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En la Ciudad, varias obras públicas corren riesgo de no poder concretarse

El entorno de Horacio Rodríguez Larreta se mantiene expectante por las definiciones que podría dar Alberto Fernández en la apertura de las sesiones legislativas. Saben que para el Presidente el discurso del domingo sería propicio para anunciar, o al menos dar indicios, de cuál será el recorte que aplicará en la coparticipación federal. De eso depende gran parte del futuro de la administración porteña.

La suspensión del corrimiento de la autopista Illia es solo una de las obras que se trabarían o se cancelarían con la reducción de la partida presupuestaria. En el gobierno porteño esperan un número cercano a los $30.000 millones o $35.000 millones.

La autopista Illia

La eliminación de todas las barreras del tren Sarmiento y la concreción de la línea F de subte forman parte del grupo de proyectos en duda.

Otros, como el traslado del Cuerpo de la Policía Montada, la puesta en valor del Casco Histórico y la mudanza del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), tampoco se concretarían, pero por otras razones.

En septiembre pasado, el gobierno porteño comenzó a analizar la idea de construir un viaducto ferroviario para culminar el soterramiento del tren Sarmiento.

En la propuesta original, que preveía eliminar 52 barreras, se planteaba un túnel de 18 kilómetros entre Castelar y Caballito. Desde allí hasta la terminal de Once el tren debería circular en trinchera, y de Castelar a Merlo, por la superficie. Con el túnel listo entre Haedo y Villa Luro se estudia elevar las vías hasta Once, una alternativa más económica y rápida.

Para extender la red de subte, el plan para el segundo mandato de Rodríguez Larreta era comenzar la línea F, que uniría Barracas con Palermo, con conexión en las seis otras líneas, con 12 kilómetros de extensión y 13 estaciones. El costo estaba previsto en US$2000 millones, pero con las nuevas condiciones económicas planteadas el plan ya fue descartado.

Cuando preparaban su plataforma de campaña, Rodríguez Larreta y su equipo aseguraban que los próximos cuatro años estarían marcados por la austeridad en las obras, preparándose para lo que está ocurriendo por estos días y lo que pasará cuando se confirme el recorte.