"Clausuran" refinería de Cadereyta
MONTERREY, NL., marzo 2 (EL UNIVERSAL).- La Secretaría del Medio Ambiente del gobierno de Nuevo León realizó este viernes una suspensión temporal parcial de la refinería de Cadereyta para los equipos que supuestamente operaban realizando "emisiones ostensibles" de sustancias contaminantes a la atmósfera, cuando acudieron a realizar una inspección, pero no se les permitió el acceso, informó el titular de dicha dependencia estatal, Alfonso Martínez Muñoz.
Luego de visitar la refinería para tratar de realizar una inspección, el secretario del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, detalló a través del espacio Nuevo León Informa que luego de esperar durante más de una hora a que se les permitiera el acceso y no conseguir su propósito, con base en el artículo 230 de la Ley Ambiental del estado, decidieron aplicar una suspensión parcial temporal a equipos que en ese momento presentaban emisiones ostensibles en una de las chimeneas, situación que se reflejó en la estación de monitoreo ambiental que opera en Cadereyta.
Martínez Muñoz, junto con un equipo de inspectores de dicha secretaría, acudió a notificar a directivos de la refinería que en conjunto con personal de la planta iban a realizar una inspección en sus instalaciones, al amparo de una suspensión otorgada por Cynthia Anabel Gutiérrez, jueza del Segundo Distrito de Materia Administrativa, sin que se les permitiera el acceso.
Agregó que mientras esperaban en el exterior, "nos dimos cuenta que había emisiones ostensibles en una de las chimeneas muy cercana a la puerta de recepción, motivo por el que, y fundamentados en el artículo 230 de la Ley Ambiental del estado de Nuevo León, se dictó la suspensión temporal parcial para suspender los equipos", mencionados al tiempo que colocaron una lona y pegaron en la puerta principal el aviso de inspección, así como la resolución judicial del Juzgado de Distrito, y se levantó el acta respectiva.
Una vez realizadas dichas acciones se notificó la suspensión a la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente, señaló Martínez Muñoz, y narró que pudo dialogar con personal jurídico de Pemex, que solicitó quitar la clausura, a lo que dijo estar dispuesto, pero a condición de que permitieran la inspección, lo cual no aceptaron.
La medida provocó la inconformidad de la agrupación Empresarios por la Cuarta Transformación (E-4T) que cuenta con 85 mil afiliados micro, pequeños y medianos en todo el país, varios miles de ellos en Nuevo León y Cadereyta.
Gustavo Morton, consejero de la E-4T, expresó que la clausura de la refinería Héctor Lara Sosa sigue una agenda política del gobierno estatal, ya que, si en verdad les interesa atacar el problema, ya hubieran procedido contra 74 grandes fuentes contaminantes que afectan a la población de la zona metropolitana y se encuentran dentro de la mancha urbana, mientras la planta de Pemex se localiza a 40 kilómetros de Monterrey.
El empresario afirmó que cerrar o reubicar la planta de Pemex causaría multimillonarias pérdidas tanto por la cancelación de fuentes de trabajo como por la derrama económica que representa para industrias y comercios de Cadereyta y la zona metropolitana.
La refinería de Cadereyta, que empezó operaciones en 1979, ha sido desde sus inicios una fuente importante de desarrollo económico y social para Cadereyta, pero no ha estado exenta de polémica por situaciones relacionadas con la contaminación ambiental por emisiones de sus chimeneas a partir de la administración de Jaime Rodríguez, pero principalmente durante el actual gobierno estatal, y en años anteriores por fugas o derrames de hidrocarburo que contaminaron parcelas, así como el agua de norias y del río San Juan.