcel, es el principal obstáculo de la negociación, que pese a las crisis y altibajos ha logrado más avances que los esfuerzos previos por poner fin a la confrontación. "Anuncios de negociadores en La Habana son un paso importante para avanzar en acuerdos", dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos en su cuenta de Twitter. El mandatario había ordenado en marzo suspender los bombardeos contra los campamentos de la guerrilla para reducir la confrontación, pero los reactivó en abril después de un ataque de las FARC en el que murieron 10 militares. A su turno, las FARC consideraron el acuerdo para reducir la intensidad del conflicto, agilizar la negociación y buscar un cese bilateral al fuego como "un relanzamiento vigoroso, prometedor y esperanzador del proceso de diálogos". Las partes han logrado acuerdos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la conversión de la guerrilla en un partido político, combatir el narcotráfico, sobre el desminado y para la creación de una comisión de la verdad. Actualmente buscan un acuerdo sobre compensación de las víctimas. (Reporte de Marc Frank y Daniel Trotta. Con reporte adicional de Luis Jaime Acosta en Bogotá. Editado por Mónica Vargas)