Las ciudades europeas deben adaptarse para afrontar las crecientes sequías e inundaciones

En la imagen, un hombre pescando en las orillas inundadas del río Sena a su paso por París, el 27 de enero de 2018. REUTERS/Pascal Rossignol

Por Alex Whiting

ROMA, 21 feb (Thomson Reuters Foundation) - Las ciudades europeas podrían enfrentar en la segunda mitad del siglo crecientes olas de calor, sequías cada vez más fuertes y mayores inundaciones si las temperaturas globales continúan aumentando, por lo que deben empezar a prepararse ahora, dijeron esta semana investigadores.

Las temperaturas mundiales ya están 1 grado Celsius por encima de los niveles preindustriales y se prevé que aumenten a 3 grados o más este siglo a menos que las emisiones se frenen rápidamente, según Naciones Unidas.

Si eso ocurre, las ciudades de Europa central experimentarán el mayor aumento de la temperatura durante las olas de calor, de entre 2 y 14 grados centígrados, dependiendo del aumento de las temperaturas globales, dijeron investigadores de la Universidad de Newcastle.

Los investigadores, que estudiaron el impacto de las subidas globales de las temperatura de entre 2,6 grados y 4,8 grados centígrados, dijeron que las ciudades del sur de Europa sufrirán los mayores incrementos en el número de días con olas de calor.

Las sequías también serán más largas y, en el peor de los casos, llegarán al norte de Europa, sostuvieron.

"Ya estamos empezando a ver un aumento en las olas de calor, sequías e inundaciones, por lo que las ciudades deben comenzar a pensar en adaptarse ahora o incluso ayer", dijo Selma Guerreiro, autora principal de un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters.

Buena parte del sur de Europa sufrió largas sequías el año pasado, lo que provocó incendios generalizados y diezmó los cultivos. Roma apagó sus fuentes públicas y estuvo cerca de tener que ordenar un racionamiento del suministro de agua en los hogares.

Reino Unido y Alemania han experimentado graves inundaciones en los últimos años, y París se vio obligada a evacuar a 1.500 personas cuando el Sena se desbordó en enero.

"Hay una gran cantidad de eventos de clima extremo golpeándonos", dijo el coautor del estudio Richard Dawson.

La sequía que amenaza el suministro de agua en Ciudad del Cabo es un claro ejemplo de cómo las grandes urbes necesitan adaptarse mucho antes de ser azotadas por una sequía o inundaciones.

Una vez que comienza la sequía y el agua escasea, puede ser demasiado tarde para construir embalses o plantas de desalinización, dijo Dawson a la Fundación Thomson Reuters.

Las olas de calor y las inundaciones plantean problemas similares. "Hay que empezar a pensar a largo plazo en términos de preparación y adaptación de las ciudades para cualquier tipo de evento climático", remarcó.